“En la senda de la utopía, la marcha del revolucionario desecha la resignación frente a la opresión, y el compromiso con los pobres de la tierra se asume incondicionalmente, de manera perseverante y creadora.”
Comandante Jesús Santrich.
Como cualquier otra industria capitalista, en las fábricas mediáticas del imperialismo y la burguesía mundial, se elaboran un sinnúmero de objetos-mercancías que, una vez que llegan al público, tienen como propósito lograr la intoxicación mental de las personas, para así lograr manipularlas, alienarlas.Comandante Jesús Santrich.
Por: Dax Toscano Segovia
En el proceso de fabricación de este tipo de mercancías, son los propietarios del capital los que disponen, como es lógico, lo que se debe producir y las características que deben tener las mercancías que deberán ser consumidas por todas y todos quienes forman parte de un colectivo social determinado.
Un sinnúmero de obreras y obreros explotados, así como el personal que lleva adelante funciones administrativas y de dirección trabajan en las fábricas mediáticas. Las y los trabajadores explotados de estas empresas no han asumido lo que Lenin definió como ―la conciencia en sí y mucho menos una ―conciencia para sí. Las y los pocos que lo han hecho han tenido que abandonar sus empleos o han sido, en la mayoría de los casos, obligados a hacerlo. Otros, por diversas circunstancias, terminan asumiendo el rol de esclavos felices dentro de los lugares en los que trabajan, convirtiéndose además en serviles y rastreros exponentes de las ideas de sus amos.
Iñaki Gil de San Vicente manifiesta que:(…) antes de ser contratado en tal o cual empresa, el proceso entero de formación del periodista, desde su inicial alienación juvenil hasta su naturaleza de trabajador asalariado que depende para vivir de un sueldo cobrado después de ser un dócil sumiso y eficiente trabajador, está dentro de la trituradora capitalista destinada a pulverizar cualquier atisbo de dignidad e imponer la obediencia acrítica y/o egoísta e individualista.
Es en este contexto en el cual se elaboran las mercancías mediáticas, muchas de las cuales, como señala Iñaki Gil de San Vicente, son presentadas como producciones ―culturales.
Pedro Luis Sotolongo manifiesta que ―todo modo de producción es simultáneamente un modo de producción de realidades objetivas (ante todo de relaciones sociales y estructuras) y un modo de producción de realidades subjetivas (ante todo de subjetividades y significaciones individuales).
El pensador cubano explica que:(…) un modo de producción, según sus diferentes etapas de desarrollo, puede apoyarse predominantemente para afianzar su dominio ya bien en la capacidad de sus prácticas sociales para producir esas realidades objetivas, ya bien –como lo viene haciendo el capitalismo actual desde hace algún tiempo- en la capacidad de esas prácticas sociales para producir esas realidades subjetivas.
Esto es equivalente a que un modo de producción pueda apoyar más su Poder en primera instancia sobre la base de ser un modo de producción de relaciones y estructuras objetivas de explotación económica o de apoyar más su Poder sobre la base, en primera instancia, de ser también un modo de producción de significaciones subjetivas de exclusión-inclusión social y humana (sin dejar de ser, en última instancia, aquel modo de producción explotador).
En el plano subjetivo, los propagandistas del capitalismo utilizan todos los mecanismos para inducir y manipular a la demanda y consumo de sus producciones, con el propósito de mantener así su hegemonía política, ―cultural e ideológica.
Dice Iñaki Gil de San Vicente que ―la industria político-mediática es una de las más activas en ésta mercantilización de la vida ya que ella se mueve en una realidad especial, compleja y total: la de la unión entre la subjetividad humana y la objetividad social.
Las industrias mediáticas elaboran sus productos teniendo como base estos elementos. Pero además, en la forma y contenido que dan a los mismos, el pensamiento dominante los impregna de sus características esenciales, las mismas que tienen que ver con la visión racista, patriarcal, machista, sexista, individualista, mercantilista, extranjerizante y alienante del imperialismo y la burguesía mundial.
Esta es una de las razones por las que la industria mediática pone ante el público un sinnúmero de producciones frívolas. ―El problema de la baja o nula calidad es irresoluble porque no puede existir capacidad creativa seria y sostenida allí donde manda el valor de cambio y su alienación, como ocurre con la industria mediática indica Iñaki Gil de San Vicente.
La falsificación de la realidad es consustancial y necesaria para el mantenimiento de la hegemonía imperialista y burguesa. No se trata de un elemento aislado, que se da como resultado de una conducta negativa de algún individuo.
En este proceso, la industria mediática cumple un rol fundamental a través de los diversos mecanismos de manipulación y alienación. Para ello trabajan sobre la verosimilitud, sobre las creencias. No les interesa, en absoluto, formar seres reflexivos, analíticos, críticos. El capitalismo, dice Pedro Luis Sotolongo, pretende establecer su dominio ―por medio de palancas en primera instancia deseantes (propias de una dominación basada en primera instancia en la inducción y manipulación de la demanda y el consumo) y que remiten a una a-lógica de las Satisfacciones e Insatisfacciones, al Deseo y al Inconsciente (areflexivo) y/o a la Conciencia tácita o cotidiana (prereflexiva). Ahí radica la importancia que la industria de la alienación concede a las producciones donde se exaltan, sobre todo, la sensiblería humana y el consumismo.
Iñaki Gil de San Vicente manifiesta que:
La industria político-mediática fabrica masivamente dichas órdenes y estímulos, inunda el tiempo burgués con toda serie de reclamos, incitaciones y exigencias consumistas, frecuentemente subliminales, siempre llenas de manipulaciones afectivas y emotivas, que destilan abiertamente una hipersexualidad machista agresiva cuando no violenta, y que somete a las personas a un terrorismo simbólico sobre la imagen inconsciente del propio cuerpo. De este modo, a la angustia de toda vida asalariada, se añade el sentimiento inducido de subvaloración de sí al no poder cumplir los mínimos definidos por el poder burgués sobre belleza e imagen, nivel de ostentación y consumo, apariencia de felicidad y triunfo en la vida, etc.
El sistema capitalista a través de los medios de alienación crea necesidades ficticias, pero a la vez un sinnúmero de miedos, ansiedades y angustias en la mayoría de personas que frente a la realidad social que viven, en la que carecen de las condiciones adecuadas para su existencia, se ven impelidos a delinquir.
Las y los periodistas serviles que constantemente repiten el discurso de la pluralidad, del derecho a ―pensar diferente, olvidan que el sistema capitalista tiene como objetivo la homogeneización de las ideas, con el objetivo de que las personas crean de acuerdo a los patrones que los ideólogos del imperialismo y la burguesía consideran válidos. Como dice Eduardo Galeano, ―la globalización capitalista es igual a bobalización. ―El derecho al derroche, privilegio de pocos, dice ser la libertad de todos. Dime cuánto consumes y te diré cuánto vales expresa el escritor uruguayo.
La industria mediática muestra su visión particular de lo que considera es la realidad social, siempre desde posturas metafísicas. La interconexión dialéctica entre los hechos que permiten descubrir la causalidad efectiva de las cosas, la historicidad social que demuestra que no existen instituciones fijas y eternas, el entendimiento de la historia de los pueblos y los colectivos sociales a partir del estudio de las contradicciones que surgen como resultado de la existencia de la propiedad privada y las clases sociales antagónicas no cabe en la construcción noticiosa que llevan a cabo las empresas político-mediáticas. Por el contrario, descontextualizar los hechos, eternizar ciertas prácticas e instituciones, negar las contradicciones es lo que caracteriza al discurso mediático de las empresas alienantes del imperialismo y la burguesía.
Iñaki Gil de San Vicente explica como la industria mediática ―cocina la noticia:
(…) esa ―noticia es presentada dentro de un mensaje general que refuerza la ideología dominante, que impide cualquier posibilidad de concienciación revolucionaria o de reflexión crítica, aislando la ―noticia del contexto sociohistórico, etc. Según las necesidades del negocio político-mediático, la ―noticia será presentada de forma sensacionalista, macabra, sensiblera y emotiva, intimidatoria y cargada de resonancias catastróficas, o con pretensiones de cientificidad neutra y aséptica, incluso hasta progresista. Son los intereses económicos y políticos de cada industria concreta los que determinan cómo se ha de vender la ―noticia, cómo se presenta, dónde se coloca para llamar la atención o para que pase desapercibida para la mayoría de la gente si es que no hay más remedio que sacarla al aire o al papel.
Los medios exaltarán lo que al sistema capitalista le conviene mostrar como positivo, denigrarán lo que le es contrario y ocultarán o tergiversarán lo que no le es conveniente.
Su objetivo será ir moldeando, conjuntamente con las otras instituciones de la sociedad burguesa como la familia, la escuela y la iglesia, la mente de las personas, principalmente de la niñez y la juventud. El comunicólogo Vicente Romano explica cómo se producen estos mecanismos de alienación en su obra ―La formación de la mentalidad sumisa, en la cual señala la manera en que, por ejemplo, la escuela coarta el pensamiento crítico, reflexivo de la niñez, impidiendo además que desarrolle su capacidad de indagar, de preguntar, de averiguar.
Dice Vicente Romano:
El efecto es que los escolares y estudiantes se habitúan a tener por verdadero lo que no puede serlo, y en la medida en que la escuela los habitúa a considerar que la injusticia es justicia, se acostumbran a sacrificarse por una minoría, y están dispuestos incluso a entregar su salud y su vida por esa minoría.
Todo esto se refuerza diaria y permanentemente a través de los medios. Con cinismo, los ideólogos del imperialismo y la oligarquía acusan a quienes defienden las ideas socialistas y comunistas de pretender adoctrinar a la niñez y a la juventud, fundamentalmente, en sus ideas. Pero son ellos los que llevan adelante esa tarea, infundiendo un sinnúmero de valores, de principios que tienen como objetivos presentar al capitalismo como el único sistema de convivencia posible para la especie humana y a todo modelo de sociedad distinta, como un retraso para el progreso de la humanidad.
Lo importante para ellos es que ante la ley, aunque ni ante ella, todas y todos aparezcan como iguales, sin importarles que en la realidad objetiva material, social, millones sean los que se mueran de hambre y sólo unos pocos gocen de bienestar. Incluso, cuando hacen una exposición breve de la situación de pobreza a la que se enfrentan esas millones de personas, ocultan las causas reales por las cuales precisamente se encuentran en esa situación y que tienen que ver con la existencia de la propiedad privada, el colonialismo y neocolonialismo, el imperialismo y una clase parasitaria como la burguesía que se apropia de lo que produce la clase trabajadora. La contradicción entre capital y trabajo desaparece por arte de magia.
Casi al finalizar el año 2009, la cifra de hambrientos en el mundo supera el umbral de los mil millones, señala un reciente informe de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Alimentario Mundial (PAM). Todas y todos se quejan de esta situación a la que en términos casi poéticos califican como ―trágica. Las recomendaciones van y vienen: invertir más en la agricultura, parar la destrucción del medio ambiente, distribuir mejor la riqueza. Las y los periodistas de las empresas mediáticas se hacen eco de esos mensajes, mientras con rostros y/o mensajes lastimeros o incluso de protesta e indignación, piden que se ponga fin a ésta calamitosa situación. Pero en todo ese cúmulo de palabras, de discursos no hay una sola referencia al responsable de esta situación: el sistema capitalista. Basta recordar como los medios enfocaron el tema de la crisis económica mundial del capitalismo que estalló en el año 2008, llegando al colmo del absurdo de señalar que la responsabilidad la tenían un grupo de banqueros insensatos, corruptos y ambiciosos. A eso se reduce el ―análisis científico de los medios y sus especialistas.
Mientras 265 millones de personas en el África Subsahariana padecen hambre crónica, falsimedia manipula sobre la situación de Cuba a partir de las declaraciones dadas por un ciudadano cubano, apodado ―Pánfilo, que irrumpió en una grabación de un programa de televisión en las calles de La Habana para decir que ―lo que allí hacía falta era jama. De inmediato, gracias a los cables noticiosos emitidos por las agencias capitalistas, se dio a conocer de la existencia de este personaje y sus declaraciones. La industria del engaño no se preocupa en averiguar sobre la realidad que vive Cuba, si allí efectivamente hay desnutridos, hambrientos o personas que padecen los problemas que, para no ir tan lejos, viven los negros en los barrios más pobres de los EEUU. ―Pánfilo ha sido convertido por falsimedia en un objeto, en un instrumento para denigrar a la Revolución. A los medios al servicio de la contrarrevolución cubana, ―Pánfilo, quien es alcohólico, no les interesa como persona. Esto se demuestra con la presentación de un segundo vídeo difundido por el Canal 41 de Miami, AmericaTeve y el periódico El Nuevo Herald, en el cual Juan Carlos González Marco, en evidente estado de embriaguez, lanza un sinnúmero de improperios contra los dirigentes de la Revolución. Quienes lo filman no se interesan por él, ni por su situación; por el contrario, ríen y gozan de lo que dice y de su condición. Eso es lo que transmite la humanitaria y éticamente responsable industria mediática.
¿Cuántos vídeos falsimedia tendría que presentar en EE.UU. si un hombre negro, alcoholizado y efectivamente con hambre pudiera irrumpir en las cámaras de un programa de televisión si es que antes no lo apresan o lo acribillan?¿Por qué falsimedia no informa con el mismo ímpetu que en los países del tercer y cuarto mundo existen alrededor de 200 millones de niñas y niños desnutridos, siendo Cuba, como lo certifica la UNICEF, el único país en América Latina y el Caribe en el que la niñez no tiene que enfrentarse a ésta terrible situación? ¿Por qué no dicen nada respecto a que Cuba posee una de las tasas de mortalidad infantil más bajas del mundo, con un 4,8 por mil inferior a las tasas registradas por EE.UU. y Canadá con 7 y 6 respectivamente?
El ensañamiento de los medios del imperialismo, la burguesía mundial y la mafia de la gusanera de Miami contra la Revolución Cubana ha sido una constante desde su triunfo en 1959.
Como parte de esta estrategia, la propaganda imperialista y contrarrevolucionaria se ha dedicado a fabricar personajes a los cuales les da un trato especial, revistiéndoles de un manto de pureza con el objetivo de presentarles como luchadores por la libertad y la defensa de los derechos humanos.
Cuba es exhibida como una cárcel, en la cual, sobre todo, están purgando penas personas por delitos de opinión. Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras, así lo ―certifican.
La industria de la mentira contra la Revolución Cubana, cuyas sedes principales se hallan en Miami y Madrid, jamás permitirá que la realidad sea conocida. Mercenarios como Vladimiro Roca, Martha Beatriz Roque, Elizardo Sánchez Santacruz, Óscar Elías Bicet u Oswaldo Paya, que reciben dineros del gobierno norteamericano a través de organizaciones como la USAID y la NED, son calificados como disidentes. De igual manera nada se dirá de los vínculos que muchos de esos llamados disidentes han mantenido con connotados criminales y terroristas que radican en Miami y Madrid como el extinto presidente de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FCNA), Jorge Mas Canosa o el agente CIA, Carlos Alberto Montaner. Asimismo no se hará conocer de la posición servil y rastrera de estos ―disidentes que en las Oficinas de Intereses de los EE.UU. en La Habana, en la época de Bush, rendían culto a ese criminal e incluso, en un ensayo de votaciones, terminaban eligiendo a quien el propio pueblo de EE.UU. ha considerado como el peor presidente que han tenido.
Dos figuras han sido puestas en escena en estos últimos años por falsimedia como los exponentes de la disidencia cubana: Yoani Sánchez y la Dra. Hilda Molina.
La primera ya ha sido galardonada con varios premios, acompañados de sustanciosas cantidades económicas, por su ―blog denominado ―Generación Y donde escribe sus apreciaciones sobre la vida en Cuba. La revista Times la designó entre las cien personalidades más sobresalientes del mundo en el año 2008, como lo hizo con Bart Simpson en 1998. Yoani también recibió el premio Ortega y Gasset en el año 2009 por poseer tantos méritos como Barack Obama para ser merecedor del Nobel de la Paz. No podía ser de otra manera, si entre el ―selecto jurado que concedió el galardón a la ―bloguera‖ cubana se encontraba Fernando Savater, un escritor de libros best-seller, convertido en filósofo por las empresas político-mediáticas españolas gracias a sus servicios prestados a la causa del españolismo y, sobre todo, del fascistoide Partido Popular. De igual manera la Universidad de Columbia le concedió el premio María Moors Cabot, el mismo que es un reconocimiento que se entrega a nivel internacional a las personas e instituciones relacionadas con la actividad periodística. A sus 34 años, Yoani Sánchez, sin ser periodista, ya bate record por recibir premios y galardones relacionados con el campo del periodismo, por el único mérito de ser una pieza al servicio de la contrarrevolución cubana, espectacularizada por falsimedia.
Para completar esta desprendida entrega de premios, el Consejo por la Libertad de Cuba, el 21 de noviembre de 2009 condecoró a Yoani con el galardón ―Héroes de la Libertad. El CLC es una organización terrorista, de la extrema derecha de la gusanera de Miami, muy relacionada con el criminal y asesino, Luis Posada Carriles. Pese a esto, la filóloga mercenaria, convertida por falsimedia en ciberdisidente, no tuvo ningún empacho en aceptar el reconocimiento otorgado por tan benevolente organización.
Yoani, la bloguera que no es bloguera, forma parte del espectáculo mediático para atacar a la Revolución Cubana. No importa que mienta, falsifique e invente historias. Lo que ella publique, falsimedia lo transforma en una noticia importante. Claro está que una ayuda no le sienta mal, sobre todo si ésta proviene del propio Presidente de los EE.UU. Siete preguntas formuladas por Yoani contestó Barack Obama, las cuales las publicó en la página de ―Generación Y‖ el pasado 19 de noviembre de 2009. La noticia recorrió el mundo y Yoani feliz porque gracias a ese gesto del bondadoso Obama, su ―blog tendrá más lectores. Ahora sólo espera que el presidente cubano, Raúl Castro le responda el cuestionario dirigido a él. ¡Cosa más grande la vida, chico! decía el genio humorista Leopoldo Fernández, más conocido como ―Tres Patines. Un producto de la propaganda imperialista y contrarrevolucionaria exige las contestaciones de un hombre que, al igual que Fidel, en cincuenta años no ha se ha sometido a las presiones de ningún presidente de los EE.UU.
Falsimedia, que difundió con bombos y platillos el cuestionario de Yoani y las respuestas de Obama, en cambio nada dice sobre el silencio que el presidente de los EE.UU. guarda ante las preguntas que un grupo de periodistas cubanos, que no forman parte de la red de blogueros disidentes, le formularan para conocer su opinión sobre el caso de los 5 héroes antiterroristas de la Isla, condenados a cumplir largas condenas en cárceles estadounidenses por el único delito de defender a su Patria de los ataques criminales de organizaciones como Hermanos al Rescate, Comandos F-4 o el Consejo para la Libertad de Cuba.
Está claro que la Yoani quiere seguir en el escenario mediático y para ello no escatima usar todo tipo de artimañas. El 7 de noviembre de 2009 publicó en su página una nota en la que señala que ella había sido secuestrada por agentes de la Seguridad del Estado cubano, quienes además le habrían propinado una paliza. Inmediatamente el gobierno estadounidense, ¡oh, sorpresa!, expresó su preocupación frente a este hecho. Ni una prueba, hasta la presente, ha sido presentada por la supuesta agredida para sustentar su historia. Y ninguna prueba ha presentado falsimedia para confirmar lo expresado por Yoani. La noticia ―cocinada‖ al gusto de la industria de la mentira, circuló por el mundo entero. La cruel dictadura ya no soportó más las críticas de Yoani. La violencia fue su salida. Lo extraño es que ésta meticulosa mujer, que acostumbra a publicar fotografías para exponer sus notas, no haya mostrado una sola imagen de las contusiones provocadas por los golpes propinados por los violentos agentes al servicio de la ―tiranía castrista.
Pese a esto, los periódicos españoles El País, El Mundo y La Razón, no dejaron pasar ésta nueva oportunidad para atacar al régimen de la Isla. El 7 de noviembre de 2009 el periódico del Grupo Prisa publicó el siguiente titular: ―Yoani Sánchez denuncia un secuestro siciliano‘ de la policía para impedirle participar en una manifestación crítica‖. El mismo día La Razón publicó la noticia con el titular: ―La bloguera cubana Yoani Sánchez detenida y agredida por la policía. El Mundo en cambio publicó el 15 de noviembre de 2009 una entrevista con Yoani Sánchez con el titular: ―Fue un secuestro estilo camorra napolitana, acompañada de una fotografía en la que se ve a la ―bloguera con una muleta. ¡Prueba contundente!
Lo que falsimedia no publica, ni publicará es el informe de los médicos que la atendieron en el policlínico donde fue también hacer un show, para tener alguna coartada con la cual sustentar sus mentiras.
Guillermo Nova, corresponsal de Cubainformación en La Habana revela que:
El periódico La República solicitó al Ministerio de Salud Pública cubano poder conocer la opinión profesional de los tres médicos que la atendieron, cuando acudió acompañada de sus familiares y apoyándose en una muleta, un día después de los supuestos hechos que ella denuncia, al policlínico universitario 19 de Abril, centro de referencia nacional.
Lizzie Llopis, especialista de Medicina General Integral, fue la facultativa que la atendió en un primer momento, realizándole una exploración exhaustiva en busca de alguna lesión en el cuerpo que nunca llegó a encontrar, pero ante las quejas de dolores que manifestaba la paciente, aconsejó que se le inyectase un calmante para que así tuviese una reacción más rápida y le aliviase el dolor a lo que ella se negó diciendo que solo tomaría pastillas.
Al no encontrarle nada pero al continuar insistiendo en que tenía fuertes dolores, la doctora Llopis decidió contrastar su opinión con otros médicos que se encontraban de guardia esa noche.
Uno de ellos fue Fermín Abreu, especialista en Medicina General Integral, que se incorporó a las pruebas médicas que se le estaban realizando y tampoco pudo constatar ninguna evidencia o prueba de haber sufrido una agresión física.
El tercer profesional que fue consultado fue Eduardo Morandeira, vicedirector docente del policlínico, que recuerda bien que le llamó la atención ―que al ser ella de tez muy blanca si de verdad eran ciertos los dolores que decía tener debía mostrar fuertes hematomas y realmente no tenía nada Salim Lamrani explica las contradicciones del testimonio de Yoani, basado en una entrevista que el periodista de la BBC de Londres en La Habana, Fernando Ravsberg realizó a la supuesta agredida en su apartamento, sin poder observar y comprobar ningún signo de maltrato, como ella ha venido afirmando. ―No tiene hematomas, marcas o cicatrices a la vista señaló Ravsberg en la introducción de su entrevista titulada ―Ataque a bloguera cubana, ¿cambio de política?.
Lamrani dice:Sánchez no precisó las razones por las cuales no se dignó fotografiar los hematomas y las marcas justo después del incidente, cuando eran visibles, lo que hubiera constituido una prueba irrefutable de la violencia policial contra ella. En cuanto al cabello arrancado, no es visible en absoluto en las fotos y los videos, su explicación es sencilla: ―Perdí mucho pelo pero en esta abundante cabellera no se nota Mientras, las y los avezados periodistas de falsimedia no se han atrevido a plantear a Yoani Sánchez un sinnúmero de preguntas que pudieran ayudar a comprender de mejor manera quién es ella y cuáles son sus verdaderos propósitos e intereses: ¿Quién sostiene económicamente y en dónde se encuentra alojado su ―blog? ¿Por qué si es una ―perseguida política tiene libre acceso a los hoteles donde hace uso de Internet? ¿Por qué si la situación es tan difícil para el resto de cubanos, ella tiene opción de viajar por la Isla y, sobre todo, poseer computadoras sofisticadas, cámaras digitales? ¿Por qué siendo tan mala la vida en Cuba, ella vive en un apartamento decente?, ¿En qué trabaja, cuáles son sus ingresos, de qué se sostiene para vivir?, etc.
De sus ideas respecto al bloqueo, a los crímenes perpetrados por personajes como Posada Carriles u Orlando Bosch contra sus compatriotas no se ha escuchado una sola palabra a la ―bloguera.
Falsimedia tampoco cuestionará la labor de adoctrinamiento que ésta mercenaria lleva adelante en los diversos lugares por donde pasea con su marido Reinaldo Escobar, incluso tratando de convencer a niñas y niños en las iglesias para que se sumen a actividades en contra de la Revolución.
Lo cierto es que en la ―cruel dictadura cubana esta mercenaria, con laptop, cámara de fotos y de vídeo en mano, seguirá caminando con tranquilidad por las calles de La Habana en busca de algún hotel donde sentarse a hacer uso de la Internet, que le transportará virtualmente por el resto del mundo para seguir difundiendo sus oportunistas y mezquinas opiniones.
El caso de la Dra. Hilda Molina es otro de los que la propaganda mafiosa anticubana ha destacado. La imagen que han presentado es la de una mujer honorable, dedicada al trabajo científico, que por oponerse a los caprichos de Fidel Castro fue relegada de su puesto de directora del Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN). Lo cierto es que la venerable anciana, que hoy se encuentra ejerciendo ilegalmente la medicina en tierras argentinas, es igual de ―honesta que el ex presidente argentino Carlos Saúl Menem. Esteban Collazo, en un artículo titulado ―Hilda Molina: loba disfrazada de abuelita hace público un sinnúmero de datos que falsimedia, teniendo conocimiento de los mismos, se niega a publicar sobre su personaje.
Dice Collazo:Durante los años en que la mujer construyó su personaje y se transformó en un instrumento de agitación del Departamento de Estado de los Estados Unidos, ya se decía que Molina había sido destituida por actos de corrupción. En concreto, se la acusaba de haber aceptado más de 10.000 dólares de manos del ex diputado radical César ―Chacho Jaroslavksy, quien fuera presidente del bloque radical de la Cámara Baja durante el gobierno de Raúl Alfonsín y padecía graves problemas en su cadera. Una dolencia que lo tenía casi postrado en una silla de ruedas. Jaroslavksy se rehabilitó en el CIREN y fueron tan buenos los resultados, que quiso retribuir con una donación. Molina nunca dijo una palabra al respecto. Pero el 14 de Junio cuando, recién llegada a Buenos Aires, tuvo un instante de sinceridad, confirmó que la información era cierta y dijo que ese dinero donado a la institución era suyo. En diálogo con Clarín sostuvo que ―fueron 10.000 dólares y que se trató de un gesto del ex diputado porque la quería mucho y ―porque (ella) lo mejoró bastante‖. Pero se le olvidó un dato: no fueron 10.000 dólares, sino 30.000. Fuentes cercanas al difunto Jaroslavsky aseguran que el ex diputado entregó el triple de lo que dijo la médica. Por aquellos años la mujer era la jefa del CIREN y a partir del curioso incidente, todo cambió.
Poco tiempo después, Molina le pidió a su hijo, el médico Roberto Quiñones, que no regresara a Cuba. El pedido ocurrió mientras cursaba sus estudios de especialización en Japón, enviado por el Estado cubano. El médico se fugó hacia Argentina y se llevó consigo una importante suma de fondos públicos destinados a comprar instrumentos que estaban destinados para los programas de salud en beneficio del pueblo cubano. Se radicó en Buenos Aires y al poco tiempo instaló el CMIRI, una clínica de rehabilitación pagada con los fondos robados a Cuba por ambos. Gracias a ese dinero, madre e hijo se dedican a realizar intervenciones quirúrgicas en la clínica ubicada en Hipólito Irigoyen 4177.49
La fabricación de ―víctimas por parte de la contrarrevolución no es nueva. Recuérdese por ejemplo el caso del terrorista y agente de la CIA, Armando Valladares de quien se dijo que había sufrido torturas en una cárcel cubana, razón por lo cual quedó inválido. Todo era una farsa. Luego que el régimen cubano lo pusiera en libertad a petición del presidente francés Francois Miterrand, Valladares, a quien la contrarrevolución le presentaba como un inocente poeta, salió caminando por sus propios pies, una vez que se le demostró sus mentiras. Luego, este ex policía de Batista, fue nombrado por el gobierno criminal de Ronald Reagan como representante de los EE.UU. en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, lugar desde el cual prestó sus notables servicios a favor de los regímenes de El Salvador y Guatemala, responsables directos de torturas, asesinatos y desapariciones de miles de personas en esos países en la década de 1980.
De igual manera hoy se pretende victimizar al grupo de mercenarias agrupadas en el grupúsculo denominado ―Las damas de blanco, que viven de los dineros que la contrarrevolución y el gobierno norteamericano les proporciona.
El Nuevo Herald publicó una noticia el 11 de diciembre de 2009 con el titular ―Turbas castristas agreden a disidentes y diplomáticos, en la que falseando totalmente la realidad, se señala que ―las damas de blanco fueron brutalmente golpeadas. En un video publicado por la página Cubainformación con el título ―Centenares de personas se movilizan frente a las llamadas Damas de Blanco se aprecia a varias personas que con cantos y consignas revolucionarias, sin agresión alguna a las mercenarias, les dan una respuesta contundente frente a las provocaciones que constantemente llevan adelante. Eso falsimedia no ha publicado, ni publicará.
Esas y esos asalariados del gobierno yanqui y de la contrarrevolución, son quienes engrosan los cables noticiosos de las agencias informativas que constantemente engañan sobre la realidad de Cuba, logrando en muchas ocasiones cumplir con el objetivo de crear una imagen desfavorable para el régimen de la Isla. Y son esas y esos mercenarios y criminales, además, las y los que la industria de la mentira pone como analistas, comentaristas o personajes históricos relevantes. En los programas ―María Elvira Live, con María Elvira Salazar y ―A mano limpia, con Óscar Haza terroristas confesos como Antonio Veciana, Félix Rodríguez, Gustavo Villoldo, Santiago Álvarez Fernández-Magriñá son invitados constantemente para dar sus opiniones sobre lo que sucede en Cuba.
La manipulación mediática no tiene límites. Ante la frustración que sintió la gusanera mafiosa radica en Miami por no haber podido impedir la realización del concierto organizado en el mes de septiembre de 2009 por el músico colombiano, ―Juanes, en La Habana, los terroristas mediáticos fabricaron varias mentiras y sacaron de contexto una serie de episodios. La cantante Olga Tañón ha sido quien con firmeza ha desenmascarado las falsedades emitidas desde las cloacas desinformativas de Miami, las cuales han sido repetidas por diversos medios en el mundo.
Una nota publicada en la página de Cubainformación con el título ―¿Qué ocurrió realmente antes del concierto Paz sin Fronteras?‖, el 30 de septiembre de 2009, dice:Los medios han suscrito la versión sobre el incidente fabricada en Miami sin dar espacio a la opinión de sus propios protagonistas. Fernán Martínez, manager de Juanes, confirmaba tras el concierto que todo se debió a los nervios del momento. Miguel Bosé subrayaba, una semana después, la predisposición extraordinaria del Ministerio de Cultura y del Gobierno (cubano), y afirmó que ―su esfuerzo fue memorable, tanto económicamente como en el resto de los asuntos‖. Pero la más rotunda en atacar la manipulación informativa sobre los hechos fue Olga Tañón, que decía esto unos días después: ―Allí (en La Habana) no hubo controversia. (...) La única controversia la crearon un par de personas acá (en Miami). Allá todo fluyó de maravilla. (...) Después de haber parido a mis hijos, ésta es la experiencia más importante en mi vida, la de ver a casi 1,2 millones de cubanos llorando de alegría por lo que allí se vio. Es una pena que muchos de Vds. no puedan vivir lo que realmente pasó allí.
Pero lo grave en este asunto no es que los medios internacionales acepten como creíbles las informaciones sobre Cuba elaboradas en Miami. Lo verdaderamente denunciable es que las empresas encargadas de seleccionar a la ciudadanía las informaciones relevantes, dediquen un gran espacio de noticieros, tertulias y periódicos a un incidente confuso, anecdótico e intrascendente. La cantante Olga Tañón decía que el citado incidente fue un aspecto ―micro en un éxito histórico ―macro. Así actúan los medios con la información sobre Cuba. Aplicando su lupa de aumento a cualquier aspecto negativo que pueda servir para demonizar a la Revolución cubana, y silenciando o minimizando sus rotundos éxitos, como la modélica organización del concierto ―Paz sin frontera.
En Miami, criminales, mafiosos como Posada Carriles, Huber Matos o Santiago Álvarez son presentados por los periódicos al servicio de la contrarrevolución como militantes anticastristas, y no como lo que realmente son: terroristas. El Nuevo Herald, el pasado 22 de octubre de 2009, publicó una nota con el título: ―Santiago Álvarez: Estoy cada día más fuerte en mis principios, en la que exaltaba a este terrorista como un luchador por la ―libertad de Cuba y de los ―derechos humanos, claro está sin mencionar sus acciones criminales contra el pueblo que dice defender ni su estrecha relación con Posada Carriles.
Mientras esto hacen con esos personajes, cinco luchadores antiterroristas cubanos (Antonio, Fernando, Gerardo, Ramón, René) que se infiltraron en las organizaciones criminales que han realizado y realizan actos atroces contra el pueblo cubano, desde el momento de su apresamiento en el año 1998 en EE.UU., han sido estigmatizados como ―peligrosos agentes al servicio del régimen castrista, que han puesto en peligro la seguridad de ese país. La campaña propagandística de la mafia de la gusanera de Miami se puso en ejecución para lograr que la pútrida justicia estadounidense condene injustamente a largas condenas, sin prueba alguna, a estos luchadores contra el terrorismo.
Falsimedia, desde luego, no expresa su malestar frente a la situación de estos combatientes antiterroristas, ni abogará por su liberación.
El cinismo de las industrias de la mentira es tal, que sin ningún empacho califican de terroristas a los movimientos revolucionarios que luchan contra el imperialismo y sus secuaces, mientras que jamás se han atrevido a calificar como tales a los gobiernos norteamericanos que a lo largo de la historia han cometido actos criminales contra todos los pueblos del mundo. EE.UU. es responsable por el cometimiento directo de actos terroristas contra Cuba o por su apoyo a organizaciones criminales contrarrevolucionarias como Comandos F-4, Omega 7, la Brigada 2506 o el Consejo por la Libertad de Cuba de la muerte de 3.478 ciudadanas y ciudadanos de ese país y el quebrantamiento físico de 2.099. A pesar de ésta realidad, falsimedia siempre presentará a EE.UU. como víctima y no como lo que es: victimario.
La lista de falsedades y manipulaciones es interminable.
La estrategia noticiosa del imperialismo y la oligarquía a través de sus empresas político-mediáticas queda al descubierto: mentir, mentir y seguir mintiendo para convencer a la población de que lo que ellos dicen es verdad. ―Miente, miente, miente que algo quedará, mientras más grande sea una mentira más gente la creerá, decía el ministro de propaganda del nazismo, Joseph Goebbels.
La inexistencia de procesos de investigación es otra de las razones por las cuales las y los periodistas al servicio de falsimedia, no pueden dar a conocer la realidad de los hechos. Sus trabajos se basan en especulaciones metafísicas. No profundizan en el estudio de los hechos, quedándose solamente en la presentación superficial de lo que sucede en la realidad social.
Dignos representantes de Disney, estos embusteros mediáticos no tienen ningún empacho en repetir las mentiras de sus amos o en fabricar las suyas para agradar a quienes les dan una palmadita por ser tan sumisos e indignos.
En un artículo de Gregory Wilpert, publicado en octubre de 2003, el autor denunció la campaña de desinformación llevada a cabo por la revista noticiosa US News & World Report en la que la periodista Linda Robinson afirma que Venezuela estaría dando apoyo a grupos islámicos radicales. Otra acusación maliciosa contra el régimen bolivariano venezolano, basada en informes del Congreso de EEUU, es la de que bajo la administración del presidente Chávez, Venezuela se ha convertido en un narcoestado, pese a que el gobierno venezolano ha incautado más droga que cuando la DEA estaba presente. El 16 de julio de 2009 el periódico El País publicó una noticia con el titular: ―El narcotráfico penetra en Venezuela, en la cual se hace eco de un informe del Congreso Norteamericano en el cual acusa al gobierno bolivariano de ―permisividad frente a esta actividad delictiva. De los golpes asestados al narcotráfico internacional, entre ellos la captura y deportación de Salomón Camacho, líder del cartel del norte de El Valle en Colombia, falsimedia mantiene un absoluto silencio.
Acusaciones similares ha lanzado el periódico The Wall Street Journal contra el gobierno de Bolivia.
En un artículo de la periodista Mary Anastasia O‘Grady titulado ―El fin la democracia boliviana, esta editorialista del Wall Street Journal dice: Una dictadura que estimula la producción y distribución de cocaína tiene pocas esperanzas de labrarse una buena imagen internacional. Pero cuando ese mismo gobierno se proyecta usando el lenguaje de la justicia social, con una atención especial a los derechos de los pueblos indígenas, se granjea la aclamación del mundo.
Esta es Bolivia, que en dos semanas celebrará elecciones para presidente y las dos cámaras del Congreso. El gobierno del presidente Evo Morales promocionará el evento como un gran momento para la democracia sudamericana. En realidad, los comicios marcarán el fin oficial de lo que queda de la libertad boliviana tras cuatro años de gobierno represivo de Morales.
Mientras Estados Unidos y la Organización de los Estados Americanos se han obsesionado por la remoción legal de un presidente antidemocrático en Honduras, Morales ha estado fortaleciendo su narco-dictadura.
El triunfo arrollador del presidente Evo Morales el pasado 6 de diciembre de 2009, que posibilitó su reelección con el 64% de los votos válidos, demuestra la falsedad de las aseveraciones de esta periodista al servicio de los intereses del imperialismo, que se tapa premeditadamente los ojos para no ver los logros que en materia social ha alcanzado el gobierno de Evo, lo cual ha significado un mejoramiento de las condiciones de vida de la población más pobre de Bolivia.
Mientras, la injerencia norteamericana en los asuntos internos de Bolivia es silenciada. La defensa de la hoja de coca y su consumo ancestral hecha por el presidente Evo Morales, es presentada por falsimedia como un espaldarazo al narcotráfico.
Como ha explicado el mandatario boliviano, la lucha contra la droga no es más que un pretexto del imperialismo para invadir a los países de la región y con ello apoderarse de sus tierras y recursos naturales.
Paul Elliott Little en su libro ―Estados Unidos Postmoderno dice: La lucha contra la droga también sirve para encubrir acciones militares e intervencionistas en América Latina. La colaboración de las fuerzas armadas norteamericanas con las de Bolivia en 1985, representa un ejemplo claro de estas intenciones. Supuestamente, las maniobras tenían como objetivo la captura de algunos de los narcotraficantes más importantes de ese país. El gobierno boliviano pedía ayuda esperando un ataque relámpago al estilo israelí. Recibió, en cambio, tropas norteamericanas que no entregaron ni un solo narcotraficante al entonces presidente Paz Estenssoro. Es que el Pentágono estaba trabajando para un proyecto distinto.
Estas maniobras sirvieron como ensayo para la invasión a Panamá en diciembre de 1989.
La industria mediática no hace ninguna reflexión sobre el tema de las drogas que permita a las personas un análisis profundo sobre los problemas que giran en torno a esta realidad que viven los pueblos de América Latina y el mundo entero.
Los medios enfocan desde una visión moralista todo lo concerniente a las drogas. Oriol Martí explica como la industria mediática y sus publicistas ―han configurado una percepción del problema en el imaginario social que reduce todo a decir que ―la droga es mala y MATA. Pero además, explica Oriol, la solución que encuentran a este problema es el de la represión policial o militar. Satanizadas las drogas, la única alternativa que proponen los medios es combatirlas, al igual que a quienes se dedican al tráfico y consumo de las mismas. Sobre las causas sociales, sobre las condiciones síquicas de las personas que posibilitan una futura adicción, no se dice mayor cosa. De igual manera, poco o nada se dice sobre quienes son realmente los beneficiarios de la existencia misma de las drogas, del negocio del narcotráfico y los fines que persiguen quienes están inmersos en ésta actividad. La industria mediática no se atreverá a decir con frontalidad que la economía capitalista es una economía criminal, que se sustenta en actividades como la compra-venta de armas, la prostitución y el tráfico de drogas, sean estas legales o no. La existencia de paraísos fiscales, donde se lava el dinero proveniente de estos negocios, lo demuestra. Por otro lado, la hipocresía de falsimedia hace que mantenga silencio sobre las drogas ―legales que producen las industrias capitalistas del alcohol, del tabaco y de medicamentos, las cuales además son una de las fuentes de ingresos para los medios que se sustentan en la publicidad de los productos que ellas promocionan para que la gente los consuma. Tampoco se dirá nada sobre el papel que el imperialismo y las oligarquías llevan adelante para combatir a los movimientos revolucionarios por medio, precisamente, de la droga que dicen combatir. Las drogas de diseño, como el éxtasis, han sido elaboradas para mantener a la población, fundamentalmente a la juventud, inactiva y pasiva desde el punto de vista político. Basta recordar como en EE.UU. la CIA posibilitó la distribución y el consumo de crack en los barrios negros de New York con el propósito de destruir a las organizaciones revolucionarias.
Falsimedia no topará estos temas. Lo único que hará es hacerse eco de las acusaciones que el imperialismo, las oligarquías y sus fuerzas represivas lanzan contra los gobiernos y organizaciones revolucionarias sobre la presunta relación que mantienen con el tráfico de droga. El periódico ecuatoriano Hoy publicó el 23 de noviembre de 2009 una noticia con el titular: ―Droga de las FARC llega a Ecuador desde 1993‖, en la cual se acusa a la organización insurgente de haberse convertido en un cartel de la droga. ¿Pruebas? Informes de la DEA, de la policía ecuatoriana y colombiana, las declaraciones del ex ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos. Como se aprecia, ¡fuentes absolutamente imparciales y confiables!
La magnitud de las mentiras no tiene límites para falsimedia. En julio de 2008 los medios publicaron la noticia de que las FARC estarían construyendo, conjuntamente con los narcotraficantes, submarinos para transportar toneladas de droga a México. Ninguna prueba veraz aportaron para confirmar su aseveración.
El periódico sensacionalista ecuatoriano Extra publicó el 12 de diciembre de 2009 en primera plana el titular: ―¡Las FARC, dueñas de una montaña de coca!‖. La información no aporta absolutamente nada que permita aseverar que las FARC-EP sean las propietarias de un cargamento de droga y de precursores químicos incautados en una población de la provincia costera ecuatoriana de Manabí. Sin embargo, este periódico, amparado en los informes policiales que tampoco presentan nada en concreto contra las FARC-EP, acusa y condena sin pruebas a la organización revolucionaria colombiana.
El Diario de las Américas el 5 de marzo de 2008 publicó en primera plana una información con el titular: ―FARC tiene uranio para bomba sucia‖. Basados solamente en las declaraciones del vicepresidente colombiano, Francisco Santos Calderón, no tuvieron ningún otro sustento para su afirmación.
La estrategia queda al descubierto: el objetivo es que a través de una campaña propagandística bien elaborada por las fuerzas represivas y los aparatos de inteligencia no solo de EE.UU. y Colombia, sino del mundo entero, puesta en ejecución por la industria mediática se convierta a las FARC-EP en un cartel de la droga y el narcotráfico, al estilo de los de Cali y Medellín o los de Sinaloa y Tijuana.
El documental ―FARC-EP, la insurgencia del siglo XXI‖ muestra una cara distinta a la propuesta por la propaganda del imperialismo y la oligarquía santanderista. Por ello la reacción del régimen uribista ha sido brutal, al punto de ordenar acciones de inteligencia a su embajada en Argentina, así como campañas de difusión de mensajes contrarios a las FARC-EP en el mundo entero, puesto que este trabajo presenta lo que falsimedia jamás se atrevería hacer, es decir, la imagen real de la insurgencia colombiana.
¿Por qué el narcopresidente Uribe y su socio criminal Gabriel Silva, así como sus aduladores, rastreros y bufonescos periodistas como Jaime Bayly están tan molestos?
El film es un golpe a la fabricación del consenso que la industria mediática pretende lograr sobre la imagen de las FARC-EP.
En este documental, realizado en la selva colombiana, se expone la calidad humana de las y los combatientes farianos, su entrega a la causa revolucionaria, su capacidad para enfrentar las dificultades, su alto nivel de preparación física y militar, su dedicación al estudio y el desarrollo de actividades culturales. De igual manera se puede apreciar la presencia de jóvenes, hombres y mujeres, que con decisión combaten para construir la Nueva Colombia.
No se trata de una exposición aduladora de las FARC-EP, que la presenta como un mundo idílico. El análisis dialéctico se hace presente al conjugar no sólo la exposición de los elementos propios de la subjetividad humana, de su psiquis, sino también de las condiciones materiales de existencia, de las relaciones sociales existentes en el seno de la sociedad colombiana, el papel intervencionista de los EE.UU., las causas reales generadoras de la violencia. Al contrario de las basuras producidas por falsimedia para denigrar a las FARC-EP, el film hace un estudio de la totalidad, interrelacionando cada hecho, entendiéndolos como procesos y no como sucesos sueltos, descontextualizados.
Allí se puede comprender, de la voz de una comandante guerrillera, las razones por las cuales en las filas de las FARC-EP las mujeres, sin ser obligadas a ello, deben practicar el aborto cuando por determinadas circunstancias quedan embarazadas, pese a que existe educación sexual y conocimiento de métodos anticonceptivos por parte de las y los combatientes farianos. Los mentirosos y pacatos como Silva no entienden que las condiciones de lucha en las que se desenvuelven las mujeres guerrilleras, les impele, en cierta forma, a que tengan que renunciar, en algunos casos, a su maternidad.
Lo que duele a los seguidores de Rambo o de Terminator, es que en el documental se muestre el verdadero papel que tienen las mujeres en la insurgencia como combatientes, como trabajadoras, como camaradas.
Eso les fastidia, así como el hecho de presentar a una guerrilla que realiza trabajo agrícola, que produce sus propios alimentos, demostrando la falacia de que viven de la droga, cuando en el vídeo se escucha a una hermosa combatiente fariana explicar que las FARC-EP plantean no una política represiva sobre este tema, sino una política educativa, a la vez que en forma abierta señalan que se debería legalizar la droga para acabar con las mafias del narcotráfico, exponiendo además la necesidad de llevar a cabo una política de sustitución de cultivos que posibilite a los campesinos tener una vida diferente, con mejores condiciones de existencia.
Y les duele asimismo ver a una guerrillerada con una moral elevada, sólida en sus principios, con convicciones profundas, con un alto grado de organización y, sobre todo, alegre, llena de humor.
Pero esto no importa a falsimedia. Las informaciones que da a conocer casi siempre, por no decir siempre, provienen de fuentes contrarias a los gobiernos y organizaciones revolucionarias. Nunca se pone en duda lo que se dice en esas fuentes y en pocas ocasiones se las confronta con otras, aunque siempre lo que se magnifica y se pone de relieve son las acusaciones de los enemigos de los gobiernos y movimientos de izquierda. Falsimedia basa sus informaciones en generalizaciones, en supuestos, en especulaciones. Amparados en el secreto de la fuente, hacen referencia a imaginarias ―declaraciones de funcionarios oficiales que deben mantener el anonimato por razones de seguridad‖, recurso que se utiliza en forma interesada con el objetivo de sustentar sus falsedades.
Cuando las mentiras llegan a tal punto que ya no pueden ser sostenidas, los medios dispersarán la atención de las personas hacia otros hechos que espectacularizarán con el propósito de minimizar el impacto del descubrimiento de sus falsedades. De igual manera, para lavar su imagen, lo que harán es responsabilizar a determinados individuos, pero jamás asumirán que eso forma parte de su actividad político-ideológica, siendo por tanto una de sus características esenciales, la misma que está relacionada con sus imperativos de carácter mercantil, pero también con la condición mercenaria de muchas y muchos periodistas que se venden para repetir las falsedades fabricadas por sus amos.
El sonado caso de las y los periodistas de El Nuevo Herald, asalariados del gobierno estadounidense, es un ejemplo de lo expresado. En la lista de los comprados por la administración Bush consta Juan Manuel Cao, personaje ensalzado y victimizado por los medios por el hecho de que ante la pregunta que realizó a Fidel por el caso de la Dra. Hilda Molina en la Cumbre de Mercosur, celebrada en Argentina en el año 2006, la respuesta que recibió por parte del Comandante fue la de que era un mercenario, lo cual la realidad se encargó de demostrar como cierto. Wilfredo Cancio Isla también forma parte de la lista de periodistas que recibieron jugosas cantidades de dinero por dedicarse fundamentalmente a hablar mal del sistema político cubano. Del año 2001 al 2006 Cancio recibió la cantidad de 15 mil dólares. El agente CIA, Carlos Alberto Montaner consta de igual manera en el registro de mercenarios.
Enrique Bustamante, en entrevista con el periodista M.H. Lagarde, explica como los medios para obtener ventajas económicas y las y los periodistas para conseguir reconocimiento por sus trabajos, inventan historias y mienten sobre la realidad:
En los últimos años se han estado produciendo toda una serie de casos en los que se encuentra a periodistas que han distorsionado la información, han creado acontecimientos, inventado reportajes. Los medios los presentan como una especie de aberración individual, como si fueran casos individuales, pecados perfectamente subsanables para el futuro. El problema es que la máquina mediática produce mentiras y produce mentiras ya de forma sistemática, en función de su propia política comercial. Es decir, la competencia publicitaria ha llegado a tal calibre, a tal punto, que finalmente los medios tienen una presión forzosa, permanente, para construir en un gran espectáculo mediático el acontecimiento de cualquier información. Eso implica que una enorme cantidad de noticias auténticas, importantes a nivel social, sean eliminadas, censuradas, simplemente porque no tienen una visión mediática suficientemente espectacular. Y, en cambio, determinados acontecimientos, incluyendo las mentiras mediáticas, creados por los propios medios en función de su propia lógica, se convierten en elementos fundamentales de la agenda siempre que tengan ciertas características: de ruptura, de anormalidad, imágenes espectaculares. Y viniendo de la televisión, ese proceder se impone al conjunto del sistema mediático. Ahí nos encontramos algo mucho más peligroso: los medios crean finalmente su propia realidad y son cada vez más autistas respecto a la realidad social.54
Este periodismo rastrero y servil además se basa en la teatralización, en la simulación y en la seducción con el propósito de llegar al mayor número de personas con sus mensajes. Jóvenes varoniles, con cuerpos atléticos; mujeres muy bellas y sensuales; experimentados hombres y mujeres de quienes por su larga trayectoria al servicio de la industria mediática nadie podría dudar de su credibilidad; intelectuales y académicos formados en las universidades de la élite burguesa, son quienes día a día, a través de la radio, la prensa y la televisión, nos dan a conocer lo que a los detentadores del poder les interesa.
Vicente Romano al referirse a los noticieros señala que:Los boletines de noticias (telediarios) tienden a presentarse en un estilo que oculta el proceso de selección y decisión que subyace tras la información y que apenas deja margen para el comentario o la argumentación. Las opiniones que se presentan son casi siempre las de los detentadores del poder en las instituciones principales: ministros y políticos de los partidos mayoritarios; miembros destacados de la policía y de la judicatura; dirigentes sindicales y de las organizaciones patronales; portavoces de los grupos de presión y de intereses, como iglesias y organizaciones profesionales. El resultado es que los boletines de noticias y telediarios, que son la fuente exclusiva de información de la mayoría de la población, constituyen una de las formas más ―cerradas de presentación y trabajan por lo general en términos de la perspectiva oficial.
La perspectiva oficial no debe ser entendida únicamente como la reproducción de la visión de un gobierno en un momento determinado, porque puede ser que los medios no estén alineados políticamente con un determinado mandatario, ante lo cual procedan a lanzarle ataques abierta o sutilmente, dependiendo de las circunstancias, las mismas que tienen que ver con el nivel de conflictividad existente en el seno de la sociedad, la correlación de fuerzas, los intereses que están en juego, etc. La perspectiva ―oficial debe, por tanto, ser considerada además como la visión de quienes conservan el poder real y que, a través de diversos mecanismos, tienen como uno de sus objetivos el mantenimiento de su hegemonía político-ideológica.
En Ecuador, por ejemplo, en el momento actual los medios han desatado una virulenta campaña contra el gobierno del presidente Rafael Correa por algunas de sus políticas, entre las cuales está la elaboración de una Ley de Comunicación que afectaría los intereses de las industrias mediáticas y del ejercicio de la labor periodística de quienes trabajan en los medios. Los vínculos con Venezuela y Cuba, el ingreso al ALBA, el ataque constante a los sectores de la oligarquía, el discurso que habla del ―Socialismo del Siglo XXI‖, son otras de las razones para hacerle frente a un gobierno que, en la práctica, no ha demostrado todavía que camine hacia la construcción de una sociedad socialista.
Igualmente los medios han atacado al régimen de Correa por pretender formar comités para la defensa del proceso que lleva adelante bajo su gobierno. Ésta situación sirvió para que falsimedia genere miedo por medio de comparaciones antojadizas, descontextualizadas y maliciosas con los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) que existen en Cuba, a los cuales han acusado de un sinnúmero de patrañas, como los de ser aparatos de espionaje, control y represión de la población, demostrando un desconocimiento absoluto sobre esa organización del pueblo cubano y sobre su historia. Sin embargo, cuando el alcalde fascistoide de la ciudad de Guayaquil, Jaime Nebot llamó a organizar los comités cívicos, falsimedia no expresó ninguna preocupación al respecto.
¿Puede catalogarse de independiente ésta industria que responde a las concepciones ideológicas de los sectores de la derecha política?
En EE.UU., los medios que en apariencia mantienen independencia del gobierno, se alinean, de una u otra manera, en defensa de las políticas intervencionistas y guerreristas que el imperialismo lleva a cabo en el mundo entero.
La industria mediática oculta ésta relación que mantiene con determinados gobiernos afines a sus intereses y con los poderes fácticos, amparándose en un discurso propagandístico a través del cual dicen mantener independencia de criterio. En la práctica esto no es real, puesto que los medios son propiedad de empresarios que defienden sus intereses de clase tanto en el terreno político-ideológico, como en el económico, por lo que no serán ellos mismos los que se pongan la soga al cuello.
Los medios no son ni independientes, ni neutrales.
―Ver la paja en ojo ajeno, y no la viga en el propio, dice un refrán popular. Mientras falsimedia oculta que reproduce de una u otra forma el discurso ―oficial, ataca a quienes ejercen un periodismo distinto, con sentido crítico, con profundidad investigativa e implicación social, acusándoles de repetir el discurso de los movimientos, organizaciones, partidos y gobiernos de izquierda. Lo que la industria mediática no admite, ni admitirá, es que los colectivos sociales auto-organizados sean quienes controlen la dinámica de la información no solo como los verdaderos protagonistas de la historia, sino como hacedores de las informaciones, noticias y productos comunicacionales.
Los medios ponen énfasis en el género noticioso para llevar adelante su proceso de adoctrinamiento, alienación y manipulación de masas. Las y los periodistas, editorialistas, especialistas en diversas materias, locutoras y locutores de radio y televisión, no escatiman ningún esfuerzo para reproducir en todo momento el discurso de sus amos. Ellas y ellos dicen ser ―necesarios para la comunidad. Sin ellos la vida en la sociedad sería imposible, puesto que son las y los únicos que mantienen informados al colectivo sobre lo que sucede en su entorno nacional e internacional. Su visión paternalista sobre los colectivos sociales, no pueden ocultarla. Lo que si silencian en forma descarada es que lo que informan lo hacen con un propósito ideológico determinado y que, en la mayoría de veces, al informar, a la vez desinforman sobre la realidad, puesto que descontextualizan, tergiversan y ocultan la relación causal de los hechos, lo cual también se da como resultado de la saturación de ―noticias engaño y ―noticias basura‖.
Ernesto Carmona dice que ―vivimos en una sociedad desinformada, pero superentretenida y embobada por los grandes medios que difunden ‗noticias basura‘ y ‗noticias engaño‘. Carmona explica que ―los ciudadanos engordan alimentándose con comida chatarra‘, porque es más barata y la publicidad tipo McDonald‘s oculta que daña la salud. Igualmente, la gente es forzada a consumir ‗noticias basura‘ y ‗noticias engaño‘, que aumentan su obesidad cultural y mental en vez de informarlas ‗veraz y oportunamente‘.
De engaños y basura la industria mediática satura a las personas.
Así el periódico El Tiempo del 24 de noviembre de 2009 publicó una información con el titular: ―la inestabilidad en América la genera Hugo Chávez, no Colombia, asegura Congresista de EE.UU.‖, en la cual se exponen las declaraciones de Eliot Engel, presidente del subcomité para el Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes estadounidense, publicadas en un artículo de opinión de este personaje ―Nada podría estar más lejos de la verdad. Colombia es un amigo importante y un aliado. El acuerdo lo que hace es fortalecer la excelente relación entre ambos países. Pese a los reportes que dicen lo contrario, este acuerdo solo regulariza la cooperación en seguridad que ya existe. No pretende ni bases permanentes de E.U. ni un incremento en el envío de militares, dice Engel. El Engaño no solo proviene del congresista, sino del periódico El Tiempo. El propio acuerdo militar firmado entre los gobiernos de Colombia y EE.UU. los desmiente, así como el Libro Blanco del Comando Aéreo de los Estados Unidos.
El Comandante Jesús Santrich dice:
Y esta negación, que se da en coro con las de muchos otros funcionarios de Estado, se produce mientras resuenan en creciente los ecos del documento Santa Fe Cuatro, o los del ya famoso Libro Blanco, donde se plantea la llamada Estrategia de Ruta del Comando Sur, ó Air Mobility Command Southcom, que se refiere a la estrategia de agresión contra los objetivos colonializables por EEUU, bajo la excusa de la guerra contra el terrorismo, planteándose cuestiones sobre la validez de la ―movilidad actual del sistema de rutas aéreas en el tamaño y la alineación‖. En síntesis, el dominio del orbe, mediante la superioridad aérea a partir de instalación de bases militares y desde ellas, el desenvolvimiento de la evolución de las aeronaves, de su movilidad aérea, operaciones y distintos factores de incidencia en el sistema de ruta, enmarcado en una actualizada Estrategia de ―Seguridad Nacional‖ y ―Defensa Nacional‖.
Este documento, elaborado en abril de 2009 por el Comando Aéreo para la Movilidad (AMC) de la Fuerza Aérea de EE.UU., apunta a ―ejecutar operaciones de movilidad (…)‖. Y es de estas reflexiones operativas de donde se desprende, de manera más directa, la identificación que el Comando Sur ha hecho de Palanquero, en Colombia, como una base de agresión enmascarada en el eufemismo de ser una ―localidad de cooperación en seguridad‖ (CSL, por sus siglas en inglés). Son las ideas intervencionistas, militaristas, recolonizadoras…, que ahora están en la versión del dominio aéreo encabezado por el Comando Sur, bajo la especial conducción del general Arthur J. Lichte.
Los niveles de basura mediática son enormes.
Algunos titulares de prensa lo demuestran: ―Evo, Chávez y Fidel en la lista de los peor vestidos (El País de España), ―Bo, el perro de los Obama (El Mundo de España), ―La Elegancia de la primera dama de los EE.UU. (El País de España), ―La espectacular figura de Michelle Obama‖ (La Prensa de Honduras), etc.
¿Es fundamental, frente a los graves problemas que viven los colectivos sociales en América Latina, saber quién de los mandatarios de la región es el ―peor vestido o si la ―primera dama de EE.UU. es ―elegante o despampanante?
Falsimedia pretende que las personas concedan más importancia a asuntos triviales, haciéndolos pasar como esenciales, por lo que constantemente se expone, trata y analiza temas a través de los cuales se dispersa la atención de la situación política, económica y social que viven los pueblos bajo el imperio de la sociedad capitalista. La basura noticiosa que se distribuye en los medios confiere mayor interés a la vida de los hombres y las mujeres de la farándula o que pertenecen a los círculos poderosos de la burguesía mundial, que a la vida misma de los colectivos y de los hombres y mujeres que luchan por la construcción de un mundo distinto al explotador sistema capitalista. Los medios, por ejemplo, informan hasta el cansancio sobre la muerte de Lady Diana o de Michael Jackson o sobre las vicisitudes del matrimonio del Príncipe Felipe con la periodista Letizia Ortiz.
El periódico Hoy de Ecuador publicó un trabajo titulado ―Diana para siempre, tras la muerte de la princesa, en el que dice con un profundo sentimentalismo: Cómo no sentir que se nos ha ido alguien propio, si ella era como de la familia. Cómo evitar este nudo en la garganta si asistimos a su boda, si prácticamente no pasaba día en que no la viéramos, si no hace tanto que, mirándonos a los ojos desde la pantalla, nos confesó que era cierto lo que andaban diciendo por allí, que le había sido infiel al único hombre en el mundo incapaz de ver en ella la belleza que habían descubierto todos los demás.
La muerte de ésta mujer, que pudo haber tenido sus méritos y que ha sido elevada a la condición de ―santa‖ por falsimedia, tiene más peso que el asesinato del luchador independentista boricua, Filiberto Ojeda Ríos.
El líder del Ejército Popular Boricua-Macheteros murió desangrado por falta de atención médica, luego de que un francotirador traído desde Estados Unidos le disparará y el Buro Federal de Investigaciones (FBI), sabiendo que todavía estaba vivo, cercara el lugar, impidiendo que se lo atendiera, hecho acaecido el 23 de septiembre de 2005.
Filiberto no fue un santo, sino un hombre de carne y hueso implicado profundamente con la lucha de liberación de Puerto Rico frente al dominio colonial gringo. ―Murió con las botas puestas‖, defendiendo en la práctica las ideas por las cuales luchó: la libertad e independencia del pueblo boricua de la brutalidad colonial del ―águila del norte.
Personajes como Pedro Albizu Campos, Filiberto Ojeda, Gladys Marín, Raúl Reyes, Manuel Marulanda, no son dignos de ser recordados por falsimedia, porque jamás se pusieron de rodillas frente a los detentadores del poder.
La prensa ultrasensacionalista difunde ampliamente las noticias basura. En el Perú se la conoce como prensa ―chicha‖, la cual por medio de la vulgarización y degradación del lenguaje pretende llegar a las personas con el objetivo de idiotizarlas, alienarlas y, de esa manera, lograr elevar el volumen de sus ventas. Claro está que para poder posicionarse en el mercado, también promocionarán ―sexys‖ calendarios de mujeres convertidas en objetos para el disfrute visual de los ―machos‖. La exaltación del morbo es lo que prima en esta prensa, que mezcla el sexo con la sangre, transfigurándola, en cierta forma, en una actividad negativa para el ser humano. En los titulares de este tipo de periódicos pueden leerse cosas como: ―Prosti hizo macho a Beto (El Men), ―Fanny tasa su cucú en $300 dólares (El Chino), ―Se le para bobo en pleno chuculún (Ajá), etc.
Con cinismo, los propietarios y editores de estos periódicos señalan que de esa manera se da voz a los que no tienen voz, haciendo visible su existencia, como si los colectivos sociales fueran la expresión únicamente de la estupidez, el morbo, la vulgaridad o el crimen.
Para sustentar sus argumentos y dar solidez a lo que se expresa en los medios, las y los periodistas serviles acuden a otras y otros personajes que refuerzan lo que ellas y ellos dicen.
Las entrevistas a especialistas en temas políticos, a sociólogos o a los intelectuales orgánicos que defienden el sistema capitalista es el pan diario que, como plato especial, quieren dar de comer al consumidor para aparentar profundidad investigativa gracias a los criterios expuestos por esas y esos ―expertos‖. En ocasiones, para demostrar que son pluralistas y democráticos, acuden a personas no partidarias de sus ideas a las que, como lobos tras su presa, atacan, acusan o ridiculizan. También invitan a determinadas personas para entablar con ellas un monólogo, que les permita a las y los periodistas serviles lucirse ante el público. No pierden la oportunidad para invitar a cualquier imbécil para hablar de cosas banales, siempre en función de sus intereses ideológicos.
Generalmente las preguntas que plantean las y los virtuosos entrevistadores de la industria mediática, tienen como objetivo que el entrevistado o la entrevistada repita lo que ya le proponen en la pregunta. Asimismo, a través de sus preguntas tienden a exponer tópicos repetitivos que demuestran falta de investigación y conocimiento de la realidad objetiva. Demuestran con ello una profunda ignorancia sobre las temáticas que proponen, lo cual está relacionado también con la concepción ideológica que representan.
Hay otras y otros que conociendo los hechos y demostrando que han investigado sobre lo que ocurre en la realidad, no pueden dejar de lado sus apreciaciones eminentemente subjetivistas y moralistas sobre lo que conocen. Al final, terminan enredados en sus disquisiciones morales y seudofilosóficas que no permiten el análisis científico de lo que sucede en la sociedad. Esto es comprensible debido a que esas y esos entrevistadores se encuentran prejuiciados, lo cual les impide ir más allá de lo que ellas y ellos mismos han contribuido a construir como algo indiscutible. Como se puede apreciar, son ―expertos‖ en el arte de la dialéctica, tal como la concibió Sócrates.
La forma en la que tergiversan la realidad y la presentan de acuerdo a sus conveniencias, es desvergonzada.
Así, cuando hacen referencia a la posibilidad de una reelección presidencial por parte del presidente Chávez, lo mismo que está contemplado en la legislación venezolana, los medios lo acusan de querer perpetuarse en el poder, de no dar paso a la alternabilidad y de atentar contra la democracia. No explican que la ley surgió como resultado del mandato popular, a través de un referéndum, ley que no sólo habla de la reelección presidencial, sino de todas las dignidades sometidas a sufragio popular. De igual manera no explican que una persona sólo puede ser reelegida si se presenta a una nueva elección y llega a obtener, una vez más, el voto favorable de la población. En cambio, cuando el presidente colombiano, Álvaro Uribe pretende una segunda reelección presidencial, los medios hablan de su popularidad, de sus altos niveles de aceptación y de los logros de su mandato. Callan sobre la forma como el régimen uribista logró, a través de la compra de votos con dineros provenientes del narcotráfico y de las relaciones estrechas que mantiene con el paramilitarismo, que se apruebe su primera reelección. Asimismo, nada dicen de los mismos mecanismos utilizados para lograr se apruebe una reforma que le posibilite una segunda reelección.
Juan Carlos Camaño hace un análisis del manejo informativo de la CNN sobre este aspecto, en el que dice:Si no fuera que bien sabemos que la CNN –periodismo independiente– cuece sus habas como el que más, no encontraríamos lugar dónde encajar la sorpresa: Uribe a la re-reelección, en la ―Democracia ejemplar‖ y Hugo Chávez, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, a la re-reelección dentro de un ―régimen autoritario‖. Uribe sí. Chávez no. Periodismo objetivo, independiente, transparente, al servicio de los ciudadanos del mundo. Uribe sí. Chávez no. Clarito. Sin vueltas.
La periodista de la CNN quiere que Uribe le explique por qué un tercer mandato. Y Uribe argumenta, no sin razón, que lo importante es hablar de continuidad de los procesos. Y agrega, según su visión, que ―Colombia necesita continuar con lo producido, con los muy buenos resultados en diferentes renglones de la economía y en el desarrollo social‖.
Cuando Chávez expone los éxitos de Venezuela hacia adentro y hacia afuera y repite triunfos en las urnas, con el aval de millones de venezolanas y venezolanos, a la CNN no le interesa ―la continuidad del proceso‖. Por lo tanto, las repreguntas son picantes, las entrelíneas provocativas y las conclusiones: adversas al presidente Chávez. Incluso los gestos de los cronistas se tornan irónicos, aprovechándose de aquello de que una imagen vale más que mil palabras.
Falsimedia además es la encargada de determinar que mandatarios son ―políticamente correctos‖. Chávez de Venezuela y Correa de Ecuador son chabacanos, groseros; Lula en Brasil, Bachellet en Chile son moderados, diplomáticos. Que Lula se haya reunido con Bush en Brasil y se haya tomado fotos con él abrazado no amerita cuestionamiento alguno. Por el contrario, es visto con buenos ojos, puesto que demuestra ―madurez política‖. Pero si Correa se reúne con Hugo Chávez en Quito, debe criticarse y censurarse, puesto que lo que el mandatario ecuatoriano está haciendo es sumarse dócilmente a las políticas de Chávez y convirtiendo al país en una colonia de Venezuela. De igual manera, si el presidente venezolano se reúne con el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad o con el presidente libio, Muammar el Gadafi, es condenable. Los medios, además, terminan haciéndose eco de los reclamos emitidos por el Estado sionista de Israel frente a los acuerdos y alianzas que, en ejercicio de sus derechos, los presidentes Correa y Chávez han realizado con los mandatarios de esos países.
Falsimedia constantemente acusa al presidente Chávez de injerencismo; pero cuando funcionarios norteamericanos hacen declaraciones, incluso amenazantes, contra las políticas que llevan adelante gobiernos que no son afines a su política, se vuelven ciegos, sordos y mudos. La secretaria de estado de EE.UU. el 11 de diciembre de 2009 lanzó abiertamente advertencias contra los gobiernos de Venezuela y Bolivia, principalmente, por los lazos de amistad establecidos con Irán. Clinton expresó con prepotencia que ―si quieren coquetear con Irán, deberían ver qué consecuencias podría haber para ellos, y esperamos que lo piensen dos veces‖. Thomas Shannon, embajador de los EE.UU. en Brasil, en declaraciones a la prensa de ese país a propósito de las protestas de la oposición venezolana por la suspensión de RCTV (Internacional) por violación a las normas legales, señaló que el gobierno bolivariano no debe ―reprimir, sino abrir espacio y escuchar al propio pueblo venezolano‖. ¿Por qué la industria mediática no habla del injerencismo estadounidense? ¿Qué dirían si Chávez lanzara una declaración de ese tipo?
El 3 de octubre de 2009, el periódico Hoy de Ecuador publicó su opinión sobre los lazos establecidos entre Chávez y Gadafi:Con motivo de la visita de Muammar Gadhafi a Venezuela, invitado para la Cumbre de Isla Margarita, el coronel Hugo Chávez ha vuelto a protagonizar un vergonzoso espectáculo que ofende la sensibilidad de los ciudadanos que admiran a Simón Bolívar por haber sido el libertador de cinco naciones y no solo de Venezuela.
El comandante Chávez, digno maestro de algunos de los pequeños aprendices de dictadores que han aparecido en nuestra América, ha firmado una declaración con el dictador libio contra lo que ellos llaman ―atentados de los poderosos países occidentales para confundir la lucha contra el colonialismo con el terrorismo‖.
En la declaración mencionada, los dos países rechazan cualquier intento para relacionar ―las legítimas luchas del pueblo por la libertad y su autodeterminación, con el terrorismo, pero añaden la importancia de contraatacarlo en todas sus formas‖. Interesante declaración conjunta del coronel Chávez con uno de los mayores protectores de las actividades terroristas en el mundo durante los más de 40 años en los que ha manejado el poder a su conveniencia en Libia.
De falsimedia, en cambio, la ex mandataria chilena ha recibido constantes elogios, los mismos que exaltan su alto nivel de popularidad y un supuesto buen manejo de la economía frente a la crisis mundial, etc. De la represión sufrida por las y los estudiantes chilenos que se levantaron para exigir mejoras a la educación pública, así como la represión contra el pueblo mapuche y la criminalización y persecución de sus dirigentes populares, los medios no informan prácticamente nada.
De igual manera, las pirañas informativas resaltaron el respeto a la ―democracia‖ en Chile y la transparencia de las elecciones celebradas el pasado 17 de enero de 2010 en la cual triunfó el candidato de la derecha, admirador de Pinochet, Sebastián Piñera. De lo que no dijeron nada los medios del engaño, es de la reacción de los partidarios del pinochetismo que con bustos del extinto criminal y dictador, coreaban consignas en su homenaje, así como insultos contra Salvador Allende y militantes comunistas: ―Con Allende haremos un gran puente por donde pasarán Augusto y sus valientes‖, ―comunistas, maricones, les matamos los parientes por huevones‖. ¿Por qué falsimedia no expresó su indignación frente a este ultraje a la memoria histórica del pueblo chileno?
Para la industria mediática caracterizada por ser pluralista, amplia, democrática, los gobiernos de izquierda son buenos, siempre y cuando sean ―light‖, es decir que no sean de izquierda, sino que sólo aparenten serlo.
Atilio Boron dice:
Pero, ¿cómo es posible caracterizar de ―izquierda‖ a gobiernos como los de la Concertación en Chile, que continuaron y profundizaron la restructuración de la economía iniciada por la dictadura de Pinochet y que convirtiera a Chile en uno de los países más inequitativos e injustos de América Latina, la región más desigual del planeta? Y lo mismo cabría decir del gobierno de Lula, uno de cuyos ―éxitos‖ más perdurables ha sido aumentar la rentabilidad del sistema bancario hasta topes inigualados en toda la historia brasileña. Sería preciso disponer de una concepción sumamente elástica de las ideologías para poder considerar a gobiernos que logran semejantes hazañas como ―de izquierda.‖ Si hay un signo distintivo de la izquierda es su intransigente adhesión a la justicia social como la virtud primera de toda institución social. Gobiernos que con confiada resignación reestructuran sus sociedades y las convierten en más desiguales e injustas no merecen ser llamados de izquierda.
Una de las características de la comunicación estereotipada, dice Vicente Romano, es la de dividir el mundo entre quienes luchan por ―el bien y el mal, la luz y las tinieblas, la democracia y el totalitarismo, la civilización y la anarquía, el orden y el caos. En el caso de América Latina los trogloditas, demagogos, populistas y belicistas son Chávez, Correa y Evo, lista a la que hay que añadir al presidente cubano, Raúl Castro. El resto, incluidos los de esa ―izquierda seria y racional‖, son aceptables.
La revista colombiana Semana publicó el 14 de noviembre de 2009 un trabajo titulado: ―¿Qué tan loco está Chávez?, en el que se califica al presidente venezolano como megalómano y paranoico, a la vez que se le compara con Napoleón Bonaparte y Hitler. Para sustentar sus tesis, la revista Semana se basa en declaraciones de connotados enemigos de Chávez y del proceso revolucionario bolivariano como Enrique Krauze, Teodoro Petkoff, Luis Miquilena, Raúl Isaías Baduel.
En el artículo indicado se dice:Líderes como Chávez, que tienen rasgos de megalomanía y paranoia, llegan a tomar decisiones que no sólo van en contravía de lo racional y lo lógico, sino a veces de sus propios intereses. Adolfo Hitler, cuando estaba ganándoles la guerra a Francia e Inglaterra, decidió atacar a la Unión Soviética al abrir un segundo frente, cometiendo el mismo error garrafal que Napoleón Bonaparte un siglo y medio atrás. Como si fuera poco, cuando los japoneses atacaron Pearl Harbor y Estados Unidos les declaró la guerra, el dictador alemán, que no tenía velas en ese entierro, decidió declararle la guerra unilateralmente a Estados Unidos, para aquel entonces la potencia militar más poderosa del mundo. La consecuencia de esas dos barbaridades fue la destrucción de Alemania cuatro años más tarde y su suicidio en el búnker de Berlín.
Ejemplos como los anteriores ilustran que cuando un hombre con poder está desfasado de la realidad, lo impensable puede llegar a suceder.
Estas comparaciones no son antojadizas. El objetivo es crear una imagen de Chávez totalmente negativa para justificar cualquier acción contra su persona, debido a que es preferible librarse de un ―loco‖ que, con su postura ―belicista‖, puede conducir a la guerra a países hermanos como Venezuela y Colombia. ¿No se está validando con esto, de alguna manera, el cometimiento de un atentado contra el líder bolivariano o, en su defecto, su derrocamiento? De igual manera, en dicho trabajo, en forma sutil, se expresa también el odio que la oligarquía santanderista le tiene al legado de Simón Bolívar.
Romano explica a partir del término ―violencia simbólica‖, desarrollado por el comunicólogo alemán Harry Pross, como los medios pretenden imponer sus significados como válidos para la mayoría. Pross define a la violencia simbólica ―como el poder para imponer la validez de significados mediante signos y símbolos de una manera tan efectiva que la gente se identifique con esos significados.
Ese es el objetivo de falsimedia. Hacer que la gente asuma como propio lo que en la industria de la mentira se fabrica.
El 26 de noviembre de 2009, el periodista ecuatoriano Carlos Vera convocó a una manifestación para protestar contra las políticas del gobierno de Correa. El ―showman‖, acompañado de otros personajes de la derecha política, habló sobre la libertad de expresión y la necesidad de que todas y todos los ciudadanos la defiendan. Los mensajes contra el comunismo, los ataques contra Cuba y el proceso bolivariano venezolano también fueron parte del espectáculo. Una vez más, falsimedia no perdió la oportunidad para manipular a las personas con el argumento de que bajo el gobierno de Correa, el derecho a expresarse de las y los ecuatorianos estaría en peligro, como si ese derecho lo tuvieran todas y todos los ciudadanos. A través de una millonaria campaña propagandista, la industria mediática ecuatoriana pretende ganar adeptos a su causa, convenciendo a las personas que los intereses que defienden son los de todas y todos los ecuatorianos. ―Más respeto es la consigna en la que se basan para difundir sus mensajes, a través de los cuales defienden, fundamentalmente, a la propiedad privada y a las instituciones burguesas capitalistas.
Mentir y victimizarse, esos son los mecanismos para lograr que la gente los apoye. Lo que cabe preguntar es si estos medios que hablan de respeto, de tolerancia, de pluralidad concederían el tiempo y el espacio a las personas que no son afines a sus ideas para exponer y publicar sus ideas. La intolerancia de los tolerantes, es evidente. Despotrique contra el comunismo, pero no deje que nadie hable a su favor o en contra del sistema que para ellos expresa la libertad: el capitalismo.
Así trabajan los terroristas mediáticos.
Alfonso Sastre hace referencia al término psitacismo, encontrado por Gotzon Toral en un libro de Macías Picabea, en el cual este autor lo define como el ―síndrome morboso de la idiocia
Palabra precisa para hacer referencia a estas y estos periodistas idiotas que laboran en las industrias de la alienación y la mentira.
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