Al Comandante Jorge
Brotó de la entraña popular.
De la Colombia rural, profunda,
Campesino como nosotros,
Humilde como nosotros;
Nació silvestre y libre,
Rebelde fue creciendo
En una geografía poblada de leyendas
De historias guerrilleras
De Manuel Marulanda Vélez
Que pasaba en las noches
Arropado en la niebla
Con la esperanza al hombro
Con la patria nueva…
-¡Jojoy! ¿Y estos quiénes son?
Preguntó el muchacho
De inquieta mirada,
Tormenta a punto de estallar,
Envuelta en su ruana…
Pero ellos volvieron
Con la brisa fresca de los frailejones;
Y los vio entre relámpagos
De fuego y oro
Del fogón del hogar,
Fantasmagóricos adalides
Flotando en la atmósfera sagrada, fraternal,
Del café recién colado…
Husmeó sus huellas
Y supo que venían de Ceilán,
De Génova Quindío
Y del sur del Tolima,
Del cuartel de El Davis,
Con el canto del Cambrín,
Con el murmullo de Rio Chiquito en los guijarros,
Y la pólvora de Marquetalia,
Y la carcajada de Jacobo.
Se fue con ellos…
Domeñó las cordilleras,
Los cañones profundos;
Pasó por playones extraviados…
Fue viento raudo y gélido del páramo
Y aire cálido en las vegas del Magdalena;
En el Cauca fundió su ser
Con el anhelo de indios y de negros,
Y en el Caguán fue selva y río,
Estatura guerrillera en creciente,
Sol en la llanura sin fin,
Agua en los morichales.
Y en la Macarena ascendió a los cielos.
La oligarquía se fijó en él
Y contra él dirigió su fuego
Cargado de odio, de sordo rencor,
Pero el pueblo lo atrincheró en su corazón,
Y la eufonía “Jojoy” palpitó en el pecho herido de los pobres.
El mejor oficial de Manuel,
El más eficaz de sus generales,
Recio huracán desafiando tiranías,
Héroe de la libertad y la justicia…
Ángel armado de la Nueva Colombia,
La patria grande y el socialismo.
Fue Jorge, el Mono Jojoy,
Querido por su pueblo,
Amado por su tropa…
Sigue avanzando hacia la capital, Jorge,
Con el fuego incandescente del amor
De Bolívar y del Che
Y la certera estrategia de Manuel.
Que suene ese corrido,
Que cantaba Jorge
En la ofensiva que sube a Bogotá
En el puño de los insurrectos e insumisos.
Hasta siempre comandante
Hasta siempre hermano, hasta siempre.
Nacimos para vencer.
Rapsodia JOJOY
Desde la profunda savia
de los proscritos de la tierra
indómito se alzó a la libertad
domando el viento
de los afilados paramos
Aceró su abnegada voluntad
bajo el ardor de los dorados frailejones
Y se hermanó a los ríos diluviales
que le entregaron su saber indoblegable.
El soplo de Marquetalia crepitante
le ató su corazón a la esperanza
y así, tiró los restos
que eran su vida misma
a los singulares riesgos de la historia
Asido del halito fundacional de la epopeya
afinó la sensibilidad de su geografía humanista
con las causas
que incuban las desigualdades
Deletreando a Marx
a Lenin
al Che
a “la historia me absolverá”
el horizonte fue más resplandeciente
Y el hambre del colono
el despojo indígena Caucano
la exclusión del negro
la voracidad latifundista
en la pampa de Balsillas
o en los llanos
vigorizaron su compromiso de por siempre
Se moldeo en la sencillez
del hombre nuevo
en revolucionario llano
de la semántica ¡Jojoy!
Apasionado y generoso de ternura
arquetipo del chispazo y la alegría
Sencillamente
un hombre fértil de la tierra
Y se fue
como siempre fue
fuego volcánico y mordaz
irreverente ante los opresores
Dialogante y dinamizador de la estrategia
incisivo en el combate a la injusticia
pólvora y cañón indeclinable
quizá revazando
al más grande de los Mirmidones
Octubre 19 de 2010.
Bloque del Magdalena Medio
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