Por:Carlos Reyes_PTwitter: @pugnatur
El nefasto Álvaro Uribe Vélez, que fracasara en su política guerrerista; que amenazara la región con su decisión autocrática de autorizar la instalación de siete (7) bases militares norteamericanas en territorio colombiano; que fallara en su intensión por reelegirse como presidente, y se obligara a ceder el paso a Juan Manuel Santos; que está señalado como responsable de la ejecución extra judicial de miles de hermanos colombianos, asesinados bajo la abominable modalidad de falsos positivos (un inocente -falso guerrillero- transformado en guerrillero y asesinado con fines publicitarios); y que optara, al cierre de su mandato, por provocar a Venezuela mediante falsas acusaciones ante la OEA, que de inmediato derivó en la ruptura de las relaciones diplomáticas y con ello el comercio. Este estado de guerra inminente entre Colombia y Venezuela sería el escenario político económico que le legara al Presidente Santos.
Por Venezuela, el escenario principal para la sobrevivencia de la Revolución Bolivariana lo constituye el próximo proceso electoral del 26 de septiembre, que de quedar la Asamblea Nacional en manos de la oposición, se desaceleraría la radicalización del socialismo, afectaría las misiones, y lo que sería más apremiante: el derrocamiento del Comandante Chávez con participación de las fuerzas invasoras del imperio norteamericano, con el libreto aplicado a Panamá, Haití y más recientemente a Honduras, que de inmediato entre la Asamblea Nacional y la OEA darían conformidad jurídica nacional e internacional respectivamente. Con la superposición de estos escenarios se enfrentaron dos modelos, dos personalidades y expectativas diametralmente opuestas pero con objetivos comunes, y que a la postre dieron la razón al Siempre Comandante Fidel sobre las razones dadas por la que Colombia no atacaría a Venezuela.
Pero ¿qué prevaleció? ¿Qué se ganó? ¿Qué se perdió?, ¿Qué quedó pendiente? Para responder estas interrogantes es necesario sopesar los intereses políticos, económicos, sociales y militares, y a la luz de los resultados conocidos analizar sus beneficios y desventajas, así como, sus fortalezas y oportunidades, resultantes a cada nación, Por Colombia, la suspensión de relaciones diplomáticas y económicas afectaron directamente su industria y desempleo ante el cierre de un mercado cautivo en Venezuela, así como la suspensión de pagos por falta de dólares americanos suministrados por CADIVI a los empresarios de Venezuela, que no necesariamente venezolanos, sino que son en gran parte de empresas colombianas con representación en Venezuela. Desde el punto de vista político, Colombia se encuentra sumida en una arena movediza, en un aislamiento que se debate entre la quimera de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y el asilamiento del resto de Sur América. Atacar a Venezuela en solitario, no podría; hacerlo con apoyo de las
fuerzas invasoras norteamericanas ratificaría su carácter desestabilizador en la región, un alto
costo político internacional. Además dejaría la retaguardia a merced de las fuerzas irregulares.
En lo social, sabe que más de (4) millones de colombianos radicados en Venezuela desde hace mucho tiempo, han sido reivindicados con garantía de sus derechos ciudadanos, que en su país de origen nunca le fueron respetados, lo que constituyen una carga social que reclama la paz entre ambas naciones. Adicionalmente, el cuadro social real de Colombia no es el que pregonan mediáticamente, sino el alto grado de pobreza e indigencia publicado recientemente la ONU y recordado por el Presidente del Congreso de Colombia, el Dr. Armando Benedetti, en su discurso de recepción de cargo de Juan Manuel Santos. Situación que agravaría el orden interno por suspensión del envío de remesas destinadas a Colombia. En Venezuela, se enfrenta a esta crisis con una sociedad fracturada por una oposición actuando como quinta columna a favor de las fuerzas invasoras y lo que es peor aupando a la guerra como estrategia política en la campaña del 26 de Septiembre, a fin de ganar ventaja en una proyección que augura su derrota. Con una guerra mediática basada en mentiras al mejor estilo de JJ Rendón, llena de mentiras y manipulación de la opinión pública contra PDVAL, baluarte de la soberanía agro alimentaria a fin de opacar el sistema de distribución de alimentos activado por el gobierno para enfrentar la especulación y acaparamientos que minaban la sobrevivencia de las clases populares; una oposición atacando la FANB por su actualización y modernización del parque militar, banalizando las milicias y a la Reserva Militar, tildando de guerrista al Presidente Chávez y a la vez ensalzando al ex ministro de defensa Juan Manuel Santos como hombre de Paz y Amor, a sabiendas de su participación en el ataque al territorio ecuatoriano y en las muertes extra judiciales de los falsos positivos. No obstante, la prioridad de la Revolución Bolivariana sigue siendo las elecciones parlamentarias del 26S y no se podía permitir llegar a esta fecha en una situación de guerra.
Es en esta etapa de preguerra es cuando se comienza a librar la primera batalla, la batalla por la paz, estrategia acertada que movilizó la opinión pública nacional e internacional. En lo interno, en las principales ciudades fronterizas las manifestaciones populares colombo venezolanas pronto hicieron sentir su hermandad y repudio a la guerra; en lo internacional, el Canciller Nicolás Maduro realizó una apretada y fructífera agenda que llevó a la intermediación de Néstor Kirchner y Luis Inacio Da Silva (Lula), que aunque rechazada por Santos, no es menos cierto que influenciaron la resolución bilateral y directa, ya conocida Para Venezuela, el problema económico con Colombia más bien es una fortaleza. En lo político, el máximo interés y de valor estratégico al mediano y largo plazo, es la unidad latino americana que debe consolidarse en julio del 2011, fecha en la que Venezuela será sede la constitución formal del Consejo de Estados Latino Americanos y del Caribe [CELAC], instancia que está predestinada a reemplazar la OEA, con ausencia de USA y Canadá. Éste sería el verdadero triunfo ante la amenaza imperial y que a la vez reduciría su influencia en nuestros pueblos; Ésta nueva entidad política internacional aislaría regionalmente a USA y a Canadá y los obligaría a negociar en bloque y no divididos como nos tienen acostumbrados. En lo social, Venezuela mantiene la ventaja mediante las misiones por ser punta de lanza de la Revolución que ha rescatado de la pobreza y de la inopia a millones de compatriotas; mientras, en Colombia, detrás de las cámaras y fuera de la prensa subsiste gran parte de nuestros hermanos colombianos en una deplorable e indigesta existencia.
Así las cosas, podremos analizar los acaecimientos y medir a través de su resultado la
respuesta a las incógnitas planteadas: ¿qué prevaleció? ¿Qué se ganó? ¿Qué se perdió?,
¿Qué quedó pendiente?
1) Prevaleció la sensatez al evitar una guerra que ninguno de los dos países deseaba;
prevaleció el pragmatismo, entendiendo que más ganarían ambas naciones unidas
que enfrentadas; una guerra entre Colombia y Venezuela casi luciría como una guerra
civil; prevaleció el criterio de reconstruir las relaciones diplomáticas como dos pueblos
civilizados, basados en el respeto y la confianza por construir. La respuesta dada por
ambos mandatarios es hoy ejemplo para el resto del mundo, convulsionando por los
cuatro puntos cardinales y en los 7 mares.
2) Con la Estrategia Ganar-Ganar/ Sumar-Sumar, ganan ambas naciones y se tiende un
franco puente a la complementariedad económica, política, social a más largo plazo, la
militar.
a) Colombia obtuvo en lo inmediato el reconocimiento de parte de la deuda que
sostienen empresas venezolanas a las que se le proveerá el pago.
b) El resto de la deuda será revisada para determinar cuáles valores son reales y
cuales especulativos
3) Se ganó un alto a la escalada de guerra impulsada por Álvaro Uribe
4) Se ganó un reacomodo de las relaciones bilaterales sin intervención de la OEA y de
USA
Por Venezuela, el escenario principal para la sobrevivencia de la Revolución Bolivariana lo constituye el próximo proceso electoral del 26 de septiembre, que de quedar la Asamblea Nacional en manos de la oposición, se desaceleraría la radicalización del socialismo, afectaría las misiones, y lo que sería más apremiante: el derrocamiento del Comandante Chávez con participación de las fuerzas invasoras del imperio norteamericano, con el libreto aplicado a Panamá, Haití y más recientemente a Honduras, que de inmediato entre la Asamblea Nacional y la OEA darían conformidad jurídica nacional e internacional respectivamente. Con la superposición de estos escenarios se enfrentaron dos modelos, dos personalidades y expectativas diametralmente opuestas pero con objetivos comunes, y que a la postre dieron la razón al Siempre Comandante Fidel sobre las razones dadas por la que Colombia no atacaría a Venezuela.
Pero ¿qué prevaleció? ¿Qué se ganó? ¿Qué se perdió?, ¿Qué quedó pendiente? Para responder estas interrogantes es necesario sopesar los intereses políticos, económicos, sociales y militares, y a la luz de los resultados conocidos analizar sus beneficios y desventajas, así como, sus fortalezas y oportunidades, resultantes a cada nación, Por Colombia, la suspensión de relaciones diplomáticas y económicas afectaron directamente su industria y desempleo ante el cierre de un mercado cautivo en Venezuela, así como la suspensión de pagos por falta de dólares americanos suministrados por CADIVI a los empresarios de Venezuela, que no necesariamente venezolanos, sino que son en gran parte de empresas colombianas con representación en Venezuela. Desde el punto de vista político, Colombia se encuentra sumida en una arena movediza, en un aislamiento que se debate entre la quimera de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y el asilamiento del resto de Sur América. Atacar a Venezuela en solitario, no podría; hacerlo con apoyo de las
fuerzas invasoras norteamericanas ratificaría su carácter desestabilizador en la región, un alto
costo político internacional. Además dejaría la retaguardia a merced de las fuerzas irregulares.
En lo social, sabe que más de (4) millones de colombianos radicados en Venezuela desde hace mucho tiempo, han sido reivindicados con garantía de sus derechos ciudadanos, que en su país de origen nunca le fueron respetados, lo que constituyen una carga social que reclama la paz entre ambas naciones. Adicionalmente, el cuadro social real de Colombia no es el que pregonan mediáticamente, sino el alto grado de pobreza e indigencia publicado recientemente la ONU y recordado por el Presidente del Congreso de Colombia, el Dr. Armando Benedetti, en su discurso de recepción de cargo de Juan Manuel Santos. Situación que agravaría el orden interno por suspensión del envío de remesas destinadas a Colombia. En Venezuela, se enfrenta a esta crisis con una sociedad fracturada por una oposición actuando como quinta columna a favor de las fuerzas invasoras y lo que es peor aupando a la guerra como estrategia política en la campaña del 26 de Septiembre, a fin de ganar ventaja en una proyección que augura su derrota. Con una guerra mediática basada en mentiras al mejor estilo de JJ Rendón, llena de mentiras y manipulación de la opinión pública contra PDVAL, baluarte de la soberanía agro alimentaria a fin de opacar el sistema de distribución de alimentos activado por el gobierno para enfrentar la especulación y acaparamientos que minaban la sobrevivencia de las clases populares; una oposición atacando la FANB por su actualización y modernización del parque militar, banalizando las milicias y a la Reserva Militar, tildando de guerrista al Presidente Chávez y a la vez ensalzando al ex ministro de defensa Juan Manuel Santos como hombre de Paz y Amor, a sabiendas de su participación en el ataque al territorio ecuatoriano y en las muertes extra judiciales de los falsos positivos. No obstante, la prioridad de la Revolución Bolivariana sigue siendo las elecciones parlamentarias del 26S y no se podía permitir llegar a esta fecha en una situación de guerra.
Es en esta etapa de preguerra es cuando se comienza a librar la primera batalla, la batalla por la paz, estrategia acertada que movilizó la opinión pública nacional e internacional. En lo interno, en las principales ciudades fronterizas las manifestaciones populares colombo venezolanas pronto hicieron sentir su hermandad y repudio a la guerra; en lo internacional, el Canciller Nicolás Maduro realizó una apretada y fructífera agenda que llevó a la intermediación de Néstor Kirchner y Luis Inacio Da Silva (Lula), que aunque rechazada por Santos, no es menos cierto que influenciaron la resolución bilateral y directa, ya conocida Para Venezuela, el problema económico con Colombia más bien es una fortaleza. En lo político, el máximo interés y de valor estratégico al mediano y largo plazo, es la unidad latino americana que debe consolidarse en julio del 2011, fecha en la que Venezuela será sede la constitución formal del Consejo de Estados Latino Americanos y del Caribe [CELAC], instancia que está predestinada a reemplazar la OEA, con ausencia de USA y Canadá. Éste sería el verdadero triunfo ante la amenaza imperial y que a la vez reduciría su influencia en nuestros pueblos; Ésta nueva entidad política internacional aislaría regionalmente a USA y a Canadá y los obligaría a negociar en bloque y no divididos como nos tienen acostumbrados. En lo social, Venezuela mantiene la ventaja mediante las misiones por ser punta de lanza de la Revolución que ha rescatado de la pobreza y de la inopia a millones de compatriotas; mientras, en Colombia, detrás de las cámaras y fuera de la prensa subsiste gran parte de nuestros hermanos colombianos en una deplorable e indigesta existencia.
Así las cosas, podremos analizar los acaecimientos y medir a través de su resultado la
respuesta a las incógnitas planteadas: ¿qué prevaleció? ¿Qué se ganó? ¿Qué se perdió?,
¿Qué quedó pendiente?
1) Prevaleció la sensatez al evitar una guerra que ninguno de los dos países deseaba;
prevaleció el pragmatismo, entendiendo que más ganarían ambas naciones unidas
que enfrentadas; una guerra entre Colombia y Venezuela casi luciría como una guerra
civil; prevaleció el criterio de reconstruir las relaciones diplomáticas como dos pueblos
civilizados, basados en el respeto y la confianza por construir. La respuesta dada por
ambos mandatarios es hoy ejemplo para el resto del mundo, convulsionando por los
cuatro puntos cardinales y en los 7 mares.
2) Con la Estrategia Ganar-Ganar/ Sumar-Sumar, ganan ambas naciones y se tiende un
franco puente a la complementariedad económica, política, social a más largo plazo, la
militar.
a) Colombia obtuvo en lo inmediato el reconocimiento de parte de la deuda que
sostienen empresas venezolanas a las que se le proveerá el pago.
b) El resto de la deuda será revisada para determinar cuáles valores son reales y
cuales especulativos
3) Se ganó un alto a la escalada de guerra impulsada por Álvaro Uribe
4) Se ganó un reacomodo de las relaciones bilaterales sin intervención de la OEA y de
USA
5) Se ganó tiempo para continuar en sana paz con la convocatoria de la CELAC, donde
la presencia de Colombia es sumamente importante por tratarse del Bicentenario de la
Independencia.
6) No se perdió nada, todos ganaron, todos sumaron
7) Quedó pendiente la concreción de las metas señalas a las comisiones en materia de
complementariedad económica, infraestructura fronteriza, turismo y seguridad.
8) Se destaca la propuesta de un proyecto de largo aliento como es el plan ferroviario
para permitirle a Colombia ganar el Atlántico y Venezuela salir al Pacífico, inclusive a
Panamá
9) Queda pendiente una paz duradera y sostenible basada en el respeto y la confianza
recíproca.
10) Queda pendiente concretar el sueño de Bolívar: La Unión de La Gran Colombia
la presencia de Colombia es sumamente importante por tratarse del Bicentenario de la
Independencia.
6) No se perdió nada, todos ganaron, todos sumaron
7) Quedó pendiente la concreción de las metas señalas a las comisiones en materia de
complementariedad económica, infraestructura fronteriza, turismo y seguridad.
8) Se destaca la propuesta de un proyecto de largo aliento como es el plan ferroviario
para permitirle a Colombia ganar el Atlántico y Venezuela salir al Pacífico, inclusive a
Panamá
9) Queda pendiente una paz duradera y sostenible basada en el respeto y la confianza
recíproca.
10) Queda pendiente concretar el sueño de Bolívar: La Unión de La Gran Colombia
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