Por José Sotomayor Pérez
El rol decisivo que jugó
la Unión Soviética en la derrota del nazi fascismo, puso en
ridículo al “falso profeta”. Recuérdese que en vísperas de la
agresión nazi a la URSS, Trotski declaró textualmente:
“¿Podemos esperar que
la Unión Soviética escape a la derrota en la futura gran guerra? A
esta pregunta, hecha con franqueza, respondemos también francamente.
Si la guerra no llega a ser más que guerra, la derrota de la Unión
Soviética es inevitable. El imperialismo es incomparablemente más
fuerte en el aspecto técnico, económico y militar. Si no se ve
paralizado por la revolución en Occidente, barrerá el régimen
social engendrado por la Revolución de Octubre".
Con la ayuda del
imperialismo y estimulados por el “Informe Secreto” del
infiltrado y traidor N.S. Jruschov, los trotskistas volvieron a sus
andanzas anticomunistas y antisoviéticas, con verdadero frenesí y
delirante antistalinismo. Para engañar a la clase obrera y a todo el
pueblo inventaron el cuento de que el trotskismo y el leninismo
constituyen una misma doctrina, y sus actuales “dirigentes” juran
ser “trotskistas leninistas convictos y confesos”. Tan burda
patraña es necesario desbaratar remitiéndose al mismo Lenin.
Refiriéndose a Trotski,
en carta dirigida a Inés Armad, Lenin escribió: “¡Ese es
Trotski. Siempre fiel a sí mismo; se revuelve, estafa, posa a la
izquierda y ayuda a la derecha”.
En su trabajo titulado
“Acerca de una violación de la unidad”, el Jefe de la Revolución
de Octubre, dice:
“A fines de 1903,
Trotski era menchevique furioso, es decir, que de los iskristas se
había pasado a los “economistas”… En 1904-1906 se aparta de
los mencheviques y ocupa una posición vacilante, colaborando unas
veces con Martinov (“economista”) y proclamando otras la
“revolución permanente”, de un izquierdismo absurdo. En 1906 a
1907, se acerca a los bolcheviques y en la primavera de 1907 se
declara partidario de Rosa Luxemburgo”. A continuación Lenin
agrega:
“En la época de
disgregación, después de largas vacilaciones `no fraccionalistas`
se dirige nuevamente hacia la derecha, y en agosto de 1912 forma un
bloque con los liquidadores. Ahora vuelve a apartarse de ellos, pero
repitiendo, en el fondo, sus mismas ideuchas”.
¿Cuales son estas
ideuchas de Trotski, refutadas por Lenin? Pasemos a verlas
brevemente.
1) La negación de la
posibilidad del triunfo del socialismo en un solo país.
Esta fue la idea
principal del bloque trotskista-zinovievista en su lucha contra los
bolcheviques en torno al problema del carácter y las perspectivas de
la revolución socialista y de la posibilidad del triunfo del
socialismo en un solo país. Para Trotski y sus seguidores la tarea
principal del Partido de los bolcheviques no era la construcción de
la sociedad socialista, sino estimular e impulsar la revolución
mundial mediante la guerra revolucionaria contra el imperialismo.
Para Trotski, solo el planteamiento de la posibilidad de la
construcción del socialismo en un solo país, era escolástico, y
que nunca había sido planteado en el partido.
El pasado político de
Trotski, propio de un saltarín, no le daba ninguna autoridad para
defender su absurda idea de la imposibilidad de construir el
socialismo en un solo país, apoyándose en planteamientos y tesis
del Partido de Lenin. Es sabido que la idea básica de la posibilidad
de la construcción del socialismo en un solo país se encuentra en
la célebre obra de Lenin: "El imperialismo, fase superior del
capitalismo", y en sus trabajos "Sobre la Consigna de los
Estados Unidos de Europa" y "El Programa militar de la
revolución proletaria". En agosto de 1915 Lenin, refiriéndose
al triunfo del socialismo en un solo país dijo:
“La desigualdad del
desarrollo económico y político es una ley absoluta del
capitalismo. De aquí se deduce que es posible que la victoria del
socialismo empiece por unos cuantos países capitalistas, o incluso
por un solo país capitalista el proletariado triunfante en este
país, después de expropiar a los capitalistas y de ORGANIZAR LA
PRODUCCIÓN SOCIALISTA DENTRO DE SUS FRONTERAS, SE ENFRENTARÍA CON
EL RESTO DEL MUNDO, con el mundo capitalista, atrayendo a su lado a
las clases oprimidas de los demás países…” (Lenin t. XVIII pgs
232-233)
Salta a la vista que
Lenin cuando se refiere a “ORGANIZAR LA PRODUCCIÓN SOCIALISTA
DENTRO DE SUS PROPIAS FRONTERAS”, afirma que la construcción del
socialismo en un solo país es posible.
En polémica con Trotski
y sus seguidores, Stalin desarrolló la tesis leninista de la
posibilidad de la construcción del socialismo en un solo país.
El sucesor de Lenin hace
una distinción clara entre lo que es la cuestión del triunfo del
socialismo en un solo país, y lo que es la cuestión del triunfo
DEFINITIVO DEL SOCIALISMO.
Respecto al triunfo del
socialismo en un solo país, Stalin dice “Podemos edificar el
socialismo y lo iremos edificando juntamente con el campesinado y
bajo la dirección de la clase obrera”. Y agrega “bajo la
dictadura del proletariado se dan en nuestro país… todas las
premisas necesarias para edificar la sociedad socialista completa,
venciendo todas y cada una de las dificultades internas, pues podemos
y debemos vencerlas con nuestras propias fuerzas”.
Con relación a la
cuestión del triunfo DEFINITIVO DEL SOCIALISMO, Stalin dice: “El
triunfo definitivo del socialismo es la garantía completa contra las
tentativas de intervención y, por tanto, también de restauración,
pues una tentativa de restauración por poco importante que sea, solo
puede producirse con un considerable apoyo del exterior, con el apoyo
del capital exterior, con el apoyo del capital internacional. Por
eso, el apoyo de los obreros de todos los países a nuestra
revolución, y con mayor razón el triunfo de estos obreros, aunque
solo sea en unos cuantos países, es condición indispensable para
garantizar plenamente al primer país victorioso contra las
tentativas de intervención y de restauración, es condición
indispensable para el triunfo definitivo del socialismo”.
El trotskismo y sus
aliados los zinovievistas no aceptaban la tesis leninista de la
desigualdad del desarrollo capitalista en la época del imperialismo
que adquiere forma de saltos, y catástrofes, con rápidos
desplazamientos de unos países por otros en el mercado mundial,
dando lugar a nuevos repartos periódicos del mundo ya repartido con
choques bélicos y desastres militares como los que hoy vive el
mundo.
La construcción
victoriosa del socialismo en la URSS hizo añicos la teorización
trotskista sobre la imposibilidad de la construcción del socialismo
en un solo país. El socialismo de Lenin y Stalin en la Unión
Soviética, tuvo tal solidez que resistió la agresión de todo el
continente europeo encabezado por el Ejército hitleriano, al que
finalmente derroto en forma aplastante. Así quedó refutada y
rebatida en su integridad la capituladora teoría trotskista de la
imposibilidad de construir el socialismo en un solo país.
2) La revolución
permanente.
Esta es la segunda
“ideucha” de Trotski, a la que se refiere Lenin. Detengámonos
brevemente en ella. “Las contradicciones - dice Trotski- en la
situación del gobierno obrero en un país atrasado, en el que la
mayoría aplastante de la población está compuesta de campesinos,
podrán ser solucionadas solo en el plano internacional, en la
palestra de la revolución mundial del proletariado”.
Este es un resumen
apretado de la teoría trotskista sobre la “revolución
permanente.” Dos cuestiones se desprenden del permanentismo
trotskista:
a) la imposibilidad de la
alianza obrero campesina;
b) el carácter puramente
obrero socialista de la revolución en “un país atrasado”, con
población predominantemente campesina.
De aquí que no fuera
casual su conocida consigna antibolchevique “sin zar por un
gobierno obrero”, que no puede significar otra cosa que una
revolución sin campesinos, un intento aventurero de saltar por
encima del movimiento campesino sin que se hayan agotado sus
posibilidades de ser aliado de la clase obrera en la etapa
democrático burguesa de la revolución, etapa que para el trotskismo
no existe, porque defiende la tesis (de un izquierdismo absurdo) de
que en los países atrasados, la revolución es desde un principio
puramente obrera socialista, negando categóricamente la tesis
leninista de la revolución como un proceso ininterrumpido, en cuyo
comienzo cumple objetivos democrático burgueses junto con su aliado
el campesinado.
Ha sido el mismo proceso
histórico el que se ha encargado de arrojar al canasto toda la
teorización trotskista. Sin embargo, sus partidarios continúan su
vieja lucha contra el marxismo leninismo, contra la Unión Soviética
anterior a la usurpación del poder del Partido y del Estado por el
revisionismo, pero con especial encono contra STALIN, el que sepultó
teóricamente al trotskismo y demostró, con la construcción
victoriosa del socialismo y la derrota del nazi fascismo, toda la
falsedad y podredumbre del trotskismo.
Nos preocupa que algunos
trotskista agazapados y otros seudo marxistas, vengan destilando su
veneno antiestalinista desde la revista “Cuba Socialista”. No hay
que olvidar que detrás del antistalinismo se esconde, hoy en día
como nunca, el anticomunismo. Esperamos que los marxistas leninistas
cubanos salgan al paso de los Hardt y la perestrotskista Marta
Harnecker. Las Tesis y Resoluciones del Primer Congreso del Partido
Comunista de Cuba tienen plena actualidad y constituyen una poderosa
arma en la lucha ideológica de los marxista-leninistas
latinoamericanos contra la ofensiva reaccionaria, revisionista y
trotskista, fomentada y financiada por el imperialismo. Quien pierde
la batalla ideológica, a la postre pierde la batalla política. Esta
es la dolorosa enseñanza que se desprende de la desaparición del
campo socialista. Con el triunfo del revisionismo en la URSS, el
socialismo se encontraba condenado a muerte. NO OLVIDEMOS ESTA AMARGA
LECCIÓN.
Excelente site!
ResponderEliminarParabéns!
Charles Engels
http://comunidadestalin.org