LUCHANDO CONTRA EL FASCISMO DESDE TODAS LAS TRINCHERAS

LUCHANDO CONTRA EL FASCISMO DESDE TODAS LAS TRINCHERAS

Canciones de Combate

jueves, 12 de agosto de 2010

Camarada Manuel Marulanda Vélez

"hay Hombres que luchan un dia y son buenos.Hay otros que luchan un año y son mejores.hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.pero hay quienes luchan toda la vida: esos son los imprecindibles" Bertolt Brecht

nace el 13 de mayo de 1930 en Génova Quindío en el seno de la familia campesina de don Pedro Pablo Marín Quinceno, tiene 5 hijos entre ellos Pedro Antonio Marín Marín, era su nombre de pila.Superando el ciclo educativo básico de la primaria, único posible en aquellas condiciones, el joven Pedro Antonio, que tendría entonces la edad de 13 años, decidió separarse de su familia y enderezar por propio esfuerzo su camino. La decisión era usual entre aquellos hombres aventureros y ambiciosos, y como ya el muchacho había dado muestras de sobriedad y astucia al frente de los asuntos familiares y sabía, como cualquiera, responder por las responsabilidades de la tierra y de los animales, la partida se dio sin mayores tropiezos. Luego de andar por el valle, en las poblaciones de Tulia, Moralia, Betania, El Águila y otras localidades de la cordillera occidental, decidió organizar un almacén en La Primavera.

Con 16 años de edad, y luego de probar suerte como vendedor de carne, panadero, dulcero, contratista, comerciante, corredor de finca raíz y otras actividades, desarrollando gran visión comercial y tenía un mediano capital de cuarenta mil pesos más que respetable en aquellos tiempos.Sus perspectivas eran concretas: tocar el violín cada fin de semana celebrar la prosperidad creciente, manejar los asuntos del tío Ángel en su finca Puente del Carmen, bajar 3 o 4 cargas de queso a Ceilán. Esperar, en fin, en franca paz el paso del tiempo que transcurría sin angustias. En aquellos territorios. A nadie le importaba si su vecino era conservador o liberal ni se exaltaba por razón ideológica alguna. Existían sí, opiniones políticas bien constituidas. El tío Ángel Marín era un poderoso activista liberal, pero en ningún momento degeneraban en agresividad o rencillas. Así las cosas, un viernes, Pedro Antonio Marín como era su costumbre, condujo la recua de mulas hasta la plaza de Ceilán y luego de acomodarlas se dispuso a curiosear por el pueblo. Se encontraba en el billar de su tío se puso a curiosear perezosamente a los jugadores, cuando la trasmisión de radio se rompió abruptamente. Era la una y media de la tarde del 9 de abril de 1948. Jorge Eliecer Gaitán Había sido asesinado en Bogotá.

LOS AÑOS DE MOZO

A los 17 años de edad, Pedro Antonio Marín no pudo sopesar la importancia de lo sucedido. Él también como su tío Ángel, su padre y toda su familia, era liberal y además Gaitanista. Pero sus pensamientos no habían sido entrenados en asuntos distintos de planificar negocios. De manera que, cuando la población enfurecida se reunió en torno a la trémula figura de Ángel Marín y en cumplimiento de sus instituciones se entregó a rastrear y detener a los ciudadanos conservadores acusados del asesinato de Gaitán no saco en claro cosa alguna. Los gaitanistas arremetieron también contra la alcaldía y las demás entidades oficiales, dieron muerte al inspector y apresaron a la policía en su propia cárcel. Se liberó a los presos, se instituyó una policía popular armada con los fusiles confiscados a la policía encarcelada, se hizo un llama-miento general en las veredas para que abastecieran las cocinas populares que desde aquel momento se montaron en el pueblo, y aquella noche, en espera de las instrucciones inminentes de la dirección liberal nacional, más de mil personas pernoctaron en la plaza de Ceilán.

Las esperadas instrucciones de Bogotá nunca llegaron. El 10 de abril los principales jefes políticos trataron de concretar una paz nacional con el ánimo de conjurar la andanada de violencia que se veía venir, pero aquellos intentos no tardaron en desbaratarse. El ejército llegó a Ceilán, pero para entonces el repentino furor había crecido y los liberales terminaron por soltar a los conservadores y devolver las armas incautadas, sin que ocurrieran nuevos actos de violencia. Los soldados, con lista en mano, procedieron a aprender a los instigadores de la rebelión. Entre tanto, Pedro Antonio Marín se traslado a su negocio de La Primavera y no encontró mayores novedades.

Pretendió hacer de cuenta que lo ocurrido no era cosa distinta a un mal sueño, y siguió adelante. Día atrás había acaricia-do la posibilidad de abrir una tienda más grande en la población vecina del Dovio. Hasta allí se desplazó con el ánimo de decidir su futuro inmediato. Concluyó que sus expectativas eran fundadas y que allí el futuro comercial era más que promisorio. Y así, dispuesto a trasladar todos sus caudales, en el momento de partir reparó en un creciente alboroto en la plaza central. Un grupo de conservadores y libera-les zanjaban sus diferencias con machete y cuchillo. Al día siguiente llegaron refuerzos policiales de Roldanillo, y pocos días después aparecieron“los pájaros” (paramilitares).

Multitud de cadáveres de liberales comenzaron a infectar las trochas y caminos; los sobrevivientes, tras abandonar sus posesiones y el trabajo de años, huyeron despavoridos a la ciudad de Cali. Pedro Antonio Marín no volvió a pensar más en trasladar sus haberes al Dovio. Desde entonces, y siguiendo de cerca las palabras de los principales jefes conservadores que afirmaban con Laureano Gómez que “el liberalismo ha muerto y sus huestes están colonizadas por el comunismo, y como hay en el planeta dos mundos, el del comunismo y el del anti-comunismo, y en este último han inscrito sus nombres los jefes conservadores, la lucha, a muerte, está trabada en estos términos y en ese campo”.

PERSECUCIÓN A LOS LIBERALES

La guerra se desencadenó. Aparecieron huestes de asesinos a sueldo comanda-dos por el legionario León María Lozano, El Cóndor, que se dedicaron a sembrar el terror en todos aquellos territorios. Del Dovio siguieron poblaciones de la Tulia, Betania y La Primavera, y hubo cientos de asesinados abandonados a la voracidad de los animales, edificaciones incendia-das, bienes destruidos o confiscados. Las poblaciones, aunque quisieron resistir, algunas con éxito inicial, como Betania, terminaron por ceder a los muy bien armados y pertrechados “pájaros”, apoya-dos por las fuerzas conservadoras. Los ríos del Valle y del Cauca fueron escenario de un luctuoso desfile de cadáveres que desde entonces y hasta nuestros días ha continuado impenitentemente.

La única opción de sobrevivir era la firma de un papel en el que se renunciaba de inmediato y con plena conciencia a la “abyecta condición de liberal”. Aquel salvoconducto era exigido en cualquier momento y lugar por las autoridades o por “los pájaros”, de manera que quien no la poseía podía darse por muerto. El 7 de noviembre el Parlamento, a punto de aprobar una reforma electoral que adelantaba la fecha de las elecciones, fue clausurado por la fuerza pública; así mismo fueron cerrados las Asambleas y los Consejos Municipales. Se instauraba la censura de prensa, se prohibían las manifestaciones públicas y se autorizaban plenos poderes a los gobernadores, el 27 de noviembre la pujante población de Ceilán fue finalmente derrotada e incendiada. “Ya así me puse a pensar distinto. Dije: esta situación está muy complicada, parece que todo cambio de carácter, entonces hay que buscar una solución. Ya uno se decía, ¿pero, con quién la buscamos? ¿A quién recurrimos? Las armas, ¿dónde están las armas, cómo se consiguen? Si nos quedamos así de tranquilos nos van a matar a todos. El cuerpo ya no resiste más humillaciones.”


LAS PRIMERAS ACCIONES CONTRA LOS PAJAROS

Huyendo de Ceilán, Pedro Antonio Marín llegó a la finca El Carmen, propiedad de su tío Manuel Marín, donde encontró protección. Recogido en la espesura de la montaña aguardó seis meses tratando de clarificar la situación, hasta que finamente, y gracias al apoyo de Don Manuel, pudo entrar en contacto con un grupo de primos que lo esperaban en Génova y se ponían a sus órdenes. Superadas las dificultades de movilización consiguió hacer contacto con aquel grupo de jóvenes disidentes y se puso al frente. Eran 25 hombres, entre ellos 14 primos, que se impusieron en primer lugar la tarea de ajusticiar a los bandidos. No acudieron a las autoridades pues bien sabían que ellas y los bandoleros eran la misma cosa. Las tierras trabajadas con tanto esfuerzo por los colonos y campesinos liberales habían sido adjudicadas legalmente a los conservadores que participaban en las matanzas. Así se dio comienzo a un proceso de rebelión y venganza en el cual fueron ejecutados muchos de aquellos que hasta entonces se consideraban intocables, pronto el grupo liberal se incrementó y llegó a contar con 50 hombres dispuestos a iniciar la guerra armada.

AHORA ES MANUEL MARULANDA VELEZ

Un par de años más tarde, en el campamento central de la región del Davis, el primer experimento social alternativo comunista con visos de “república independiente”, que se llevó a cabo un curso político y filosófico. Los expositores Martín Camargo y Pedro Vásquez, dedicaron la penúltima reunión a referir con lujo de detalles a los asistentes, unos 35 en total, la historia del negro Manuel Marulanda, sus hechos, avatares y padecimientos impactaron al auditorio. Al día siguiente, en la clausura del curso, los expositores se acercaron a uno de los asistentes y le dijeron “Hola ¿por qué vos no te pones el nombre de Manuel Marulanda Vélez? y te bautizamos aquí mismo, en la escuela de cuadros del partido, para que lleves el nombre del dirigente obrero asesinado y lo lleves bien en alto ¿Qué te parece?” El hombre pensó y dijo: “el nombre me parece muy bueno, pero que lo pueda llevar yo, no sé, es demasiada responsabilidad, pero con tal que me quiten ese apodo de “tirofijo”…”

El líder obrero alcanzó la suplencia por el Partido Comunista al Consejo Municipal de Medellín, logrando participaciones meritorias que le valieron la invitación formal del Partido Comunista Central de Bogotá para que se integrara a la vida pública capitalina, al frente de la fundación Federación de Trabajadores de Cundinamarca. Corría el año de 1936, y desde entonces a la fecha de su muerte, Marulanda presidió la federación.


El Camarada Manuel Marulanda estuvo al frente de las 9 conferencias constitutivas que ha realizado el movimiento, donde se han estudiado todos los fenómenos políticos y sociales del país, a la vez ha trazado el plan estratégico a seguir

También estuvo al frente de los acuerdo de La Uribe en 1984 con Belisario Betancourt, los diálogos con el gobierno de Cesar Gaviria en Caracas, Venezuela y Tlaxcala, Méjico, y en 1998 con el presidente Andrés Pastrana se acuerda el despeje de 5 municipios, la mesa de diálogos, las audiencias públicas y el intercambio humanitario. El 26 de marzo del 2008, próximo a cumplir sus 78 años de vida y 44 de fundar las FARC-EP muere nuestro querido comandante, el guerrillero más antiguo del mundo, a causa de un paro cardíaco.

Su ardua y difícil tarea de conducir los destinos del pueblo colombiano es el legado para centenares de mandos y combatientes con suficiente capacidad política y militar adquiridos gracias a su paciencia y perseverancia en su formación. Serán estos sus sucesores para continuar los planes político-militares al servicio de esta noble y justa causa.

Vaya Nuestro abrazo solidario a todo el Secretariado de las Farc-Ep y a cada uno de sus Combatientes que dia a dia luchan por el futuro de la Nueva Colombia, donde reine el Socialismo que es el Unico camino para encontrar la Paz.

Gloria Eterna al Camarda Manuel Marulanda Digno Heredero de las Glorias de Nuestro Libertador!!!

Viva Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejercito del Pueblo!!!

Con Bolivar,Con Manuel Con el Pueblo al Poder!!!

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