Paso al Militarismo

Corresponsal ANNCOL/Bogotá
Han cagado tinta los editoriales de la prensa burguesa oficialista acerca de la “fuga de cuatro rehenes militares” en poder de las Farc, el pasado domingo 13 de junio de 2010, entre ellos un general de la policía de apellido Mendieta, tristemente conocido como la “última lagrima” alusivo su alias a la práctica de torturas y asesinatos a que sometía a las víctimas del pueblo colombiano, que pasaban por sus manos, en años de práctica Terrorista de Estado; en institución policial tan criminal como la colombiana.



Expresan esos editoriales que una actitud política firme- que interpretamos como autoritarista y salvaje- y efectivos operativos militares, dieron al traste con la posibilidad de un acuerdo político sobre el Canje, el que identificamos como entre presos políticos y combatientes insurgentes presos en USA y Colombia y rehenes políticos y militares apresados en combate y en poder de las Farc. Alaban los tales editoriales que todos los réditos confluyen en la figura Mesiánica del Minifuhrer Uribe y en beneficio del candidato oligárquico oficialista impuesto por las mafias en el poder: el Chucky Santos.



La opinión publica colombiana lavada y amaestrada por la dictadura mediática imperante, es nuevamente objeto del manipuleo y alineación para hacerla participar en el matadero electorero del próximo domingo 20 de junio; condicionando un ataque más de los cientos ocurridos mensualmente en el territorio nacional por parte del ejercito invasor Colombia –USA contra las fuerzas Insurgentes y resaltando el inmenso poder de fuego acumulado contra ocho combatientes guerrilleros, que al parecer, tenían en su mando al grupo de los cuatro rehenes y quienes ante el nutrido fuego optaron por huir.



El desenlace de los retenidos por la Insurgencia, “liberados” sanos y salvos y “con muy buena salud” luego de años de condena por decisión y mandato popular, está demostrando a la opinión nacional e internacional la falsaria difusión que el Secretariado de las Farc habría ordenado la eliminación de los rehenes ante ataques con el objeto de lograr su recuperación además del mensaje humanitario, respetuoso del Derecho de Gentes, que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Farc profesan y aplican a sus retenidos.



Este pasaje, indiscutiblemente, pesará en el ámbito internacional y exigirá ponderación a la bestia militarista colombiana ilustrando al Mundo y al pueblo colombiano, en particular, la carga de lesa humanidad pendiente sobre el gobierno fratricida colombiano, en el desenlace fatal que augura la intensificación de recuperación a la fuerza de los retenidos por la Insurgencia. Tradúzcase en la advertencia mayor al ejército sanguinario Colombia-Usa, ante la demostración destructora de fuerza y su capacidad sanguinaria, en el futuro desenlace de la suerte de los retenidos por la Insurgencia.



La política del Canje y de la salida Política siguen vigentes



Desde colombianos por la Paz hasta las ciento de organizaciones sociales, políticas y ong´s que claman por el Canje Humanitario en Colombia, no desistirán en momentos tan álgidos, como el presente, en la urgencia de la búsqueda civilizada a la salida al conflicto colombiano.



Corresponde analizar que está en auge la tendencia militarista de una hegemonía de derecha narco- fascista imperante en Colombia. El continuismo del binomio o dualismo, Santos- Mockus, nos permite percibir el derrotero de guerra, desolación y muerte, que la corriente militarista afianza contra el pueblo colombiano. También contra el pueblo combatiente colombiano. La llamada “seguridad democrática” continuará sus clarines de guerra diarios sin conseguir victoria definitiva. La corrupción, junto con la intromisión del capital inversionista e intervensionista; la intensificación del proceso de privatización de los recursos naturales; el galopeo contra los sufridos hombros del pueblo colombiano de un sistema de salud y seguridad social inexistentes y vergonzante contra la dignidad de un pueblo; el desconocimiento y a mínima expresión a que será llevada la educación pública en Colombia y la ya no flexibilización sino derogatoria salvaje de los derechos laborales de la clase trabajadora y obrera colombiana, describen el paisaje dantesco en el que cual hienas salvajes de la estirpe oligárquica santista, merodean en torno al festín que el uso atrabiliario de la fuerza, la imposición de la guerra y la entrega de la soberanía nacional al ejército estadounidense, han permitido colocar a Colombia en un país avasallado, alimentando los intereses de los perros de la guerra y sellando la mas horripilante dictadura de la casta militar y el generalato terroristas contra el pueblo colombiano.



Se impone por parte de las organizaciones políticas colombianas, así como las organizaciones sociales, populares y de masas, la participación en un frente de acción política directa de desobediencia política, de desacato popular, a las manifestaciones triunfalistas de los sectores oficialistas del militarismo. Demostrar que la dignidad de la participación democrática callejera no es monopolio del militarismo narco fascista. Se impone crear dificultades, dificultades… muchas dificultades, al régimen falsario, fraudulento, que pretenden imponernos el próximo 20 de junio. Una Colombia sin una salida política y negociada al conflicto armado, político, económico y social no es posible.



La verdad histórica colombiana clama por la reivindicación de la Insurgencia armada organizada y revolucionaria y porque su accionar político-militar permita contener a la bestia fascista y militarista en Colombia. Ellos son una realidad en el escenario político. El movimiento popular, legal y desarmado en Colombia no transita solo y no concibo un panorama diferente a la agudización de la confrontación política- militar, ante el pisoteo de la soberanía colombiana.