Leonor Masset
Es una pequeña ciudad al sur de Trípoli, a unos 170m km. Su fundación se remonta a poco más de 30 años y cuenta con una población de alrededor de 100.000 habitantes.
Geograficamente es un oasis sobre un “rio seco” por miles de años. Es la cuna de la tribu Warfalla y un antiguo lugar de aprovisionamiento de beduinos. Su producción básica era el aceite de oliva. Aún hoy pueden verse plantas de casi un milenio a lo largo del verde que contornea la ciudad.
La llegada es a través de la carretera que la une a Trípoli o la que viene de Misurata. A la salida de Bani Walid la ruta sigue hacia el sur y se bifurca hacia Ghadamés o continúa hacia Shebba.
La población es mayoritariamente musulmana aunque hay un núcleo importante de extranjeros (paquistaníes, indios, rusos, ucranianos). Su principal industria era la textil de producción de alfombras de lana típicas, clásicas árabes y moquettes o no tejidos para tiendas.
Cuenta con un hotel “El Azeiruna”.La fuerza de trabajo está compuesta por extranjeros, libios y tuaregs.
La gente es muy amable, profesan una gran amistad y generosidad. Desde hace una década se construyeron gran cantidad de viviendas que la gentes podía acceder con préstamos muy cómodos. Las viviendas son grandes, promedialmente 200mts cuadrados y su costo es de alrededor de 25.000 euros.
La vida es tranquila, sin sobresaltos, todos se conocen y forman una comunidad muy unida.
Las empresas son familiares y los cargos se distribuyen entre los integrantes de la familia.
Bani Walid podíamos definirlo un barrio de una ciudad europea en pleno desierto.
Es curiosos encontrarse con ciertas costumbres. Si se está alojado por algunos diás en el hotel, no es extraño que al enterarse de su nacionalidad le cocinen algo “especialmente” para Ud o que reciba visitas de alguien que conoce su país o habla su lengua. Incluso puede recibir regalos que dejan en la conserjería del hotel y Ud. nunca sabrá quien se los dejó.
Este pequeño paraíso de paz y amistad hoy está bajo bombas criminales que nada saben de humanitarismo. Están acabando con una población, obligándolos a emigrar, torturándolos con la falta de los servicios esenciales, matando mujeres y niños inocentes tan solo porque quieren vivir a su modo y tener la opción de elegir a su líder.
Esto es Bani Walid, uno de los últimos reductos de LIBERTAD, DIGNIDAD Y CORAJE. Quien quiera entender las pruebas están a la vista. Luego de 6 meses de atrocidades, de terror, de salvajismo, Bani Walid no da marcha atrás y sigue peleando por defender el derecho a la vida.
Bani Walid quedó en mi corazón, amo ese pueblo. El martirio no los detendrá, unos pocos traidores no pueden vulnerar la DIGNIDAD de un PUEBLO.
VIVA BANI WALID!!!!!!!!!!! A mis hermanos, los tengo presentes y sufro por ellos. Algún dia también Satanás encontrará su fin.
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