El triunfo de la clase
obrera pone fin a la época de dominación de una minoría
privilegiada y significa el comienzo del verdadero poder del pueblo.
Obreros, campesinos, artesanos e intelectuales, hombres que durante
siglos se vieron apartados de la vida política y no eran admitidos a
las tareas de gobierno, toman en sus manos las riendas del Estado.
Esto hace de la democracia proletaria un tipo nuevo de democracia,
muy superior a la democracia burguesa. Democracia para los
trabajadores.
La democracia burguesa
fue en otros tiempos un gran avance. Mas al advenir la época de las
revoluciones proletarias se ve reemplazada por un nuevo régimen
político. Este, según palabras de Lenin, concede "la
democracia máxima a los obreros y campesinos y, al mismo tiempo,
significa el rompimiento con la democracia burguesa y la aparición
de un tipo nuevo de democracia en la historia: la democracia
proletaria o dictadura del proletariado".286 Influidos por la
propaganda burguesa y por las manifestaciones de los
socialdemócratas, ciertas gentes de los países capitalistas piensan
que dictadura y democracia son términos que se excluyen, Razonan
así: o democracia, que se extiende por igual para todos, y entonces
no hay dictadura, o dictadura de una clase, pero entonces no hay
democracia.
Así pueden razonar
únicamente quienes comparten el error de que puede existir una
democracia "sobre las clases", "general" o, como
también se la llama, "integral". Pero lo cierto es que en
cualquier sociedad en la que hay clases con intereses opuestos, el
poder político, por democrático que parezca, presenta un carácter
de clase y se encuentra al servicio de la clase dominante. En los
países de democracia burguesa el poder conserva a menudo sus
apariencias democráticas: en el plazo debido se celebran elecciones
generales, los gobiernos son responsables ante los Parlamentos, etc.
Mas la faz verdadera de este poder se revela en cuanto las masas
trabajadoras adquieren conciencia de sus intereses de clase y
comienzan a presentar reivindicaciones a los capitalistas. El más
"democrático" de los poderes toma partido por los patronos
y no se detiene ante nada: envía las tropas y la policía contra los
obreros, hace ametrallar las manifestaciones pacificas, manda detener
a los líderes obreros, y así sucesivamente. Y cuando la lucha de
los trabajadores alcanza tales proporciones que ponen en peligro la
dominación misma del gran capital, el poder se despoja
definitivamente de sus vestiduras democráticas y pasa a los métodos
terroristas abiertos. Resulta que bajo la máscara de la democracia
en los Estados imperialistas se oculta la más auténtica dictadura
de los grandes monopolios capitalistas, de la que son víctimas la
clase obrera, todos los trabajadores.
La esencia de clase del
Estado se puso al desnudo en todas las épocas en que el poder lo
detentaron los explotadores. "Todos saben... -escribe Lenin- que
las insurrecciones o, simplemente, una gran agitación entre los
esclavos fue motivo en otros tiempos para que inmediatamente
apareciese la esencia del Estado antiguo como dictadura de los
esclavistas. ¿Destruía esta dictadura la democracia en el seno de
los esclavistas, la democracia para ellos? Todos sabemos que no."
Quiere decirse que, según confirma la historia, dictadura y
democracia se combinaban perfectamente. El Estado, que actúa como
dictadura respecto de unas clases, puede al mismo tiempo ser
democracia para otras.
El problema se reduce a
dilucidar de qué clase de dictadura y de qué clase de democracia se
trata. Refiriéndose al Estado del período de transición, Lenin
decía que ha de ser "un Estado democrático de una manera nueva
(para los proletarios y desposeídos en general) y dictatorial de una
manera nueva (contra la burguesía)". La dictadura de la clase
obrera es por su esencia el poder más democrático, pues significa
la dominación de la mayoría sobre la minoría, mientras que la
dictadura de la gran burguesía es la dominación de la minoría
sobre la mayoría. No hay por ello contradicción alguna cuando
decimos que la dictadura del proletariado es a la vez un nuevo tipo
de democracia. Un mismo poder (el de la clase obrera) es dictadura y
aplica "medidas dictatoriales" (Lenin) con relación a los
enemigos del socialismo, y es una auténtica democracia y emplea
métodos democráticos con relación a los trabajadores. Por lo
tanto, dictadura del proletariado y democracia proletaria son dos
lados de una misma medalla. Para Lenin eran sinónimos ambos
conceptos: "democracia proletaria" y "dictadura del
proletariado".
Es muy importante en la
política del Estado proletario observar una acertada relación de
los métodos dictatoriales y democráticos, aplicando los primeros a
la burguesía contrarrevolucionaria y los segundos a los
trabajadores. Es igualmente inadmisible conceder libertad de acción
a las fuerzas reaccionarias y reducir la democracia de que gozan los
trabajadores. De las consecuencias que trae el no observar este
principio nos hablan los acontecimientos de Hungría en 1956, donde
no se cortaban con energía suficiente los ataques de los
reaccionarios y, a la vez, se toleraban serias transgresiones de los
derechos democráticos de los trabajadores. Los sociólogos y
publicistas burgueses esgrimen a menudo otro argumento. La
democracia, dicen, presupone obligatoriamente la lucha de partidos,
una oposición en el Parlamento, etc. Al no encontrar ninguna de
estas notas formales de la democracia burguesa en los Estados
socialistas, proclaman triunfalmente que el régimen de la dictadura
proletaria no es democrático. Los marxistas tienen una noción
distinta de la democracia de un régimen político. De lo que hay que
partir es de qué intereses defiende el poder, al servicio de quién
está y qué política mantiene. Desde este punto de vista -el único
científico-, en los Estados burgueses es imposible descubrir el
menor rastro de verdadero poder del pueblo. En los Estados Unidos hay
partidos rivales, y oposición en el Congreso, pero toda la política
del gobierno se encuentra al servicio de un reducido puñado de
multimillonarios. En el fondo, lo que impera allí es la dictadura de
los monopolios capitalistas. Sólo la democracia proletaria significa
el auténtico poder del pueblo, puesto que se encuentra al servicio
de los trabajadores, es decir, de la mayoría de la sociedad. La
política del Estado proletario tiende a la supresión de la
explotación, al incremento del nivel de vida y de la cultura de las
masas, a la defensa de la paz general y al fortalecimiento de la
amistad entre los pueblos. Esto responde a las más profundas
aspiraciones de las masas populares y de todos cuantos aman el
progreso. Sería al mismo tiempo erróneo pensar que el problema de
los métodos y formas de ejercicio del poder son secundarios para el
Estado proletario. La fuerza principal de la dictadura del
proletariado reside en sus vínculos con todas las masas del pueblo.
Y estos vínculos sólo son sólidos cuando el poder es democrático
por su esencia y por su forma. De ahí que la forma de la dictadura
del proletariado sea la república de tipo socialista.
La democracia proletaria
amplía como ningún otro poder los derechos de los trabajadores,
pero no puede extenderse a las fuerzas reaccionarias de la burguesía
vencida ni a los demás elementos que luchan por la restauración del
capitalismo. Hasta ahí llegan los límites de la democracia
proletaria. Se causaría un daño terrible a la revolución
socialista si el proletariado concediese libertades políticas a las
organizaciones de los grandes capitalistas. ¿No es evidente que la
disolución de los partidos de la burguesía contrarrevolucionaria y
la prohibición de la propaganda del fascismo y de otras ideas
antipopulares, lejos de restringir las libertades y la democracia
para los trabajadores, vienen dictadas por la defensa de los propios
intereses?
La dictadura del proletariado suena mal, suena a dictadura, si algo suena a dictadura, es dictadura, y no es democracia, creo que hay que empezar a cambiar las palabras, por que por ahí nos ganan los capitalistas...suena mejor democracia del proletariado, ya se que el comunismo ruso era mas democratico que el zarismo, pero no fue un comunismo democratico, para que se le pudiera haber podido calificar de un comunismo democratico, tendria que haber tenido al menos estas 2 caracteristicas:
ResponderEliminar1-Que hubiera habido elecciones por el pueblo, para elegir que partido comunista queria que gestionase el gobierno.
2-Que el pueblo tuviera la posibilidad de proponer, qué tipos de productos de consumo queria que se produciesen por el estado.
Saludos comunistas.