Por: José Sotomayor Pérez
Es larga la lista de las caricaturas del marxismo; pero ahora vienen surgiendo y creciendo las caricaturas del marxismo leninismo. No hacemos referencia al revisionismo contemporáneo cuya grotesca falsificación de la doctrina científica de Marx, Engels, Lenin y Stalin es bien conocida. Nos referimos a seudo «marxistas leninistas» de reciente hornada. Veamos brevemente sus principales falsificaciones:
Primera.- El marxismo surgió en Inglaterra y Alemania con el "objetivo principal de determinar las leyes objetivas que condicionan el desarrollo social".
Tal afirmación es errónea. Las tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo son la economía política inglesa, el socialismo francés y la filosofía alemana. Es oportuno a este respecto tener presente lo que dice Lenin:
«La doctrina de Marx es omnipotente, porque es exacta. Es completa y armónica, dando a los hombres una concepción del mundo íntegra, irreconciliable con toda superstición y con toda defensa de la opresión burguesa. Es la legítima heredera de lo mejor que creó la humanidad en el siglo XIX: la filosofía alemana, la Economía política inglesa y el socialismo francés».
De otro lado, la afirmación de que el marxismo nació "con el objetivo principal de determinar las leyes objetivas que condicionaban el desarrollo social para con ello poder transformar el mundo", demuestra una incomprensión completa del marxismo y su nacimiento. En esta cuestión también debemos remitirnos a la autoridad de Lenin. Refiriéndose a Marx, el Jefe de la Gran Revolución de Octubre dice: «Su doctrina surgió como directa e inmediata continuación de las formuladas por los más grandes representantes de la filosofía, la economía política y el socialismo». En otro pasaje encontramos estas esclarecedoras palabras del mismo Lenin, refiriéndose al origen del marxismo "... en el marxismo no hay nada que se parezca al sectarismo en el sentido de una doctrina encasillada, anquilosada, que haya surgido al margen de la calzada real por la que discurre y se desarrolla la civilización universal".
Salta a la vista que Marx y Engels no crearon una doctrina, al margen del proceso seguido por el desarrollo de la cultura y la ciencia No fue una creación subjetiva con propósitos previamente concebidos. Fueron condiciones históricas concretas las que determinaron el nacimiento del marxismo, y con su aparición se produjo una transformación completa del objeto y el método tanto de la filosofía como de las ciencias sociales. Es importante señalar que para el nacimiento del marxismo era necesaria la aparición de una clase social – la clase obrera- que tuviera dos caracteres o cualidades:
a) Que sea capaz de poner fin a toda forma de explotación.
b) Que tenga contacto directo con la naturaleza a través del trabajo
Hubiera sido imposible el surgimiento del marxismo antes de la aparición de la clase obrera. Esta es una cuestión de principio que hoy en día es necesario recalcar, como cuestión fundamental, para poner al desnudo a toda la cáfila de seudo socialistas que viene proliferando.
Segunda.- Otra grotesca falsificación de una de las caricaturas del marxismo leninismo es la que atribuye decenas de causas a la desaparición de la Unión Soviética, pero oculta la verdadera causa: el REVISIONISMO. Denominador común de todos los que han renegado del marxismo leninismo es inventar mil causas para explicar la restauración del capitalismo en la URSS y la desaparición de este gran país socialista. Ocultan algo que es inobjetable: el proceso contrarrevolucionario que culminó con la desaparición de la Unión soviética, comenzó con el XX Congreso del PCUS, en enero de 1956.
Fue en ese infortunado Congreso que se aprobaron una serie de tesis que en el pasado fueron derrotadas, permitiendo la construcción victoriosa en la Unión Soviética y, después, la derrota de la agresión nazifascista, punta de lanza del imperialismo internacional. Los revisionistas modernos y los seudosocialistas inventan toda clase de argumentos y causas para explicar y justificar la caída de la Unión Soviética y la desaparición del campo socialista, el carácter contrarrevolucionario del Congreso en que el bellaco y traidor, Niikita Jruschov, después de injuriar y calumniar a Stalin, sentó las bases del revisionismo contemporáneo, arma doctrinaria y política con la cual todos los traidores infiltrados en el PCUS, cumplieron su labor contrarrevolucionaria, con el apoyo y aplauso de las cúpulas dirigentes de la inmensa mayoría de los Partidos Comunistas del mundo, con excepción de los Partidos de China y Albania.
Tercera.- Otra falsificación es la que considera al marxismo leninismo como un conjunto de “aportes” a la filosofía y a las ciencias sociales. Aportar es contribuir, enriquecer, aumentar, pero el marxismo es una auténtica revolución en el pensamiento humano y no un simple aporte. En el marxismo se produce la unión de la teoría y la práctica, y de este modo transforma radicalmente el rol de toda filosofía, convirtiéndose en un instrumento de auténtico cambio de la vida social. La filosofía del marxismo es la única que presenta el doble carácter de ser la única concepción del mundo de una clase social que nada tiene que temer del desarrollo objetivo de la naturaleza y de la sociedad: la clase obrera.
Solo en el marxismo la fusión íntima entre la teoría y la práctica le otorga las características que lo distinguen: el materialismo filosófico, el método dialéctico, la ciencia de la sociedad o materialismo histórico. Esta es una totalidad armónica y coherente, no un “aporte”, ni conjunto de aportes.
Cuarta.- La “caricatura del marxismo leninismo” que estamos comentando defiende una monstruosa mentira: "Marx demostró que el capitalismo es la negación de la producción mercantil". La mercancía es el producto del trabajo destinado a ser cambiado en el mercado a través del proceso de compraventa. En el sistema capitalista las mercancías son producidas por la clase obrera en provecho de los propietarios de los medios de producción: los capitalistas. En el sistema capitalista la producción de mercancías adquiera carácter universal y dominante. Son mercancías no solo todo el producto del trabajo humano sino también la misma fuerza de trabajo. Solo a don Víctor Raúl Haya de la Torre se le ocurrió afirmar que Marx había sido refutado porque hoy existían productos del trabajo humano que no son mercancías: las astronaves, porque no tienen precio, comprador ni vendedor. Esto solo sirve para probar que el Jefe del Apra jamás estudio ni comprendió por lo menos el abc del marxismo.
Lo que importa es poner al desnudo a los “marxistas leninistas” que afirman que Marx “demostró que el capitalismo es la negación de la producción mercantil”, “o sea que el capitalismo no es la producción mercantil sino su antídoto”. No es difícil descubrir que los autores de estas falacias son los defensores y propugnadores de lo que llaman “socialismo de mercado” con su correspondiente “plan prospectivo”. Este socialismo no tiene otro objetivo que el de apartar al Estado proletario de la dirección de la economía, dejando que sea manejada, primero por los productores directos y después por una nueva burguesía. Los distintos “modelos” de este socialismo fueron diseñados hace tiempo por las diversas corrientes anarcosindicalistas y aplicados por el revisionismo contemporáneo en la restauración del capitalismo.
La circulación mercantil en el socialismo tiene un carácter especial. En polémica con los revisionistas, Stalin afirmó “nuestra producción mercantil no es una producción mercantil habitual, sino una producción mercantil de tipo especial, una producción mercantil sin capitalistas, que en lo fundamental tiene que vérselas con las mercancías de productores socialistas unificados (el Estado, los koljoses y las cooperativas), una producción cuya esfera de acción está circunscrita a los objetos de consumo personal y que -es evidente- no puede de ningún modo transformarse en producción capitalista y está llamada a contribuir, con su economía monetaria, al desarrollo y fortalecimiento de la economía socialista”.
Esta tesis científica fue desarrollada por Stalin en su célebre carta a Sánina y Vénzher, en uno de cuyos acápites dice:
“El error fundamental de los camaradas –Sánina y Vénzher - consiste en que no comprenden el error y el significado de la circulación mercantil en el socialismo, no comprenden que es incompatible con la perspectiva del paso del socialismo al comunismo. Piensan, por lo visto, que la circulación mercantil no es óbice para pasar del socialismo al comunismo, que la circulación mercantil no puede impedir esa transición. Es este un profundo error nacido de la incomprensión del marxismo”.
En conclusión, la producción mercantil en el socialismo es una producción sin capitalistas y cuya esfera de acción se limita a objetos de consumo personal, estando excluidos los instrumentos y medios de producción. La ampliación de la circulación mercantil socialista solo puede conducir a la restauración del capitalismo, como lo ha demostrado la experiencia de la Unión Soviética y el Campo Socialista, hoy desaparecidos a causa del triunfo de las tesis de Sánina y Vénzher, después de la muerte de Stalin. El socialismo de mercado es simple y llanamente capitalismo porque tanto la producción como la circulación de mercancías abarcan los instrumentos y medios de producción así como los objetos de consumo personal.
No es casual que todos los partidarios del socialismo de mercado como los restauradores del capitalismo en los países socialistas, se opongan radicalmente a las tesis científicas de Stalin contenidas en su obra “Problemas Económicos del Socialismo en la URSS”. El mismo Mao Tzedong, en un comentario a la Carta de Stalin a Sánina y Vénzher dice textualmente:
“Los puntos de vista expuestos por Stalin en su última carta son casi completamente erróneos. Su error fundamental proviene de su falta de confianza en el campesinado”.
Hay sobradas razones para considerar al mismo Mao, y no solo a Teng Xiao ping, como partidario del socialismo de mercado que hoy ha culminado con la restauración del capitalismo en la República Popular China. Y no es casual que el mismo Mao Tzedong haya defendido a Tito y al “socialismo yugoslavo”. He aquí sus palabras textuales:
“Es comprensible que los camaradas yugoeslavos guarden un resentimiento particular contra los errores de Stalin. En el pasado hicieron valiosos esfuerzos por mantenerse, en condiciones difíciles, fieles al socialismo” (Sobre la experiencia histórica de la dictadura del proletariado).
Estos “valiosos esfuerzos” por “mantenerse fieles al socialismo” de Tito y comparsa, fueron puestos al desnudo y severamente criticados por el Cominform (Buró Informativo de los Partidos Comunistas y Obreros) en su Resolución del 29 de junio de 1948, documento histórico de enorme importancia en la lucha del movimiento comunista internacional en su lucha contra el revisionismo. Constituyó un verdadero programa de acción para todos los comunistas del mundo para fortalece su vigilancia revolucionaria y su trabajo tanto ideológico como político. Esa Resolución histórica desenmascaró la línea completamente errónea, el abandono total del marxismo leninismo y una traición descarada a la causa del proletariado. Esta es la fidelidad de los titoistas al socialismo, que según Mao, los revisionistas yugoeslavos, en condiciones difíciles trataron de mantener. Cuando se habla de la lucha del líder chino contra el revisionismo, no hay que olvidar su defensa de Tito y el “socialismo yugoslavo”: un “socialismo de mercado” en el que había -como en toda economía de mercado- grandes diferencias económicas, polarización social, contradicciones entre individuos y grupos, búsqueda generalizada de ganancias, etc.
Quinta.- Toda caricatura del marxismo leninismo ha hecho suya la teoría del renegado Garaudy, que rechaza el carácter partidista del marxismo leninismo y se opone a que los partidos del proletariado tengan “una filosofía oficial” ... Surge la pregunta: ¿Puede un partido de la clase obrera cumplir su rol histórico sin tener una doctrina, una ideología, una filosofía? Lenin ha dicho con sobrada razón que “SIN TEORÍA REVOLUCIONARIA NO PUEDE HABER TAMPOCO MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO”.
La experiencia ha demostrado que toda corriente revisionista en el seno del movimiento revolucionario de la clase obrera, ha comenzado renegando del marxismo leninismo y desarmando ideológicamente a su partido. Así procedieron los capitostes de la II Internacional y eso mismo hicieron Jruschov y pandilla después de la muerte de Stalin. Es cierto que no defendieron la tesis de quitar y despojar al Partido de su ideología; pero falsificaron a tal extremo el marxismo leninismo, que lo convirtieron en instrumento de restauración del capitalismo. Cuando el proceso de degeneración del PCUS llegó a su punto culminante, dio a luz su nefasta “Perestroika”, que no fue otra cosa que una traición desvergonzada, no solo al marxismo leninismo sino a la misma Unión Soviética.
Sexta.- Una falsificación del marxismo leninismo, que lo caricaturiza, es la que defiende la denominada “apertura socialista” como un desarrollo del socialismo en Cuba, China y Viet Nam. Es oportuno recordar que Lenin nunca consideró la NEP (Nueva Política Económica) como desarrollo del socialismo después del triunfo de la Gran Revolución de Octubre en Rusia. Todo lo contrario, advirtió con la mayor claridad que se trataba de un repliegue obligado, a causa de las condiciones económico sociales desastrosas heredadas de la guerra civil y el comunismo de guerra.. Nunca se le ocurrió afirmar que la NEP era una “apertura socialista”. Poco antes de su muerte Lenin indicó a sus continuadores que había que pensar en poner fin al repliegue e ir a la contraofensiva. Esta tarea difícil y gigante le correspondió dirigir a Stalin, hasta la construcción victoriosa del socialismo en la Unión Soviética.
Los casos de Cuba y Viet Nam no son iguales al de China. Los primeros han sufrido gravemente las consecuencias de la agresión imperialista y de la desaparición de la Unión Soviética y el campo socialista. Cuba sufre el bloqueo criminal y despiadado del imperialismo norteamericano. Un repliegue y ciertas concesiones a la economía de mercado, se hicieron necesarias. Pero este no es el caso de China, cuya revolución triunfante, el año de 1949, tuvo el apoyo y la ayuda de la Unión Soviética desde un principio. China comenzó a edificar el socialismo y alcanzó logros importantes en vida de Mao Tzedong, de modo que su “apertura” no es socialista. Es simple y llanamente restauración del capitalismo, desde el año de 1978 en que se pusieron en marcha las reformas del “seguidor del camino capitalista”, Deng Xiao ping. Hoy en China los obreros han comenzado a organizarse y a luchar contra la explotación que les imponen las grandes transnacionales imperialistas norteamericanas y europeas. Es la ley de la lucha de clases que finalmente dará al traste con la restauración capitalista en la RPCh.
Séptima.- Toda caricatura del marxismo leninismo es antiestalinista, desde los tiempos del gran bellaco y traidor Nikita Jruschov. Para los auténticos marxistas leninistas la defensa de Stalin y su obra es una cuestión de principios de enorme importancia. Hoy en día el anticomunismo tiene un nombre: antiestalinismo, y es fácil desenmascarar a los reaccionarios y revisionistas de toda laya por la posición que tienen frente a Stalin. Denigrando, repudiando y falsificando la experiencia histórica de la dictadura del proletariado en la URSS bajo la dirección de Stalin, los revisionistas soviéticos abrieron el camino de la traición y la restauración del capitalismo. Por eso, no pueden hablar de la vigencia del marxismo leninismo los que siguen militando en las filas del antiestalinismo. Defender resueltamente a Stalin y su obra es defender el marxismo leninismo, defender la causa del socialismo y el comunismo. En esta tarea histórica estamos empeñados todos los auténticos marxistas leninistas del mundo.
No hay que olvidar que durante toda la etapa histórica de la Unión Soviética dirigida por Stalin, el campo socialista y todos los partidos comunistas y obreros, formaban un movimiento sólido, compacto y combativo, con una clara unidad de pensamiento y acción. Su línea general era revolucionaria auténtica y la URSS su legítima brigada de choque. Defender a Stalin es tarea de honor de todo auténtico marxista leninista. No pueden hablar de vigencia del marxismo leninismo quienes siguen con la farsa jruschovista denominada “lucha contra el culto a la personalidad de Stalin”.
Es larga la lista de las caricaturas del marxismo; pero ahora vienen surgiendo y creciendo las caricaturas del marxismo leninismo. No hacemos referencia al revisionismo contemporáneo cuya grotesca falsificación de la doctrina científica de Marx, Engels, Lenin y Stalin es bien conocida. Nos referimos a seudo «marxistas leninistas» de reciente hornada. Veamos brevemente sus principales falsificaciones:
Primera.- El marxismo surgió en Inglaterra y Alemania con el "objetivo principal de determinar las leyes objetivas que condicionan el desarrollo social".
Tal afirmación es errónea. Las tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo son la economía política inglesa, el socialismo francés y la filosofía alemana. Es oportuno a este respecto tener presente lo que dice Lenin:
«La doctrina de Marx es omnipotente, porque es exacta. Es completa y armónica, dando a los hombres una concepción del mundo íntegra, irreconciliable con toda superstición y con toda defensa de la opresión burguesa. Es la legítima heredera de lo mejor que creó la humanidad en el siglo XIX: la filosofía alemana, la Economía política inglesa y el socialismo francés».
De otro lado, la afirmación de que el marxismo nació "con el objetivo principal de determinar las leyes objetivas que condicionaban el desarrollo social para con ello poder transformar el mundo", demuestra una incomprensión completa del marxismo y su nacimiento. En esta cuestión también debemos remitirnos a la autoridad de Lenin. Refiriéndose a Marx, el Jefe de la Gran Revolución de Octubre dice: «Su doctrina surgió como directa e inmediata continuación de las formuladas por los más grandes representantes de la filosofía, la economía política y el socialismo». En otro pasaje encontramos estas esclarecedoras palabras del mismo Lenin, refiriéndose al origen del marxismo "... en el marxismo no hay nada que se parezca al sectarismo en el sentido de una doctrina encasillada, anquilosada, que haya surgido al margen de la calzada real por la que discurre y se desarrolla la civilización universal".
Salta a la vista que Marx y Engels no crearon una doctrina, al margen del proceso seguido por el desarrollo de la cultura y la ciencia No fue una creación subjetiva con propósitos previamente concebidos. Fueron condiciones históricas concretas las que determinaron el nacimiento del marxismo, y con su aparición se produjo una transformación completa del objeto y el método tanto de la filosofía como de las ciencias sociales. Es importante señalar que para el nacimiento del marxismo era necesaria la aparición de una clase social – la clase obrera- que tuviera dos caracteres o cualidades:
a) Que sea capaz de poner fin a toda forma de explotación.
b) Que tenga contacto directo con la naturaleza a través del trabajo
Hubiera sido imposible el surgimiento del marxismo antes de la aparición de la clase obrera. Esta es una cuestión de principio que hoy en día es necesario recalcar, como cuestión fundamental, para poner al desnudo a toda la cáfila de seudo socialistas que viene proliferando.
Segunda.- Otra grotesca falsificación de una de las caricaturas del marxismo leninismo es la que atribuye decenas de causas a la desaparición de la Unión Soviética, pero oculta la verdadera causa: el REVISIONISMO. Denominador común de todos los que han renegado del marxismo leninismo es inventar mil causas para explicar la restauración del capitalismo en la URSS y la desaparición de este gran país socialista. Ocultan algo que es inobjetable: el proceso contrarrevolucionario que culminó con la desaparición de la Unión soviética, comenzó con el XX Congreso del PCUS, en enero de 1956.
Fue en ese infortunado Congreso que se aprobaron una serie de tesis que en el pasado fueron derrotadas, permitiendo la construcción victoriosa en la Unión Soviética y, después, la derrota de la agresión nazifascista, punta de lanza del imperialismo internacional. Los revisionistas modernos y los seudosocialistas inventan toda clase de argumentos y causas para explicar y justificar la caída de la Unión Soviética y la desaparición del campo socialista, el carácter contrarrevolucionario del Congreso en que el bellaco y traidor, Niikita Jruschov, después de injuriar y calumniar a Stalin, sentó las bases del revisionismo contemporáneo, arma doctrinaria y política con la cual todos los traidores infiltrados en el PCUS, cumplieron su labor contrarrevolucionaria, con el apoyo y aplauso de las cúpulas dirigentes de la inmensa mayoría de los Partidos Comunistas del mundo, con excepción de los Partidos de China y Albania.
Tercera.- Otra falsificación es la que considera al marxismo leninismo como un conjunto de “aportes” a la filosofía y a las ciencias sociales. Aportar es contribuir, enriquecer, aumentar, pero el marxismo es una auténtica revolución en el pensamiento humano y no un simple aporte. En el marxismo se produce la unión de la teoría y la práctica, y de este modo transforma radicalmente el rol de toda filosofía, convirtiéndose en un instrumento de auténtico cambio de la vida social. La filosofía del marxismo es la única que presenta el doble carácter de ser la única concepción del mundo de una clase social que nada tiene que temer del desarrollo objetivo de la naturaleza y de la sociedad: la clase obrera.
Solo en el marxismo la fusión íntima entre la teoría y la práctica le otorga las características que lo distinguen: el materialismo filosófico, el método dialéctico, la ciencia de la sociedad o materialismo histórico. Esta es una totalidad armónica y coherente, no un “aporte”, ni conjunto de aportes.
Cuarta.- La “caricatura del marxismo leninismo” que estamos comentando defiende una monstruosa mentira: "Marx demostró que el capitalismo es la negación de la producción mercantil". La mercancía es el producto del trabajo destinado a ser cambiado en el mercado a través del proceso de compraventa. En el sistema capitalista las mercancías son producidas por la clase obrera en provecho de los propietarios de los medios de producción: los capitalistas. En el sistema capitalista la producción de mercancías adquiera carácter universal y dominante. Son mercancías no solo todo el producto del trabajo humano sino también la misma fuerza de trabajo. Solo a don Víctor Raúl Haya de la Torre se le ocurrió afirmar que Marx había sido refutado porque hoy existían productos del trabajo humano que no son mercancías: las astronaves, porque no tienen precio, comprador ni vendedor. Esto solo sirve para probar que el Jefe del Apra jamás estudio ni comprendió por lo menos el abc del marxismo.
Lo que importa es poner al desnudo a los “marxistas leninistas” que afirman que Marx “demostró que el capitalismo es la negación de la producción mercantil”, “o sea que el capitalismo no es la producción mercantil sino su antídoto”. No es difícil descubrir que los autores de estas falacias son los defensores y propugnadores de lo que llaman “socialismo de mercado” con su correspondiente “plan prospectivo”. Este socialismo no tiene otro objetivo que el de apartar al Estado proletario de la dirección de la economía, dejando que sea manejada, primero por los productores directos y después por una nueva burguesía. Los distintos “modelos” de este socialismo fueron diseñados hace tiempo por las diversas corrientes anarcosindicalistas y aplicados por el revisionismo contemporáneo en la restauración del capitalismo.
La circulación mercantil en el socialismo tiene un carácter especial. En polémica con los revisionistas, Stalin afirmó “nuestra producción mercantil no es una producción mercantil habitual, sino una producción mercantil de tipo especial, una producción mercantil sin capitalistas, que en lo fundamental tiene que vérselas con las mercancías de productores socialistas unificados (el Estado, los koljoses y las cooperativas), una producción cuya esfera de acción está circunscrita a los objetos de consumo personal y que -es evidente- no puede de ningún modo transformarse en producción capitalista y está llamada a contribuir, con su economía monetaria, al desarrollo y fortalecimiento de la economía socialista”.
Esta tesis científica fue desarrollada por Stalin en su célebre carta a Sánina y Vénzher, en uno de cuyos acápites dice:
“El error fundamental de los camaradas –Sánina y Vénzher - consiste en que no comprenden el error y el significado de la circulación mercantil en el socialismo, no comprenden que es incompatible con la perspectiva del paso del socialismo al comunismo. Piensan, por lo visto, que la circulación mercantil no es óbice para pasar del socialismo al comunismo, que la circulación mercantil no puede impedir esa transición. Es este un profundo error nacido de la incomprensión del marxismo”.
En conclusión, la producción mercantil en el socialismo es una producción sin capitalistas y cuya esfera de acción se limita a objetos de consumo personal, estando excluidos los instrumentos y medios de producción. La ampliación de la circulación mercantil socialista solo puede conducir a la restauración del capitalismo, como lo ha demostrado la experiencia de la Unión Soviética y el Campo Socialista, hoy desaparecidos a causa del triunfo de las tesis de Sánina y Vénzher, después de la muerte de Stalin. El socialismo de mercado es simple y llanamente capitalismo porque tanto la producción como la circulación de mercancías abarcan los instrumentos y medios de producción así como los objetos de consumo personal.
No es casual que todos los partidarios del socialismo de mercado como los restauradores del capitalismo en los países socialistas, se opongan radicalmente a las tesis científicas de Stalin contenidas en su obra “Problemas Económicos del Socialismo en la URSS”. El mismo Mao Tzedong, en un comentario a la Carta de Stalin a Sánina y Vénzher dice textualmente:
“Los puntos de vista expuestos por Stalin en su última carta son casi completamente erróneos. Su error fundamental proviene de su falta de confianza en el campesinado”.
Hay sobradas razones para considerar al mismo Mao, y no solo a Teng Xiao ping, como partidario del socialismo de mercado que hoy ha culminado con la restauración del capitalismo en la República Popular China. Y no es casual que el mismo Mao Tzedong haya defendido a Tito y al “socialismo yugoslavo”. He aquí sus palabras textuales:
“Es comprensible que los camaradas yugoeslavos guarden un resentimiento particular contra los errores de Stalin. En el pasado hicieron valiosos esfuerzos por mantenerse, en condiciones difíciles, fieles al socialismo” (Sobre la experiencia histórica de la dictadura del proletariado).
Estos “valiosos esfuerzos” por “mantenerse fieles al socialismo” de Tito y comparsa, fueron puestos al desnudo y severamente criticados por el Cominform (Buró Informativo de los Partidos Comunistas y Obreros) en su Resolución del 29 de junio de 1948, documento histórico de enorme importancia en la lucha del movimiento comunista internacional en su lucha contra el revisionismo. Constituyó un verdadero programa de acción para todos los comunistas del mundo para fortalece su vigilancia revolucionaria y su trabajo tanto ideológico como político. Esa Resolución histórica desenmascaró la línea completamente errónea, el abandono total del marxismo leninismo y una traición descarada a la causa del proletariado. Esta es la fidelidad de los titoistas al socialismo, que según Mao, los revisionistas yugoeslavos, en condiciones difíciles trataron de mantener. Cuando se habla de la lucha del líder chino contra el revisionismo, no hay que olvidar su defensa de Tito y el “socialismo yugoslavo”: un “socialismo de mercado” en el que había -como en toda economía de mercado- grandes diferencias económicas, polarización social, contradicciones entre individuos y grupos, búsqueda generalizada de ganancias, etc.
Quinta.- Toda caricatura del marxismo leninismo ha hecho suya la teoría del renegado Garaudy, que rechaza el carácter partidista del marxismo leninismo y se opone a que los partidos del proletariado tengan “una filosofía oficial” ... Surge la pregunta: ¿Puede un partido de la clase obrera cumplir su rol histórico sin tener una doctrina, una ideología, una filosofía? Lenin ha dicho con sobrada razón que “SIN TEORÍA REVOLUCIONARIA NO PUEDE HABER TAMPOCO MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO”.
La experiencia ha demostrado que toda corriente revisionista en el seno del movimiento revolucionario de la clase obrera, ha comenzado renegando del marxismo leninismo y desarmando ideológicamente a su partido. Así procedieron los capitostes de la II Internacional y eso mismo hicieron Jruschov y pandilla después de la muerte de Stalin. Es cierto que no defendieron la tesis de quitar y despojar al Partido de su ideología; pero falsificaron a tal extremo el marxismo leninismo, que lo convirtieron en instrumento de restauración del capitalismo. Cuando el proceso de degeneración del PCUS llegó a su punto culminante, dio a luz su nefasta “Perestroika”, que no fue otra cosa que una traición desvergonzada, no solo al marxismo leninismo sino a la misma Unión Soviética.
Sexta.- Una falsificación del marxismo leninismo, que lo caricaturiza, es la que defiende la denominada “apertura socialista” como un desarrollo del socialismo en Cuba, China y Viet Nam. Es oportuno recordar que Lenin nunca consideró la NEP (Nueva Política Económica) como desarrollo del socialismo después del triunfo de la Gran Revolución de Octubre en Rusia. Todo lo contrario, advirtió con la mayor claridad que se trataba de un repliegue obligado, a causa de las condiciones económico sociales desastrosas heredadas de la guerra civil y el comunismo de guerra.. Nunca se le ocurrió afirmar que la NEP era una “apertura socialista”. Poco antes de su muerte Lenin indicó a sus continuadores que había que pensar en poner fin al repliegue e ir a la contraofensiva. Esta tarea difícil y gigante le correspondió dirigir a Stalin, hasta la construcción victoriosa del socialismo en la Unión Soviética.
Los casos de Cuba y Viet Nam no son iguales al de China. Los primeros han sufrido gravemente las consecuencias de la agresión imperialista y de la desaparición de la Unión Soviética y el campo socialista. Cuba sufre el bloqueo criminal y despiadado del imperialismo norteamericano. Un repliegue y ciertas concesiones a la economía de mercado, se hicieron necesarias. Pero este no es el caso de China, cuya revolución triunfante, el año de 1949, tuvo el apoyo y la ayuda de la Unión Soviética desde un principio. China comenzó a edificar el socialismo y alcanzó logros importantes en vida de Mao Tzedong, de modo que su “apertura” no es socialista. Es simple y llanamente restauración del capitalismo, desde el año de 1978 en que se pusieron en marcha las reformas del “seguidor del camino capitalista”, Deng Xiao ping. Hoy en China los obreros han comenzado a organizarse y a luchar contra la explotación que les imponen las grandes transnacionales imperialistas norteamericanas y europeas. Es la ley de la lucha de clases que finalmente dará al traste con la restauración capitalista en la RPCh.
Séptima.- Toda caricatura del marxismo leninismo es antiestalinista, desde los tiempos del gran bellaco y traidor Nikita Jruschov. Para los auténticos marxistas leninistas la defensa de Stalin y su obra es una cuestión de principios de enorme importancia. Hoy en día el anticomunismo tiene un nombre: antiestalinismo, y es fácil desenmascarar a los reaccionarios y revisionistas de toda laya por la posición que tienen frente a Stalin. Denigrando, repudiando y falsificando la experiencia histórica de la dictadura del proletariado en la URSS bajo la dirección de Stalin, los revisionistas soviéticos abrieron el camino de la traición y la restauración del capitalismo. Por eso, no pueden hablar de la vigencia del marxismo leninismo los que siguen militando en las filas del antiestalinismo. Defender resueltamente a Stalin y su obra es defender el marxismo leninismo, defender la causa del socialismo y el comunismo. En esta tarea histórica estamos empeñados todos los auténticos marxistas leninistas del mundo.
No hay que olvidar que durante toda la etapa histórica de la Unión Soviética dirigida por Stalin, el campo socialista y todos los partidos comunistas y obreros, formaban un movimiento sólido, compacto y combativo, con una clara unidad de pensamiento y acción. Su línea general era revolucionaria auténtica y la URSS su legítima brigada de choque. Defender a Stalin es tarea de honor de todo auténtico marxista leninista. No pueden hablar de vigencia del marxismo leninismo quienes siguen con la farsa jruschovista denominada “lucha contra el culto a la personalidad de Stalin”.
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