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Una vez pasada este 30 de mayo, la primera vuelta de la llamada “Farsa Electoral”, que desde hace 50 años se viene realizando en Colombia con el nombre de “Contienda Democrática, se hace necesario poner en claro varias cosas; además del triunfo de la abstención 51%, los 224 mil votos en blanco de protesta conciente, y los 250 mil votos nulos o no marcados.
1- Lo primero que salta a la vista es la inexplicable variación de las llamadas encuestas de opinión que en menos de una semana se equivocan en 26 puntos porcentuales con respecto a Juan Manuel Santos el ganador de las elecciones. El 22 de Mayo Santos tenía una intención de voto confirmado del 34%, y 7 días después obtiene un 46% de la votación. Todos los candidatos han resaltado este monumental e incomprensible error. Y la única explicación posible es el fraude electoral, anunciado días antes de las elecciones no solo por observadores independientes nacionales e internacionales, sino por el acuartelamiento de primer grado de las Fuerzas Militares y Paramilitares.
Si bien es cierto que fue Santofimio Botero quien anunció que en Colombia la ley de la gravedad era inversa, es decir que “los pícaros se caían de para arriba”, no se había presentado una truculencia tan grande como la de estas elecciones que acaban de pasar: Los espantosos escándalos de Uribe Vélez reseñados internacionalmente, catapultaron hacia arriba a su beneficiario Juan Manuel Santos. ¡Increíble pero cierto!
2- Que el fascismo narco paramilitar colombiano pro-gringo, liderado por Uribe - Santos y la cúpula militar, tal y como lo ha repetido ANNCOL en innumerables ocasiones, no se le puede SUBESTIMAR y mucho menos hacerse la ilusión ingenua de que va a respetar las reglas y a entregar el poder adquirido de buenas a primeras y menos a un “caballo discapacitado adornado con girasoles”. Hará lo posible y lo imposible por no dejarse desmontar del tigre. Hoy los colombianos acaban de comprobar esta amarga verdad: Uribe Vélez como ministro de Defensa de Santos no irá a ninguna CPI protegido por el fuero y la Fuerza Militar de Colombia y el US Army, porque una variante de elecciones como las de Lobo en Honduras, acaba de ponerse en marcha en Colombia con la asesoría del agente de la CIA, JJ Rendón.
3- Que el fascismo colombiano ha cumplido a cabalidad con el prerrequisito de liquidar los antiguas maquinarias electorales de los partidos Liberal y Conservador, para trasladar el ejercicio de la Política a los medios de comunicación y Propaganda de su propiedad: El Tiempo-Planeta, Caracol-Prisa, RCN, Semana y demás centros de encuestas etc. Los grandes perdedores de hoy no son Noemí y Pardo, sino los demócratas Pastrana y Cesar Gaviria, jefes de los respectivos partidos Conservador y Liberal de Colombia.
4- Que el millón ( más exactamente 907.469) de “votos secretos” de los 14 parlamentarios del partido narco paramilitar (PIN), que habían sido repudiados por los demás candidatos diferentes a Santos, Hoy ya se sabe a donde fueron a parar y cual fue la “grata sorpresa electoral” que dieron en estas elecciones.
5- Que la llamada “Ola Verde” del anticomunista neoliberal Mokus, que aspiraba a encarnar el “legalismo moralista y militarista del Santanderismo de la oligarquía colombiana”, no pasó de ser otra manipulación mediática más de su patrocinador Rudolf Hommes y un artefacto de distracción, funcional a la polarización electorera que terminó favoreciendo por su idiotismo y enfermedad nerviosa a Santos. Sin embargo quedan un poco más de 3 millones de colombianos que creyeron concientemente en el legalismo de Mokus, quienes hoy mastican la amargura de su desengaño o rebeldía, y serán un factor importante, como en Honduras, en contra de la legitimación del monumental fraude electoral acabado de hacer en Colombia.
6- Que los ingenuos “centristas de Izquierda y socialdemócratas”, con la tristeza de comprobar su impotencia para derrotar esa terrible maquinaria Estatal movida y aceitada con plomo y plata; hoy tienen que reconocer que después de todo este gran esfuerzo y gasto de campaña, ni siquiera alcanzaron a sacar los dos millones y medio de votos que obtuvo el Carlos Gaviria en las elecciones anteriores. Su jefe el socialdemócrata Petro, con toda la arrogancia que lo caracteriza, en lugar de aceptar sus fallas y errores políticos, sus inconsecuencias con las bases que dice representar para buscar que el “establecimiento” le perdone su pasado; ha resuelto echarle la culpa a las uvas verdes, diciendo que “el corazón de los colombianos no está aún abierto a los cambios”. Cuando es todo lo contrario.
7- Que como, lo ha resaltado la Insurgencia colombiana de la FARC y el ELN, en sendos comunicados, ninguno de los candidatos presentados ofreció soluciones verdaderas a los problemas estructurales del país y mucho menos resolver definitivamente el conflicto social armado de Colombia. Por el contrario, todos ofrecieron en lugar de trabajo, salud, vivienda o educación, más Guerra Contrainsurgente Gringa.
8- Por ultimo, que los gobiernos de Venezuela y Ecuador quedan advertidos de cual es la preferencia del Pentágono en Colombia, el “Israel de los Andes”, y cual es el dilema que les espera: O colaboran con el gobierno de los EEUU y su aliado colombiano en la región, o serán desestabilizados incluyendo la agresión armada
Y con estas consideraciones generales, quedamos hasta dentro de 20 días.
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