cortesia Al-Manartv
Los problemas de seguridad que han surgido entre las fuerzas de la UNIFIL(acrónimo en inglés UNIFIL, United Nations Interim Force in Lebanon) y los habitantes del Sur de Líbano no son fruto del azar sino de unos planes que vienen descritos en un informe de seguridad que fue presentado al ministro de Defensa francés durante el transcurso de su reciente visita a Líbano, donde se reunió con los dirigentes del batallón francés que opera en el Sur y visitó sus bases militares.
El sitio de Internet al-khayma.com precisa que “el mencionado informe preparado por las unidades de reconocimiento francesas señala que en el caso de una agresión israelí o de guerra los soldados franceses de la UNIFIL se convertirían en rehenes de Hezbollah y, por tanto, se requiere que el Estado francés preste una atención particular a esta realidad y busque soluciones eficaces para cambiar esta ecuación, ya sea impidiendo eventualmente el estallido de cualquier conflicto o reforzando el dispositivo militar y de seguridad de las bases de las fuerzas francesas de la UNIFIL.”
Siempre según la misma fuente, “el ministro francés de Defensa informó sobre el contenido de este informe al presidente Nicolas Sarkozy. Según los medios franceses, el documento, que ha sido considerado como “alto secreto”, ha sido objeto de un profundo debate entre los responsables de seguridad del Ministerio de Defensa francés.”
En efecto, sobre el terreno, los observadores han hecho notar que las fuerzas de la UNIFIL han comenzado a reforzar sus campamentos militares y sus búnkers y han incrementado sus patrullas y sus equipos y ampliado su campo de acción y su vigilancia en los barrios residenciales tras la visita del ministro francés de Defensa, lo que ha llamado la atención de los habitantes el Sur.
Estos últimos estiman que tales cambios en el comportamiento de la UNIFIL, en particular de las fuerzas francesas, suponen un ataque a su vida privada, lo que les lleva incluso a pensar que cualquier cosa pueda estar siendo preparada.
Ellos creen que, dado que las fuerzas de la UNIFIL se hallan en el Sur de Líbano desde hace cuatro años, la lógica militar debería ser que tales tropas mantuvieran un cierto ritmo o rutina y no buscaran reforzar sus posiciones y extender su control, como si actuaran en caso de amenaza o peligro.
Por otro lado, según los observadores, existen varios interrogantes sobre la coincidencia del anuncio del gobierno de Israel de su intención de retirarse del pueblo libanés de Gayar y las maniobras militares de las fuerzas de la UNIFIL, que han provocado la primera chispa de resentimiento entre estas tropas y la población local.
En este contexto, fuentes libanesas bien informadas vinculan la retirada israelí de Gayar con la voluntad de cambiar la situación de la seguridad en el Sur de Líbano con el doble objetivo de obligar al Ejército libanés a proporcionar un mayor apoyo militar a las fuerzas de la UNIFIL y de hacer recaer sobre los habitantes del Sur y los que están detrás de ellos, es decir Hezbollah, la responsabilidad de cualquier incidente que se produzca en el terreno de la seguridad.
El propósito de las recientes acciones de las fuerzas francesas sería el mostrar que las tropas de la UNIFIL se hallan en el punto de mira de los residentes del Sur y que deben de establecerse nuevas reglas para la actuación de las mismas y en su trato con la población del Sur.
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