LUCHANDO CONTRA EL FASCISMO DESDE TODAS LAS TRINCHERAS

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Canciones de Combate

martes, 27 de noviembre de 2012

El aumento de la ganancia como fin y límite de la producción capitalista


La ganancia es el resorte y el fin principal que mueve al capitalista. Para éste la producción no es más que un medio de obtener beneficios. En cuanto al consumo de las masas populares, la economía capitalista no lo toma en cuenta más que como condición indispensable para la obtención de ganancias; fuera de esto, el problema del consumo pierde para el capitalista todo sentido. El capital busca por todos los medios el incremento de la masa y de la cuota de ganancia. La cuota de ganancia expresa la relación entre la plusvalía y el conjunto del capital invertido en la empresa. Es el índice de la rentabilidad de la empresa capitalista.
En el proceso de producción de la plusvalía existen diferencias entre los distintos sectores de la industria. En unos, el patrono se ve obligado a invertir la mayor parte de su capital en medios de producción: locales, máquinas, etc., que no rinden de por sí ganancia, aunque son necesarios para obtenerla. En otros sectores, que necesitan menos recursos técnicos, la parte mayor del capital se destina a contratar mano de obra. La proporción entre el capital fijo y el variable determina la composición orgánica del capital, tanto en una empresa concreta como en un sector entero de la industria. Cuanto mayor es la parte del capital fijo, más elevada es, en todo el capital, la composición orgánica. Ganancia media. En los sectores con un capital de distinta composición orgánica, capitales iguales proporcionan una plusvalía diferente. En los sectores con un capital de baja composición orgánica, la plusvalía será mayor que en aquellos donde tal composición es alta. Sin embargo, los sectores de distinta composición orgánica de su capital no podrían coexistir si los capitalistas no obtuviesen una ganancia igual a capitales iguales. En efecto, ¿qué sentido tendría para ellos imponer su capital en un sector de baja cuota de ganancia? Los hechos demuestran que capitales iguales, colocados en sectores distintos de la industria, proporcionan una ganancia que más o menos es la misma, cualquiera que sea su composición orgánica. Esto es así porque, además de la competencia entre los capitalistas de un mismo sector por la venta de mercancías iguales, existe la competencia entre sectores por una inversión más ventajosa del capital. La afluencia de capitales de un sector a otro hace que en unos se eleven los precios, mientras que en otros bajan. El capital abandona los sectores en los que se advierte superproducción de mercancías, una brusca baja de los precios, donde las empresas quiebran, y se dirige a los sectores en que la escasez de mercancías ha hecho subir los precios. Por lo tanto, tiene lugar una equilibración espontánea de la cuota de ganancia de los sectores industriales con distinta composición orgánica de capital y se forma una cuota media (general) de ganancia. Todo el conjunto de la plusvalía producida por la clase obrera, gracias a tal afluencia y retirada de capitales, se distribuye entre los capitalistas en proporción aproximada a la cuantía de sus inversiones. Precio de producción.
Bajo el capitalismo, al equilibrarse la cuota de ganancia los precios de las mercancías vienen determinados por el precio de producción, que es igual a los gastos de producción más la ganancia media. Cada capitalista trata de obtener a cambio de su mercancía un precio que no sólo le reintegre los gastos de producción, sino que le proporcione siquiera sea la ganancia media, ordinaria y normal en un momento dado y en cada país. El precio de producción de un artículo concreto puede ser, pues, superior o inferior al valor, aunque el conjunto de precios de producción es igual al conjunto de valores de todas las mercancías. No es difícil convencernos de que esto es así, Bastará para ello el ejemplo siguiente:Supongamos que el valor de las mercancías en los sectores de una elevada composición orgánica asciende a 120 unidades monetarias (capital constante, 90; variable, 10; plusvalía, 20 unidades monetarias) y que en los sectores de baja composición orgánica es de 140 unidades (capital constante, 80; variable, 20; plusvalía, 40 unidades monetarias). En estas condiciones el precio de producción, igual al capital desembolsado y a la ganancia media, será:     
100+ 20+40 =130 unidades monetarias.
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Las mercancías de los sectores de elevada composición orgánica se venden a 10 unidades monetarias por encima de su valor, mientras que las mercancías de sectores con una baja composición orgánica del capital lo son a 10 unidades por debajo de su valor. Las desviaciones respecto del valor se compensan mutuamente y el conjunto de valores de todas las mercancías (120 + 140 = 260) coincide con el conjunto de los precios de producción    (130 + 130 = 260).
La teoría de la ganancia media y del precio de producción es muy importante para comprender las tareas fundamentales de la lucha de clase del proletariado. Nos hace ver que cada capitalista está interesado en elevar no sólo el grado de explotación de sus obreros, sino también de la clase obrera en su conjunto, pues, en última instancia, las ganancias del capitalista son la parte que le corresponde del total de la plusvalía producida por la clase obrera. Se comprende, escribía Marx, por qué "los capitalistas, que revelan tan escasos sentimientos fraternales cuando compiten unos con otros, forman una auténtica hermandad masónica cuando se trata de la lucha contra la clase obrera en su conjunto".
La teoría de la ganancia media revela, pues, la base material de la solidaridad de clase de los capitalistas. A esta solidaridad, que descansa en la aspiración egoísta a sacar del obrero todo cuanto se pueda, la clase obrera opone su solidaridad propia, que se asienta en el legítimo deseo de poner fin a la explotación capitalista. La lucha de la clase obrera contra el poder del capital no puede limitarse a la acción contra uno u otro patrono por mejorar las condiciones de trabajo en una empresa o en un sector de la producción. La meta final que la clase obrera persigue en su lucha es la destrucción del sistema de la explotación capitalista, la destrucción del régimen social de la burguesía. La teoría de la ganancia media muestra que la competencia de los capitalistas en los distintos sectores de la producción reduce las diferentes ganancias a una ganancia media, cualquiera que sea la composición orgánica del capital en uno u otro sector. La cuota de ganancia media varía con el tiempo, mas en cada período y en cada país es un valor bastante estable, que todos los hombres de negocios tienen en cuenta. Beneficio del patrono e interés. La ganancia capitalista se descompone en beneficio del empresario e interés. El patrono capitalista no se limita de ordinario a operar con sus propios recursos. También pone en juego sumas recibidas a crédito. La parte de la ganancia que el capitalista cede por el derecho a manejar el capital de otro capitalista o de un Banco se denomina interés. La ganancia menos el interés que el capitalista satisface por las sumas recibidas a crédito recibe el nombre de beneficio del patrono. Los Bancos capitalistas actúan de intermediarios en los pagos entre los capitalistas, reúnen (por imposición en sus cuentas corrientes y otras operaciones) efectivos y beneficios en metálico y los ponen a disposición de los capitalistas. A la vez que cooperan al desarrollo de la producción capitalista y a la centralización del capital, los Bancos incrementan la dominación de este último sobre el trabajo y crean las condiciones para que el gran capital disponga, además de sus propios medios, de una parte cada vez mayor de los recursos económicos e ingresos de las restantes capas de la población. La ganancia como límite de la producción capitalista. Los economistas burgueses presentan la ganancia capitalista como el mejor de los estímulos para el progreso técnico y el incremento ilimitado de la producción. Silencian el hecho de que la ganancia capitalista es el fruto de la explotación y del agotamiento de la mano de obra; no dicen que la subordinación de la producción al principio de la ganancia capitalista, lejos de constituir un estímulo, es el límite de la producción capitalista. Los capitalistas producen sólo y en la medida en que ello les resulta beneficioso. A menudo, y particularmente en nuestros tiempos, reducen la producción, frenan el progreso técnico y destruyen grandes cantidades de productos con el único fin de elevar la cuota de ganancia. Más aún, los monopolios capitalistas desencadenan guerras y causan a la humanidad daños sin cuento con el único fin de asegurar sus ganancias.

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