LUCHANDO CONTRA EL FASCISMO DESDE TODAS LAS TRINCHERAS

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Canciones de Combate

viernes, 4 de febrero de 2011

Recuperar el México solidario


por Fernando Acosta Riveros

La historia de México es rica en acciones solidarias con otros pueblos del mundo. En la España republicana y en varias naciones de nuestra América como Nicaragua, Colombia, Perú y Chile, las personas más progresistas se referían a México como el País Amigo, principalmente entre los años 1950 y 1990. Los gobiernos emanados de la Revolución Mexicana, especialmente los de Lázaro Cárdenas del Río y Adolfo López Mateos ejercieron una política exterior en defensa de la soberanía nacional y la paz mundial.

“Me satisface encontrarme en Venezuela y entre venezolanos, lo que ha hecho realidad un viejo anhelo de mi vida. Esta tierra vio nacer a Simón Bolívar, y sólo por eso será siempre lugar propicio para hablarle a nuestro continente de la necesaria fraternidad entre sus pueblos”, expresó Adolfo López Mateos, presidente de México en 1960, al llegar a Caracas el 14 de enero de ese año.

Existen múltiples razones para recuperar la nación progresista y solidaria que ha sido víctima del capitalismo salvaje en su versión neoliberal. México es conducido desde 1989 como si fuera un protectorado de Estados Unidos. Aguilar Zinder, representante de México en la Organización de Naciones Unidas habló del “patio trasero”. Los gobiernos de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994); Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000); Vicente Fox Quesada (2000-2006) y el usurpador Felipe Calderón (desde diciembre de 2006) se han esforzado por alinear la política exterior mexicana al gusto de los gobiernos de Estados Unidos.

La fraternidad entre los pueblos de nuestra América es una herencia bolivariana y juarista. Dirigentes políticos, estudiantiles y militantes de casi todos los partidos políticos y organizaciones revolucionarias mexicanas están concientes de la necesidad de situar a México nuevamente como el País Amigo, esa nación que han estimado siempre españoles, chilenos, nicaragüenses, salvadoreños, colombianos, peruanos, etc. En el presente siglo XXI México ha participado en proyectos de investigación científica con los países de la Cuenca del Pacífico de acuerdo al crecimiento de vínculos comerciales, financieros y tecnológicos. De igual manera es importante y necesario procurar el fortalecimiento de las relaciones con organismos de Centro y Suramérica como la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), el Mercado Común del Sur (Mercosur) y el Movimiento Continental Bolivariano.

Justicia social, progreso cultural, económico y moral son conceptos y aspiraciones de los pueblos en nuestro continente. Los idearios bolivariano y juarista continúan siendo banderas de los movimientos de resistencia y liberación nacional. México tiene en su rica historia y en la actual lucha popular las posibilidades de reconstruirse como una nación soberana que brinde a la población, sin excepción, todos los derechos que se plasmaron en la Constitución de 1917.

“No creo que el protagonista de la historia sea el individuo, sino la gran comunidad humana en discurrir eterno…”, escribió Enrique Ramírez y Ramírez en 1975, cuando se desempeñaba como director del periódico El Día, un medio de comunicación, también fundado por él, que ayudó a promover la amistad entre México y todos los pueblos del mundo.
El inconformismo crece en México en 2011 porque los grupos dominantes desde los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial (con honrosas excepciones) se aferran a un sistema económico injusto donde la política es convertida en politiquería. Si algún ciudadano propone trabajar por la justicia social, el progreso cultural, económico y moral del pueblo, es señalado de “populista”, “exótico”, ó “peligroso para la nación”.

Hernán Giralt, alcalde de Buenos Aires, Argentina, durante el gobierno del presidente Arturo Frondizi, hace 51 años recibió al mandatario mexicano López Mateos y se refirió a la personalidad del pueblo mexicano, vinculado a la Revolución de 1910, de la siguiente manera: “La Constitución de Querétaro contiene una claúsula –el artículo 39– que es oportuno recordar porque reafirma esta personalidad: ‘la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste”.

Cincuenta años después, en pleno siglo XXI, un gobierno espurio y pelele ha traicionado a los constituyentes de Querétaro y se ha olvidado del pensamiento libertario y solidario de José María Morelos y Pavón. Una nación convertida en escenario de guerra, donde se persigue y castiga a inocentes, sobre todo a los pobres, en nombre de la libertad y la democracia. ¿Cuál libertad? Libertad para morirse de hambre. ¿Cuál democracia? Mentiras. El neoliberalismo y la dependencia de Estados Unidos solamente ha traído desgracia y luto a la población mexicana. Es urgente y necesario, por el bien de nuestra América, recuperar el México solidario y soberano.

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