sábado, 29 de mayo de 2010
es difícil escribir sobre sí mismo; sentimientos, recato, pudor, aplastante la carga emocional tras más de quince años de secuestro, con diez en aislamiento carcelario total…, pero tengo que hacerlo ante el hito simbólico de la edad. Escribir sobre acciones de guerrilla, aun siendo protagonista, es más fácil pues los límites son exclusivamente de seguridad, la de nuestros camaradas y aliados, poniendo coto a la “represión judicial” imperialista.
Nací en 1949, el día de la resistencia indígena. Me incorporé a los 14 años a la lucha revolucionaria organizada en compañía de mi hermano menor Lenín, en una célula de estudiantes del Partido Comunista del Liceo Fermín Toro, en enero de 1964. En pocos meses llegué a ser el responsable de los doscientos miembros de la JCV entre los mil quinientos liceístas, y sobre otros cuarenta camaradas – “casi todos del MIR” – con los cuales formábamos una casi desarmada estructura FLN-FAL.
Fui testigo de la violencia, de la represión, sobre todo de parte de las patrullas de la DIGEPOL, y en menor grado de elementos atípicos de la policía municipal, así como de las bandas armadas de AD y COPEI. Siempre me opuse al vandalismo tradicional de las manifestaciones prohibidas. Nunca quemé autobuses, tratando de impulsar nuestras acciones contra objetivos bien definidos, tras analizar la utilidad del impacto de la operación.
Ante las señales de nuestro inminente enguerrillamiento, mi padre decide enviarnos a continuar nuestros estudios universitarios en Inglaterra, pues dos de sus colegas abogados fueron testigos de la manera en la cual Lenín y yo (a los 15 años) nos salvamos de una balacera en la Plaza O´Leary, escudándonos con un cura español franquista en sotana, a quien habíamos previamente “capturado”… En Londres en 1966 otras perspectivas se abren, bajo la tutela de veteranos comunistas exilados.
Vuelo a Moscú en 1968, a la Universidad Patricio Lumumba, con estudiantes de los 5 continentes. Expulsado de la Universidad en 1970, por decisión del Buró Político del PCV firmada por Eduardo Machado, viajé a Jordania invitado por el FPLP (FRENTE POPULAR PARA LA LIBERACION DE PALESTINA) como adelantado de otros 13 camaradas expulsados conmigo, para entrenarme con los fedayines y aportar la experiencia de los comandos palestinos a la guerrilla venezolana.
El SEPTIEMBRE NEGRO de 1970 impidió la venida de mis camaradas y me condujo a incorporarme a la organización política y militar del FPLP, siendo el primer extranjero en hacerlo.
A partir de 1971 integré el Departamento de Operaciones Exteriores del FPLP, llegando a detentar el record de operaciones ejecutadas por la Resistencia Palestina, el cual probablemente se mantiene hasta el día de hoy. No me refiero a las numerosas operaciones que planifiqué y dirigí en varios continentes, sino a aquellas que personalmente ejecuté.
No quiero pasar por engreído, pero haber estado en la punta de lanza de la vanguardia de la lucha heroica del pueblo palestino me llena de orgullo inconmensurable, pues soy de sangre venezolana y además palestino, por nuestra sangre vertida.
La fundación, en 1976, de la ORGANIZACIÓN DE REVOLUCIONARIOS INTERNACIONALISTAS (ORI) – estructura internacional secreta, muy compartimentada, con probadas capacidades militares – llamó la atención del enemigo imperialista y sionista, el cual decide darnos caza por temor al “mal ejemplo” que dábamos los expertos combatientes internacionalistas. Fracasados los numerosos atentados e intervenciones de las fuerzas especiales enemigas, toma luego el timón la CIA para finiquitar con petrodólares mi entrega en Jartum en 1994, y la de nuestro camarada alemán Johannes Weinrich en Sanaa, capital de Yemen, en 1995.
El Estado venezolano ha fallado en sus obligaciones hacia un ciudadano venezolano ilegalmente encarcelado en el exterior. Hasta este día el Consulado de Venezuela no ha hecho la demanda automática de informaciones sobre las condiciones de mi “arresto”.
La Cancillería no ha demandado mi repatriación, a pesar de que Venezuela ya firmó con Francia la Convención Europea de Repatriación de Presos.
El “informe” que redactó en el año 2000 el Consultor Jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores, Dr. Ernesto Kléber, establece mi condición de secuestrado. La Casa Amarilla rehúsa darnos copia.
Las amables y calurosas declaraciones, que sobre mí recurrentemente expresa el presidente Hugo Chávez, no han conducido a medidas concretas, ni siquiera en defensa de mis derechos fundamentales.
La camarilla de funcionarios que bloquean toda iniciativa a mi favor lo hacen a manera de “seguro de vida” en caso de desaparición prematura del Presidente Chávez por acción enemiga. Estos oportunistas son los más peligrosos y acérrimos enemigos de nuestra Revolución Bolivariana en la cual solo ven un fastuoso festín de ñapas…..
La traicionera ruindad de influyentes “escuálidos”, disfrazados de rojo, no me impide continuar siendo REVOLUCIONARIO CRIOLLO, INTERNACIONALISTA y COMUNISTA hasta la muerte.
Carlos, Poissy, 12 de octubre de 2009.
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