Cortesia Agencia Bolivariana de Prensa
La dignidad humillada, la dignidad pisoteada, jamás hubiéramos imaginado tanta vileza.
Conocí al escritor peruano, hoy español, Mario Vargas Llosa en la Semana del Autor, realizada en el Instituto de Cooperación Iberoamericana de Madrid en el mes de mayo de 1984. En ese entonces con toda solemnidad fue presentado por el director del centro Luis Yañez Barnuevo, como uno de los más connotados escritores de la lengua hispana. Vargas Llosa iba vestido de punta en blanco, mancuernas de oro, corbata a la moda y zapatitos de cafiche italiano. El público desde tempranas horas abarrotaba el recinto ansioso por escuchar las palabras de uno de los profetas del boom latinoamericano.
Mario hablaba de manera pausada con ese acento de pituco limeño tan característico, un tonito de formalidad y seriedad que revelaba un carácter a prueba de balas. Con maestría fue diseccionando una a una sus novelas: la Tía Julia y el escribidor, la Casa Verde, los Cachorros, Conversaciones en la Catedral, la Guerra del Fin del Mundo, la Ciudad y los Perros, Pantaleón y las visitadoras, sin duda alguna libros brillantes en los que demuestra sus grandes dotes de narrador. Al acabar las conferencias su fanaticada se le lanzaba encima presa de un ataque de histeria. Las becarias, las primeras ¡Mario, Mario, queremos un hijo tuyo! y él con ínfulas de divo inflaba el pecho cual pavo real firmando autógrafos a diestra y siniestra. Mario el seductor, el donjuán al que las musas jamás abandonan.
El mismo día que se cerraba el ciclo de conferencias aconteció un hecho inaudito. Tras agradecer su presencia y pronunciar unas palabras de despedida el presidente del ICI abrió el turno de preguntas. De repente, como tocado por un rayo, se puso en pie un personaje tosco de pelos enmarañados quien señalándolo con el dedo índice le espetó: «eres un lameculos de los norteamericanos» ¡oh Dios mío qué insolencia! En el salón de actos se hizo un silencio sepulcral. Pero, ¿quién es este energúmeno que osa mancillar la reputación de un escritor tan laureado? A quemarropa el francotirador seguía disparando sus acusaciones, lo llamó, si la memoria no me falla, de «bastardo», «sátrapa» y «fariseo». La audiencia murmuraba indignada, incluso algunos quisieron silenciarlo, pero no hicieron más que enfurecer la fiera. Este tipo no era otro que el polemista y escritor chileno León Canales, quien más tarde se convertiría en uno de mis mejores amigos. Desde luego que hay que tener agallas para plantarle cara a un ser tan arrogante y pretencioso.
Sabotear un acto de tantos quilates no tenía precedentes. A Mario le dio el patatús. Un mequetrefe lo insultaba en público, lo retaba a duelo a él toda una eminencia extratosférica ¡qué humillación! con soberbia y altanería se alisó el pelo e intentó mantener el tipo pero ya no le dio tiempo a reaccionar. Mientras tanto don Luis Yáñez Barnuevo le hacía señas a los bedeles para que cortaran el micrófono. Se armó tal alboroto que tuvo que suspenderse el acto de clausura. Vargas Llosa arropado por su corte de aduladores se retiró por la puerta falsa, al tiempo que León Canales no paraba de fustigarlo escupiendo epítetos de grueso calibre.
Qué gran lección recibí ese día: ¿por qué quedarnos callados cual mansas ovejitas ante el ídolo intocable? Nuestro diosecillo cayó del pedestal y se hizo trizas contra el suelo. En todo caso los revolucionarios tenemos el deber y el derecho de reventar estos actos que no son más que meros escaparates de vanidad y egocentrismo. No hay que dejar títere con cabeza, no podemos tolerar que estos impostores se apoderen del espacio público y monopolicen los foros culturales. Que escarmienten y si quieren organizar sus mascaradas que lo hagan en clubes privados bajo la atenta vigilancia de policías y guardias de seguridad.
Hace unos días León Canales, quien se encuentra retirado en Peguerinos, un pueblecito de la sierra de Ávila, me llamó por teléfono -¿cachai? a ese concha de su madre del Vargas Llosa le han dado el premio Nobel de literatura. ¡Qué repugnante! Habráse visto tal desfachatez premiar a un individuo de tan baja calaña. Desde luego que la academia sueca debe estár infiltrada por miembros de la ultraderecha y la mafia de las editoriales.
Años después y por azares del destino vine a coincidir nuevamente con Vargas Llosa en Puno, a orillas del lago Titicaca. Resulta que el susodicho se encontraba allí de gira política ya que se postulaba a la presidencia de la república por el Fredemo (un partido afin a la ideología de Ronald Reagan y Margareth Tatchert ) Justo ese día se celebraba en Puno la fiesta de la Virgen de la Candelaria y Mario junto a su séquito quisieron aprovechar la ocasión para repartir propaganda electoral ¡El gran cambio! Vargas Llosa presidente 1990-1995. Ellos creían que iban a ser recibidos en olor a multitudes, pero calcularon mal la jugada y el tiro les salió por la culata. Los indígenas y campesinos en el momento en que lo identificaron arrebatados comenzaron a lanzarles toda clase de objetos: piedras, palos, botellas, mazorcas de maíz, hasta el punto que Mario cayó de bruces víctima del despiadado bombardeo. La muchedumbre le gritaban de todo: waqrasapa(cornudo), rosquete, allqo(perro) qanra (sucio) y el célebre escritor no tuvo más remedio que escapar con el rabo entre las piernas escoltado por la policía. Claro, esos bárbaros no comprendieron su noble propósito de trasformar el país en la Suiza suramericana. Mario el Tarzan de la selva que guía a la indiada por el camino de la salvación.
Vargas Llosa para muchos es un referente indiscutible en el mundo de la literatura, algo que no vamos a refutar. Lo que le reprochamos son sus declaraciones oficiales y extraoficiales que dejan mucho que desear. Mario no hace más que caer contradicciones y ambiguedades, pues lo escrito con la mano lo borra con el codo. A priori hay que distinguir entre el autor y su obra, y el autor, en este caso, es un farsante, un soberano hipócrita que sin compasión le clava una puñalada trapera a su pueblo al mejor estilo de Judas o Bruto.
Este individuo perteneciente a la pequeña burguesía peruana, cuya máxima virtud es imitar los patrones importados de Europa o Estados Unidos, bien hubiera podido ser un banquero, un obispo o un eminente doctor, pero por caprichos del destino se inclinó por la vocación literaria.Algo que no contó con el beneplácito de su familia pues una profesión de ese tipo no le garantizaba un futuro acorde a sus expectativas.
Pero, ¿cuál es el secreto del éxito y la singularidad de sus escritos se preguntarán ustedes? Mario construyó el eje de su obra gracias a los filones creativos que se esconden en el Perú profundo. Conjugó la magia indígena, las tradiciones y costumbres mestizas, la viveza criolla y la irreverencia africana para hilvanar la trama de sus novelas. Gracias al hábil uso de técnicas narrativas y su incansable espítitu investigador rompió con los moldes establecidos imprimiéndole un nuevo aire a la literatura contemporánea. Mario realmente es un guaquero que se ha apropiado de un incalculable tesoro: los modismos y la picaresca de la jerga andina, costeña o selvática.
Hasta aquí todo es lícito y correcto porque de alguna u otra manera todos participamos de la herencia de ese patrimonio intangible, un arquetipo colectivo que por añadidura nos pertenece. Lo criticable en Vargas Llosa es que agravie y desprecie de una manera tan mezquina a su pueblo y por otro lado incline paciente la cerviz ante los poderosos.
Si analizamos con atención los protagonistas de sus novelas nos daremos cuenta que la mayoría son cholos, mestizos, sambos, mulatos, indios aguarunas, quechuas, machiguengas, prostitutas, maricones, delincuentes o soldaditos, es decir, los marginados, personajes que tienen algo que contar y que reflejan con todo el realismo la idiosincracia peruana.
Mal que le pese Mario es un mestizo que sufre un tremendo complejo de inferioridad, ese estigma lo martiriza y por eso reniega de tan noble origen. No acepta una parte de su ser, él es un híbrido, un bastardo fruto de la unión de un conquistador español con alguna concubina indígena. En sus genes lleva escrita la sentencia: tiene rasgos andinos que lo delatan ¡qué desgracia! a él le hubiera gustado ser químicamente puro pero la cigüeña se equivocó de cuna. Una verdadera maldición que inútilmente intenta exorcizar.
Para Vargas Llosa la historia de América comienza en 1492. Hágase la luz y la luz fue hecha. Los españoles nos han legado su cultura, su lengua, su religión y aunque hayan cometido algunos desmanes, tenemos que sentirnos orgullosos de tamaña herencia. El imperio inca,en minúscula, se dedico a sojuzgar pueblos, a esclavizarlos sin piedad. La cultura indígena no dejó más que algunas piedras, ceramios, guacos, momias y telas apolilladas. En la historia del Perú no representa más que período cavernario de nula productividad. Sus avances técnicos son irrelevantes y ni siquiera desarrollaron la escritura o descubrieron la rueda. Esa «utopía arcaica» como bien la definió en uno de sus ensayos, donde impunemente escupió la memoria del amauta José María Arguedas, está condenada al fracaso, es un obstáculo que nos impide integrarnos de pleno derecho en la civilización occidental. Esos salvajes analfabetas todavía no ha superado ese estadio primitivo que lo relega a un papel meramente folklórico o artesanal. Algo completamente incompatible con al idea de modernidad.
Nadie se explica como un autor que ha recorrido el Perú de palmo a palmo, que lo ha novelado de manera ejemplar, sienta ese odio fratricida ¡qué paradoja! En un análisis psicológico diríamos que Mario sufre un síndrome de ambivalencia, o sea, un estado en el que coexisten simultáneamente tendencias y actitudes opuestas, como, por ejemplo, los sentimientos de amor y de odio. En el campo intelectual el individuo enuncia al mismo tiempo una proposición y su contraria. Él sostiene que la escritura y la lectura nacen de un sentimiento de inconformidad, «toda buena literatura es un cuestionamiento radical del mundo en que vivimos» y por otro lado pregona la sumisión y la mansedumbre. « por encima de todo deben primar los valores democráticos reñidos con cualquier amago revolucionario»
La metamorfosis de este «cipayo» es muy curiosa pues en su época estudiantil se declaró abiertamente marxista- leninista, un rebelde comprometido con la causa de los más pobres y oprimidos. -Anticlerical, antimilitarista y antisocial- así lo describieron algunos críticos literarios. Y al final vean ustedes en lo que se trasformó el engendro: un burguesito amante de los lujos y la buena vida. Mario el oligarca, el patrón, el gamonal que se codea de tú a tú con la crema y nata del poder establecido.
Mario sostiene que novelar es una forma de mentir. Mentir,claro, eso es lo que es un mentiroso compulsivo, un hipócrita, o sea, que todo lo que ha escrito es una mentira, que todos los personajes que ha creado son caricaturas grotescas capricho de sus masturbaciones mentales. Como un ventrilucuo que le pone la voz a sus muñecos utilizádolos en una burda comedia. No es más que un estafador cuyas palabras carecen de autenticidad. «quien sabe mentir puede llegar a ser un gran autor» En efecto, él es consciente de este juego maquiavélico de ficciones y espejismos con el que ha triunfado.
Ese Perú mestizo donde se amalgama la cultura popular, el Perú, indígena, criollo, negro, zambo,chino, japones, gringo, como lo definiera magistralmente el poeta Nicomédes Santacruz: «indio-blanqui-negro/blanqui-negrindios.Y negrindoblancos» un crisol de razas con infinidad de matices, mezclas, músicas, bailes, trajes regionales, platos gastronómicos: el cebiche, la chicha de jora, la chicha morada, el cau cau , la papa a la huancaina, el ají de gallina,el rocoto, la pachamanca y mil y un platillos que nos cansaríamos de enumerar, el Perú dotado de un folklore majestuoso: el huayno, el yaraví, el vals criollo, el landó, el sikuri,la marinera, el Perú de infinita diversidad con sus 43 lenguas y dialectos, un país dotado de una naturaleza prodigiosa, que va desde los desiertos costeros a las cumbres andinas pasando por las selvas tropicales, a ese Perú es al que esta sangüijuela con toda su concha basurea y desprecia.
Nuestro adalid de los derechos humanos, el demócrata consumado no es más que un vil impostor que cambia de máscara según la conveniencia. Su postura no admite medias tintas: aprueba la explotación y el expolio de nuestros países, defiende el neoliberalismo y sus políticas privatizadoras, defiende los intereses de los empresarios y especuladores. Las grandes mayorías deben someterse a las leyes del sistema capitalista, único camino posible para salir de la pobreza y el atraso inmemorial.
Mario estaba predestinado a triunfar y por tal motivo se marchó a París para levantar los cimientos del mito. A Europa se fue a buscar el reconocimiento pues en ese paisito tan guachafo y mediocre se sentía un incomprendido, Ese Peru provinciano no era digno de una inteligencia superior pues un intelectual de su talla merecía tocar el cielo con las manos.
Este caballero de fina estampa que reluce la acera al andar andar, es un racista y xenófobo de primera categoría, este mestizo apitucado ni siquiera se ruboriza al confesar tan sórdidos pensamientos, un Llosa de los Llosas de Arequipa, el gamonal al que le rinden pleitesía sus vasallos. « Porque sólo se puede hablar de sociedades integradas en aquellos países en los que la población nativa es escasa o inexistente, en donde los aborígenes fueron prácticamente exterminados » Aunque parezca mentira son tesis sustentadas por el nuevo premio Nobel de literatura 2010, don Mario Vargas Llosa.
Mario es partidario de la eugenesia, el magistral escritor tan preocupado por los derechos humanos es uno de los más firmes defensores de la limpieza étnica y el apartheid. Algo que no nos sorprende pues ya desde finales del siglo XIX los gobiernos criollos estaban muy preocupados por incentivar la emigración europea y repoblar el país con una nueva raza de pioneros.
La eugenesia es una filosofía que defiende la pureza racial Existe una raza superior, evidentemente blanca, católica y apostólica, a la que Dios otorgó el privilegio de dominar la tierra. La eugenesia pretende mejorar los rasgos hereditarios humanos mediante la exclusión y la progresiva desaparicion de las razas inferiores. Porque nuestro rancio abolengo hay que conservarlo intacto y libre de asperezas. En otras palabras, si el Perú quiere salir del atraso atávico no le queda otra alternativa que blanquear la sociedad.
Algunos simpatizantes de dicha filosofía califican al indio como un raza autóctona emparentada con los cuyes y guanacos, el chino una raza importada que en la demografia del país no puede ser más activa y peligrosa, los negros semi-humanoides vagos y perezosos y la raza blanca, más o menos acriollada, no hace valer su superioridad étnica y se ve impotente para vertebrar la nación.
Existen métodos eficaces para exterminar las «razas inferiores» y reemplazarlas por emigrantes europeos, a ser posible arios, sanos, bellos e inteligentes. La eugenesia aconseja la esterilización de las personas defectuosas o especímenes indeseables que representan una onerosa carga social. Sin ninguna consideración se debe aplicar el aborto selectivo pues los altos índices de fertilidad de los nativos son contraproducentes. Lo fundamental es que esta plaga no se reproduzca pues son portadores de taras genéticas como el enanismo, el cretinismo y su coeficiente intelectual es casi nulo. Los indígenas son una raza degenerada por el alcoholismo y la adicción a la coca e incompatibles con la idea de prosperidad y desarrollo. El hombre nuevo debe ceñirse al canon europeo o americano: 1.80 metros de estatura, rubios, de ojos azules y piel blanca más blanca que la leche, ¡carajo! Como comprenderán este es un proceso doloroso pero, que a largo plazo, dará sus frutos.
Históricamente la costa peruana ha tenido un desarrollo superior gracias al protagonismo de la raza criolla, mientras que la sierra poblada por indígenas se ha visto relegada a la miseria absoluta. Cuando los «cholos» comenzaron a emigrar a la capital no hicieron más que ensuciarla, invadieron los terrrenos baldíos levantando sus tugurios de cartón y esterilla donde fundaron sus antros de prostitución y la delincuencia. Los serranos son unos resentidos sociales que necesitan recuperar su estima.
Y en el colmo del cinismo la academia sueca anuncia que le otorga el premio Nobel 2010 a Mario Vargas Llosa por « la cartografia de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes de la resistencia individual, la revuelta y la derrota del individuo» ¡a este mercenario lo catalogan como un escritor comprometido!
Me imagino a Mario el prestigioso profesor de universidades como Queen Mary College, Kings College of London, Cambridge,Washignton State, University of Columbia, Smitshionan institution, Siracusa, Princenton, Georgetown, Destuche Akademischer, adoctrinando a sus cachorros, dictando cátedra a sus anchas y exponiendo sus geniales teorías . Quién va a dudar de la palabra de un genio renacentista que domina las artes y las ciencias, la historia, la literatura, la poesía, los derechos humanos, la ecología, la filosofía, la política, quién va a dudar de una lumbrera que habla 7 idiomas y que ostenta un deslumbrante curriculum.
En el año 1983 Mario fue designado por el gobierno y el estado mayor del ejército como jefe de la comisión investigadora para esclarecer el crímen de los 8 periodistas en Uchuraccay. (un suceso que conmocionó a la sociedad de la época) Este es otro ejemplo más de su ineptitud pues Mario se limitó a suscribir el informe redactado por las fuerzas armadas que exculpaba a los ronderos o paramilitares, instruidos por ellos mismos, de la masacre. En conclusión los únicos responsables de tan horroroso crimen fueron los miembros de la comunidad quechua parlante -indígenas sanguinarios que dieron rienda suelta a sus más bajos instintos ensañándose con las víctimas – «Todos los peruanos somos culpables de la tragedía pues no supimos civilizarlos» Años después utilizó los archivos del proceso para escribir su novela «Lituma en los Andes», ganadora, por encargo de la mafia editorial, del premio planeta 1993.
Mario goza de un extenso prontuario plagado inmoralidades y plagios, (la fiesta del Chivo, La guerra del fin del Mundo, El paraíso en la otra esquina) evasión de impuestos y lavado de dinero. Perseguido por el gobierno de Fujimori, quien lo acusó de traición a la patria, se autoexilió en España. De inmediato, la monarquía y el gobierno socialista encabezado por Felipe González le otorgaron la nacionalidad española. Por las venas de Mario corre la sangre azul de un viejo hidalgo Pero nuestro viejo hidalgo no hace más que sorprendernos pues está implicado en la trama de corrupción del Partido Popular, mejor conocida como « el caso Gurtel » donde tuvo una estrecha relación con el exalcalde de Boadilla del Monte, el señor Arturo González Panero acusado por el juez Garzón como uno de los cabecillas de la mafia inmobiliaria. (ver foto adjunta)
Vargas Llosa no es cualquier guevón y se ha rodeado amigos, de «patas», de «yuntas» de reconocido prestigio entre los que caben destacar el expresidente del Salvador Francisco Flores, miembro del derechista ARENA, al expresidente checo Václav Havel que entregó su país a las a las multinacionales y está acusado de corrupción, del expresidente español Jose María Aznar, criminal de guerra y fiel de lacayode George Bush, al derechista Sebastián Piñera, heredero del pinochetismo, de Uribe Vélez, el genocida colombiano, del Rey de España y la reina doña Sofía, a quien las malas lenguas señalan como su amiguito secreto, miembro de la fundación ultraderechista Faes donde desempeña el cargo de consejero, padre putativo de la fundación hispano -cubana, compadre de Carlos Alberto Montaner y Mas Canosa, patrono de honor del partido ultraderechista Unión Progreso y Democracia de Rosa Díez y una extensa lista de personalidades e instituciones. Mario el poeta cortesano, el tenterillo palaciego que le hace las gracias a los banqueros, a los reyes, a los oligarcas.
Por otro lado nuestro paladín se ha convertido en un crítico acérrimo de la revolución cubana, la revolución nicaraguense o cualquier forma de resistencia que amenace el orden establecido. Incansable detractor de los gobiernos izquierdistas latinoamericanos a los que califica de «despóticos y autoritarios» el presidente venezolano Hugo Chávez, es un «abobinable dictadorzuelo» Evo Morales,el presidente de Bolivia, « un pobre pastor de llamas», a Correa, del Ecuador, «demagogo populista», a Fidel Castro «el satán caribeño» «Toda esta banda de forajidos hunden a sus pueblos en el fango de la miseria». «La ideología izquierdista es muy perniciosa para la juventud pues siembra en sus corazones al semilla del odio y la violencia. La utopía no existe, la revolución es un mito, y gusteles o no les guste tras la caída del muro de Berlín y el fin de la guerra fría la única potencia hegemónica es los EE.UU. Y Menos mal porque ellos garantizan la paz, la libertad y la pervivencia del sistema democrático» Aunque todo se derrumbe, vive feliz, no luches, el destino ya está escrito; mira la televisión, carga tu teléfono celular y conéctate a internet.
Vargas Llosa nació para ser un triunfador, su fama le precede; dinero, viajes, damas de honor, reconocimiento público, cenas en los mejores restaurantes, mansiones en Londres, Madrid, París, New York, San Juan, Lima y un multimillonario patrimonio que se reparte entre los negocios inmobiliarios y cuentas secretas en paraísos fiscales. ¡A la orden de vuecencia! al peruanito se le ha puesto cara de momio y ya pronuncia correctamente las c y las z. Todo un aristócrata de la Moraleja que le tira las orejas a los inmigrantes: « portaos bien que la madre patria os brinda cobijo ¡hostia! » Con el pasaporte español en la mano, el pasaporte europeo, el pasaporte diplomático que le regaló el rey de España. «la ley de extranjería debería aplicarse con mayor rigor porque España con tantos intrusos corre el riesgo de perder su esencia. Aunque a regañadientes tenemos que aceptarlos pues sino quién limpiará nuestras casas, quién cocinará, quién cortará la yerba del jardín, quien sacará nuestro perros a pasear»
La derecha española lo esgrime como su glorioso timonel, todo un premio Nobel en sus filas ¡qué distinción! un serrano arequipeño o «characato» se ha convertido por arte de magia en el sumo pontífice del nacionalismo español, superado incluso a Jose Antonio Primo de Rivera. ¡ver para creer! Un converso enfundado en la armadura de Pizarro que con ardor guerrero grita ¡arriba España! «Los nacionalismos han inundado el mundo de sangre. Los separatismos vasco, catalán o gallego son perniciosos e incompartibles con la idea de la España una grande y libre. Nuestra patria está en peligro. Elegid entre el orden o el caos» Este agente a sueldo del imperialismo norteamericano y del sionismo internacional no se muerde la lengua y condena a todo aquel que ame su tierra. El amor por el terruño es un delito, quien hable una lengua distinta y con coraje defienda sus señas de identidad es un terrorista en potencia.
Los sabios doctores reunidos en Estocolmo han elegido a Vargas Llosa como el caudillo de las letras universales, su nombre pasará a la posteridad grabado en letras de oro junto al de Cervantes, Shakespeare o Dante. Mario Vargas Llosa en mayúsculas, ¡loado seas, mi señor! la verdad de las mentiras ha triunfado, el super -ventas, el best- seller con millones de libros publicados y traducidos a más de 50 idiomas, ganador del premio Príncipe de Asturias de las letras 1986, del premio Cervantes 1994, con birretes de doctor honoris causa por ni se sabe cuantas universidades, condecorado con todas las medallas habidas y por haber; el sol del Perú, la cruz de diamantes, el tisón de oro, la legión de honor de Francia, miembro numerario de la Real Academia Española de la Lengua. ¡Qué más quieren panda de envidiosos!
Pero quizás su obra cumbre sea el haber procreado a su hijo Alvarito, el heredero al trono. Alvarito Vargas Llosa el clon perfecto, la ovejita Dolly, un niñito neoliberal y anticomunista como papí, el young global leader y actual presidente del Center on global Prosperity in Washington DC (to bring together the intellectual, moral,and practical analyses necessary to shed ligth on the viability of market) De tal palo tal astilla.
En verdad el escritor chileno León Canales se quedaba corto pues Mario no es tan sólo el lameculos de los norteamericanos sino que se ha especializado en hacer las mejores felaciones.
En su discurso de aceptación del Nobel se vestirá con su disfraz favorito, pondrá cara de mojigato y pronunciará, con el mismo acentico pituco de la conferencia en el ICI hace ventitantos años, un sermón plagado de metáforas poéticas, un canto a la libertad, la justicia, la democracia y todas esas pendejadas. Versos floridos que hieden, tanta verborrea nos produce náuseas. El profeta de la utopía capitalista donará su premio a los niños pobres y desnutridos. Seguro se le caerán las lágrimas cuando en el Konserthuset de Estocolmo, el rey Carlos Gustavo de Suecia ciña sus sienes con la corona de laurel. Entonces, se desatarán los aplausos y las ovaciones por un traidor, por una ruin cucaracha que renegó de su origen y vilmente humilló a su pueblo.
Carlos de Urabá 2010
Investigador de Colombia
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