Escrito por: José Cisneros/Núcleo Simón Rodríguez del Movimiento Bolivariano-
Cada día que pasa, con cada noticia que sale sobre crímenes efectuados por los grupos llamados Bandas Criminales (BACRIM) como el asesinato en enero pasado en Córdoba, de dos estudiantes de la Universidad de los Andes, pone en evidencia una vez más a la opinión pública la estela pútrida de terror que dejó el ex presidente Uribe Vélez (Narco 82) en nuestra amada Colombia, gracias a sus hijitos predilectos los paramilitares, uno de sus legados, aparte claro esta de la miseria, el empobrecimiento y el recrudecimiento del conflicto entre otras “proezas” ya reconocidas.
Estos grupos de paramilitares pero bajo su nuevo alias de BACRIM como los presenta el gobierno bajo el intento de legitimación de la falsa desmovilización - que con ayuda de la ley de Justicia y Paz quiso ofrecerle al pueblo colombiano la gran mentira de que los paramilitares en Colombia ya no existen-, están presentes en casi todo el país en las mismas áreas de accionar de las supuestamente extintas AUC, las cuales fueron diseñadas e impulsadas por encargo y con ayuda de los principales responsables de la existencia y financiación de grupos paramilitares alrededor del mundo, los yanquis.
Hasta la fecha estos grupos son responsables sólo en este año, según datos del mismo régimen de: 290 homicidios, una cifra que el propio gobierno la califica como un sub-registro, pues otras agencias del Estado revelan que el accionar de estas organizaciones es superior, además según el DAS, el 40 por ciento de los homicidios en el país son atribuidos a las BACRIM. Nueve masacres han perpetrado en el primer trimestre del año, y 54 acciones armadas en 27 municipios de 12 departamentos del país, que han cobrado la vida de 90 personas; este tema debe preocupar a todos los colombianos, pero recordemos y hay que tenerlo claro, estos grupos no nacieron de un día para otro, ni tampoco son pequeños grupos aislados de delincuencia común como lo quieren hacer parecer los grandes medios de desinformación, estos grupos vienen pensados desde la Doctrina de Seguridad Nacional de Estados Unidos que estimula la creación de grupos armados ilegales bajo el financiamiento y las ordenes del Estado para cumplir con las tareas “sucias” que el propio ejército oficial no puede, por ejemplo: la desaparición forzada de personas con pensamiento crítico frente al régimen, el desplazamiento forzado para recuperar territorios para las multinacionales por medio de acciones como masacres, la persecución y las amenazas, en conclusión, la aplicación del Terrorismo de Estado.
Es necesario no dejarnos engañar por los medios o politiqueros embaucadores que quieren hacer creer que el paramilitarismo en Colombia es algo del pasado, lamentablemente aun está presente, con ganas de acallar con balas las voces de protesta del pueblo inconforme, pero no debemos flaquear, ni temer, es claro que las políticas de guerra sucia del régimen capitalista neoliberal siguen su accionar, pero también continúa presente y combatiente el accionar revolucionario del Pueblo en búsqueda de una Nueva Colombia.
http://www.mbsuroccidentedecolombia.org
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