Vida a Vida
(Carlos José Reyes
@Pugnatur)
[a la naturaleza que da vida a la vida extinta/ ¿Acaso somos distinto a la
naturaleza misma? que siendo sus hijos, hurgamos sus entraña en insólito éxtasis
de dolor/ y a la vez, con egoísta olvido usurpamos su radiante esplendor]
-I
Agua
cristalina,
mirada furtiva que a tu rostro oculta,
Con sonrisa radiante,
la erupción volcánica, el corazón febril
II
Brisa marina,
Silbido sigiloso que en tu brusco despertar,
Con ademán de gentil sorpresa,
late la emoción herida
-III
Sol
de arena,
ardor vibrante el alma fría al anochecer,
Con llanto alegre,
esparce rocío la ternura ajena
-IV
Cielo
serpentino,
borrasca del pecado que destila olvido,
Con rabia la iris contenida,
horada el velo del recuerdo
-V
Estrella
fulgurante,
ilumina el día que su muerte anuncia,
Que con eterno amor,
descubre su destino extinto
Sobre Dolores de Cabeza
Roque Dalton
Es bello ser comunista,
aunque cause muchos dolores de cabeza.
Y es que el dolor de cabeza de los comunistas
es histórico, es decir
que no cede ante las tabletas analgésicas
sino sólo ante la realización del Paraíso en la tierra.
Así es la cosa.
Bajo el capitalismo nos duele la cabeza
y nos arrancan la cabeza.
En la lucha por la Revolución la cabeza es una bomba de retardo.
En la construcción socialista
planificamos el dolor de cabeza
lo cual no lo hace escasear, sino todo lo contrario.
El comunismo será entre otras cosas,
una aspirina del tamaño del sol.
Saludo de Juan Panadero al camarada Stalin
(RAFAEL ALBERTI)
1
Juan Panadero quisiera
hoy una copla tan grande
que ni en el canto cupiera.
2
Copla que no la cantara
más que la mar porque tiene
la voz más honda y más clara.
3
Hay nombres, palabras solas
que sólo pueden cantarlos
la multitud de las olas.
4
¡Las olas! ¡La multitud!
Olas que vienen y llevan
la voz de la juventud.
5
Voz profunda, van tan alta...
La voz que a Juan Panadero
hoy para cantar le falta.
6
Pero se la presta el mar,
el mar de España, y se pone
Juan Panadero a cantar.
7
Empieza Juan Panadero:
Canto a un hombre, pero canto
en él un canto al acero.
8
¡Oh varón de la entereza!
(Pero al acero la luz
le relumbra en la corteza).
9
¡Varón de la mano dura!
(Pero el acero en su sangre
corre también la ternura).
10
Varón, te canto en tu edad.
(Pero el acero levanta
por años la eternidad).
11
Varón si fuerte en la guerra,
más fuerte en la paz que pide
gritando toda la tierra.
12
Se ven en ti los obreros,
se miran los campesinos,
soldados y marineros.
13
Mariscal de mariscales,
¿qué hazaña no hay en tu vida
que dé en tu vida señales?
14
Eres la Revolución,
los días duros y amargos,
los años de la prisión.
15
Eres la fe sin frontera,
la acción que nunca descansa,
el viento de una bandera.
16
El sueño de Octubre, el sueño
que encendió Lenin y fuera
por ti ya un mayo risueño.
17
¡La guerra! Que nadie diga
que eres la guerra... ¡Más ay
del que busque tu enemiga!
18
¡Del que se atreva a verter
sangre de tu pueblo! ¡Ay
del que ya olvidó el ayer!
19
Que eres el hondero fuerte,
la tierra arrasada, el palmo
seguro para la muerte.
20
El flechero sobrehumano,
el insomne, el repentino
rayo que suelta una mano.
21
¡El héroe! ¡Tu pueblo entero!
El que dio a mares la vida
por no morir prisionero.
22
¡El héroe! ¡El primer soldado!
Canta tu nombre en el mundo
la estrella de Stalingrado.
23
Cantar su honor, tu gloriosa
firmeza, tu inexpugnable,
bella patria victoriosa.
24
Maestro de pueblos, Guía,
los ojos siempre prendidos
del alba abierta del día.
25
Constructor de la más sana
Era, alfarero de hombres,
arquitecto del mañana.
26
Tu nombre es candela; es sombra;
temor para el que te calla,
valor para el que te nombra.
27
Tiembla el dinero en la mano
del que quiere que hasta el sol
nazca norteamericano.
28
El banquero desentierra
su bolsa, por si la paz
puede robarle la guerra.
29
Y anda planes planeando
y -¡plan, plan, racataplán!-
anda con Marshall marchando.
30
Mira el mapa y se acongoja
viendo tanta geografía
ya escrita con tinta roja.
31
Y piensa en bombas y grita
soltando truenos de uranio
y cometas de trilita.
32
Pero tú serenamente
fumas tu pipa y sonríes
soñando para otra gente.
33
Que hoy, en tu robusta edad,
se cumpla tu sueño y cante
por toda la Humanidad.
34
Envío:
Juan Panadero le envía,
Mariscal, en estas coplas
todo lo que España ansía.
35
Te manda Juan Panadero,
con su saludo, la España
grande de los guerrilleros.
36
No la de la División
Azul, sino la que tiene
tu nombre en el corazón.
37
La España del campesino,
la España obrera, la España
que sabe bien su camino.
38
La que muere y que trabaja,
la que vive y combatiendo
hila a Franco su mortaja.
39
Deja que en estos cantares
te mande un ramo de olivo
y una rama de azahares.
40
Una lámpara minera,
una paloma del monte
y una estrella marinera.
41
Juan Panadero levanta
el puño, porque ya el canto
no le cabe en la garganta.
42
Y grita Juan Panadero,
puño en alto: ¡Viva Stalin!
...Y se oye en el mundo entero.
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