LUCHANDO CONTRA EL FASCISMO DESDE TODAS LAS TRINCHERAS

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Canciones de Combate

jueves, 16 de diciembre de 2010

CULTURA Y EDUCACION POPULAR PARA LA TRANSFORMACIÓN.


Por:Álvaro Ravagueche


Históricamente hemos aprendido un concepto de cultura reducido, aquel que plantea la cultura como educación, se es culto o posee cultura quien tiene educación, quien ha pasado por el sistema educativo formal impuesto – entre otras cosas- por determinada clase social y religiosa o por el marco de valores del sistema capitalista. Otra manera cerrada de ver la cultura es aquella que es abarcada por el concepto de “bellas artes” donde solo unos pocos tiene acceso a este tipo de artes y que deben ser artes refinadas al estilo de los europeos y ahora a la manera de los “ricos” del país. Una cultura que transmite las formas de vida, las necesidades, las formas de hablar, de sentir de los burgueses o los que manejan la economía de la nación. Este tipo de cultura está enmarcada dentro del mercado, dentro de las lógicas del neoliberalismo que han convertido además de nuestros recursos naturales, a las artes y la cultura en productos de mercancía.
Ahora bien inverso y más amplio al concepto de cultura refinada, bellas artes, de clase burguesa existe el concepto de cultura popular: que enmarca tres dimensiones la educación, el arte y la cultura en general que expresan el sentir, las necesidades, practicas y propuestas de cambio de los sectores del pueblo. En este contexto el concepto de "saber" y de cultura apunta a la capacidad de los miembros de una comunidad de asumir nuestra situación en forma autónoma, en la posibilidad de poder elaborar, de poder crear nuevas formas, nuevos contextos, una nueva sociedad acorde a nuestras formas de ver el mundo, acorde a las necesidades de la comunidad. Entendemos la educación popular como la apropiación del saber, – sin desconocer el sello de la desigualdad en la sociedad que vivimos,- la cultura popular recoge todos los hechos sociales que le dan esencia a nuestro ser y a nuestras comunidades: nuestros saberes, las formas de concebir el mundo, nuestras creencias, nuestras formas de expresar en el arte, nuestra forma de vivir, en ultimas nuestro ser mismo.
En este orden de ideas debemos aclarar que lo que nosotros llamamos cultura popular es popular no sólo porque sus actividades las realicen con sectores populares (cosa que puede ocurrir también en la cultura burguesa), sino porque esta cultura se liga orgánicamente a un proyecto social acorde con los intereses del pueblo. Esto significa que el término popular debe ser entendido de manera más compleja que una simple categoría socioeconómica. La cultura es popular, cuando enfrenta la distribución desigual material y de saberes, de expresiones y cuando incorpora su propio saber y su cultura como herramienta de liberación en manos de la comunidad.
En el proceso de lucha por la transformación social, las comunidades requieren reivindicar y elaborar su propio saber y defender nuestra propia cultura y enfrentar esa desigualdad (económica, política, social, y cultural) que busca marginarnos y excluirnos de nuestra capacidad de acción.
La cultura y la educación popular pasan a fundarse en una dimensión de la práctica social popular y la transforma a través de la reflexión crítica. La cultura y la educación popular es un práctica específica que se lleva a cabo en el mundo popular (sus organizaciones, sus grupos en concreto, sus tejidos, sus intereses de clase popular) con la intencionalidad de reivindicar, presionar o simplemente "ver"; su surgimiento no es casual, sino que intenta responder a los requerimientos y carencias concretos de los sectores populares.
En primer lugar, lo popular hace referencia a una realidad de clase, no es únicamente sinónimo de "pobre" sino que se refiere al sector popular como un conjunto de personas conscientes que conforman un sector social amplio que tiene en común el ser oprimido o excluido (económica, social, ideológicamente) por otro sector "no popular" que lo explota directa o indirectamente. En este sentido entendemos lo popular como una práctica alternativa, propia del sentir, de la conciencia de los oprimidos.
El aporte de la construcción de una cultura y a educación popular puede entenderse como el realizar procesos que posibiliten el descubrimiento de las bases, la explicitación, aclaración y la valoración del proyecto popular.
Esta cultura se orienta a generar lugares de encuentro y a estimular la construcción de organizaciones y lazos permanentes entre las diferentes capas del pueblo, para así ir construyendo los sujetos colectivos concretos que puedan llevar adelante la lucha por el poder popular.
Por último y en relación a lo que hemos mencionado, el carácter popular de la práctica educativa tiene implicaciones políticas. Esta condición cualifica y condiciona los procesos educativos; los cualifica históricamente, ya que de acuerdo a la situación que viva el pueblo, cambian los desafíos, y al cambiar éstos cambian las tareas, las formas, las practicas de la cultura misma y educación popular. Por ello la práctica de educación popular es educación política, en la medida que crea un nivel de actividad política: aquella que con lleva a las luchas populares. Por ejemplo en el arte popular que venimos proponiendo aquí, tiene su compromiso con la libre expresión humana, pero expresión de los sueños, necesidades, situaciones, visiones del pueblo colombiano que hoy viene desarrollando la lucha popular.
Por ello invitamos a los educadores, artistas, y todos los cultores de nuestra patria, que ayuden a crear una cultura y educación popular para la nueva Colombia.

1 comentario:

  1. disculpen soy de una empresa socialista de costura (franelas)
    nota:el comentario es tengo un local (la av. sucre, centrocomercial catia ) pago un alquiler de 1600Bs mensuales y aora nos subieron la mensualida al doble de la cantidad a 2800Bs .
    ¿que puedo hacer? ¿nose adonde denunciar? telf:
    04165330902

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