LUCHANDO CONTRA EL FASCISMO DESDE TODAS LAS TRINCHERAS

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Canciones de Combate

lunes, 6 de mayo de 2013

El materialismo filosófico


La base inconmovible de todo el edificio del marxismo-leninismo es su doctrina filosófica: el materialismo dialéctico e histórico. Esta doctrina toma el mundo tal como existe en la realidad, lo examina en consonancia con los datos de la ciencia avanzada y de la práctica social. El materialismo filosófico marxista es el producto legítimo del secular desarrollo del conocimiento científico.

Progreso de la ciencia materialista avanzada en lucha contra la reacción y la ignorancia.
La ciencia es en su historia la palestra de una lucha constante de los investigadores y filósofos avanzados contra la ignorancia y la superstición, contra la reacción en política y en el campo de las ideas. En las sociedades de clases, basadas en la explotación, siempre hubo, como las hay ahora, fuerzas a quienes perjudica la difusión de las concepciones científicas avanzadas. Esas fuerzas son las clases reaccionarias de la sociedad. Unas veces, los reaccionarios se pusieron abiertamente contra la ciencia y persiguieron a los sabios y filósofos progresistas, sin que se detuvieran ni ante la hoguera o la prisión; otras, se esforzaron por deformar los descubrimientos científicos, despojándolos de su contenido materialista progresivo. Los aristócratas reaccionarios destruían en la antigua Grecia las obras del eminente materialista Demócrito, fundador de la doctrina de la estructura atómica de la materia, que negaba la intervención de los dioses en la vida de la naturaleza y en los asuntos de los hombres. El filósofo materialista Anaxágoras fue expulsado de Atenas bajo la acusación de impiedad. Epicuro, filósofo materialista continuador de Demócrito, exaltado en la Antigüedad como héroe que quitó a los hombres el miedo a los dioses y glorificó la ciencia, durante dos mil años sufrió el anatema de los "padres" de la Iglesia, que lo presentaban como a un hombre que sembraba el libertinaje y era enemigo de la moral.
El año 391, monjes cristianos entregaron a las llamas la famosa biblioteca de Alejandría, en la que se guardaba cerca de 700.000 obras de escritores y sabios antiguos. El papa Gregario I (590-604), enemigo acérrimo de la cultura laica y de la ciencia, mandó destruir un gran número de valiosas producciones de autores grecorromanos, y sobre todo las obras de los filósofos materialistas. La Inquisición, creada por los papas para combatir a todos los enemigos de la Iglesia católica, persiguió con verdadera saña a los pensadores avanzados. En 1600 quemó en la hoguera a Giordano Bruno, eminente filósofo y sabio que defendía la doctrina de Copérnico. En 1619, en Toulouse (Francia), por sentencia de la Inquisición, los verdugos arrancaron la lengua a Lucilio Vanini y luego lo quemaron en la hoguera. El gran sabio italiano Galileo, defensor de la teoría de Copérnico, sufrió persecuciones de la Inquisición, la cual le obligó a abjurar públicamente de sus creencias. Voltaire, el famoso filósofo francés del siglo XVIII, estuvo recluido en la Bastilla, y la misma suerte corrió Diderot, filósofo materialista de aquel tiempo. Sería erróneo pensar que la lucha de la reacción contra la ciencia es cosa de la Edad Antigua y Media. No ha cesado en la época del capitalismo. Los capitalistas muestran interés por el avance de las ciencias positivas -física, química, matemáticas, etc.- por cuanto ese avance se halla en relación directa con los éxitos de la técnica. Mas no desean en absoluto la propagación de la filosofía materialista, de una concepción científica del mundo que permita adquirir una noción exacta de cuanto ocurre alrededor, saber cómo reaccionar y qué actitud adoptar ante cada acontecimiento. De ahí que los ideólogos de la burguesía traten de evitar las conclusiones materialistas y ateas que se derivan de los descubrimientos científicos, recelosos de que eso pueda significar un peligro para su dominación. La burguesía reaccionaria odia especialmente la doctrina del marxismo-leninismo y su filosofía, el materialismo dialéctico e histórico. Multitud de profesores burgueses se entregan a la labor de "refutar" el marxismo.
La moderna burguesía reaccionaria no quema en la hoguera a los investigadores y filósofos avanzados,sino que recurre a otros procedimientos para influir sobre ellos: los aparta de las universidades e institutos científicos, les quita de hecho la posibilidad de publicar sus trabajos, los desacredita moral y políticamente, etc. Estos últimos años toda clase de recursos han sido puestos en juego en los Estados Unidos y otros países para combatir las "ideas peligrosas". Con estas medidas y con la propaganda de su ideología reaccionaria la clase dominante presiona sobre la conciencia de los hombres, les imbuye aquellas ideas que considera convenientes y se opone a la propagación de las concepciones materialistas avanzadas. Sin embargo, por espinoso que sea el camino de la ciencia y de la filosofía materialista, por grandes que sean los sacrificios que se les exijan en una sociedad basada en la explotación, en última instancia superan todos los obstáculos y siguen con empeño su avance. La ciencia materialista y la filosofía avanzada son fuertes porque dan a conocer a los hombres las leyes de la naturaleza y de la sociedad, porque les enseñan a valerse de estas leyes en beneficio de la humanidad, los sacan de las tinieblas de la ignorancia y los elevan a la luz del verdadero conocimiento.

1 comentario:

  1. fueputa no encuentro si Copérnico es materialista o idealista

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